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Parana » Informe Digital
Fecha: 27/07/2025 18:21
Óscar Aguad es un dirigente con una extensa trayectoria en la UCR. Fue el mano derecha de Ramón Mestre padre, luego sostuvo una excelente relación política con Mauricio Macri (que perdura en el tiempo) y ahora se encuentra enfocado en la organización de una línea interna dentro del radicalismo “para ayudar”, aclarando que no persigue cargos de conducción ni candidaturas. Aguad reconoce los errores cometidos por toda la estructura política tradicional y está convencido de que Javier Milei llegó a la presidencia como consecuencia de los fracasos de la dirigencia política que lo antecedió. -¿Se puede suavizar un poco el tironeo al que está sometido el radicalismo y todas las fuerzas opositoras cuando tratan de establecer reglas de juego con La Libertad Avanza? -Es algo que se espera, ¿no? Creo que existe un malentendido, una lectura equivocada de la realidad. La gran discusión gira en torno a Javier Milei, y esto se relaciona con no entender que Milei es un emergente de nuestros propios fracasos. Esto ya no tiene retorno. Espero que lo que venga reemplace ese fracaso y comience a resolver la enorme cantidad de problemas sin respuesta. El radicalismo necesita reconstruirse y modernizarse, pero con nuevas estructuras, una nueva disposición y una nueva organización, porque este partido, tal como está, no será útil para la sociedad. El radicalismo debe proporcionar respuestas a los problemas actuales, que no son los mismos que enfrentaron Irigoyen, Alem, Ilía o Alfonsín. Los problemas son nuevos y la complejidad aumenta. -¿En las próximas elecciones legislativas la UCR de Córdoba debe aliarse a Milei, a Macri o ir sola? -Ir solos sería un suicidio, ya que hemos perdido el contacto con nuestros electores. Aquí hay dos temas que hay que considerar: Macri, en su momento, reemplazó a la dirigencia radical y se adueñó de sus votantes. Hoy, lo mismo sucede con Milei. Esa es una lectura muy cruda de la realidad que debemos tener en cuenta. Además, tenemos que admitir que es culpa nuestra que eso haya ocurrido. No haber resuelto los problemas que teníamos que resolver en cada período en que nos tocó gobernar forma parte de esta realidad política actual en Argentina y en Córdoba en particular. Rodrigo de Loredo está trabajando en un programa de gobierno para Córdoba, lo sé, y creo que ese es el camino. Hoy Argentina necesita, por ejemplo, generar 250.000 empleos al año; de lo contrario, la gente queda al margen y termina en las villas de emergencia. -¿Milei tiene las respuestas? -Creo que Milei está en una primera etapa interesante, ya que ha logrado reducir la inflación y equilibrar el déficit. Está estabilizando la macroeconomía. La pregunta que queda es si ambas cuestiones se podrán sostener a largo plazo y si, después del proceso electoral, el gobierno se enfocará en resolver el déficit productivo que tiene el país. Yo soy de los que opinan que esos déficits que el gobierno está corrigiendo, y que debían corregirse, son una consecuencia y no la causa del problema. El problema de Argentina es estructural y productivo. Creo que habrá una segunda etapa después de las elecciones porque, de lo contrario, esta estabilización de la macro no será sostenible. Pienso que el presidente va por el buen camino. Además, me parece que falta alcanzar consensos, ya que son la clave para el futuro. -A Milei no se lo ve como un hombre que busca consensos. -Espero que tenga la fortaleza necesaria y pueda construir esos consensos como soporte de poder para implementar todas las transformaciones que desea realizar. -Recién hablaba de que el éxito de esta gestión es haber frenado la inflación y el déficit fiscal. Es cierto, pero también se está reduciendo el consumo. Los logros no se reflejan en las billeteras de las familias. -El proceso de estabilización y de alcanzar el equilibrio fiscal se han construido sobre una significativa reducción de los haberes del sistema jubilatorio, lo que no solo afecta a las personas, sino que afecta el consumo y al mercado interno. Por eso hay recesión. Por eso digo que, tras las elecciones, comenzará la etapa de activar el sistema productivo en Argentina. Hoy, Argentina cuenta con una fortaleza: Vaca Muerta. La cuestión es saber si Vaca Muerta se convertirá en una fábrica de dólares o en una palanca productiva para desarrollar el país. Esa es la gran dualidad que enfrenta Argentina: si los populistas toman Vaca Muerta, una parte se la roban y la otra parte se la reparten entre la gente para mantenerla en la pobreza. Un gobierno, como espero que sea el de Milei, debe construir en Vaca Muerta el desarrollo nacional. Y eso implica poner en marcha el aparato productivo. -¿Si el radicalismo forma un frente con La Libertad Avanza, la boleta de candidatos debe ser encabezada por un hombre de la UCR, como Deloredo? – Sí. Sería una buena decisión intentar conformar una alianza con el gobierno, pero la condición es que un radical encabece esa boleta. Eso se resolvió en el Congreso hace un par de días, creo, por una amplia mayoría: aceptar una alianza que puede ser con La Libertad Avanza o con otros partidos. -¿Con el PRO de Mauricio Macri? -He hablado mucho con Macri y, aunque él no está buscando ninguna posición política en este momento, insiste en que hay que formar una coalición como alternativa al populismo, que es lo que intenta hacer Milei. Además, es un pacto con nuestros electores, quienes votaron a Macri y son los mismos que hoy votan a Milei. Son nuestros representantes, quienes nos han votado durante 100 años, los que hoy nos están reemplazando. Bueno, la inteligencia debe estar en que no nos reemplacen, porque, de lo contrario, desapareceremos. -¿El enfrentamiento del oficialismo partidario con Mestre no tiene vuelta atrás? -No, no. Creo que el radicalismo, como todos los partidos políticos, debe tender puentes. Mestre es un dirigente con gran experiencia, gobernó dos veces la ciudad de Córdoba y debe ser parte del proceso. Que ahora tenga una posición diferente a la mayoritaria del partido son cosas que pueden cambiar con el tiempo. Creo que es necesario alcanzar consenso sobre el rumbo. Y eso acercará más posiciones. “No creo que le vaya bien a Schiaretti” Consultado sobre si se complicaría a los partidos opositores si Juan Schiaretti se presentara como primer candidato a diputado por el cordobesismo, Óscar Aguad es categórico: “No creo que le vaya bien a Schiaretti. Me parece que el cambio que se ha producido en Argentina es definitivo y no tiene retorno. Considero que hay dirigentes a los que ya les ha pasado su tiempo. A lo mejor estoy equivocado, pero hay que dejarles espacio a las generaciones más jóvenes”. Y añadió: “El peronismo tiene dificultades para dar paso a las generaciones más jóvenes porque no cuenta con dirigentes que reemplacen a aquellos que estuvieron en la Capital durante los últimos dos mandatos: las fórmulas han sido de hombres del interior de la provincia.”
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