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» Sin limites
Fecha: 27/07/2025 12:01
La celebración de hoy Santos Joaquín y Ana, Padres de María: Patronos de los abuelos San Joaquín y Santa Ana, fueron santos esposos y padres, tuvieron la responsabilidad de concebir a la Virgen María, Madre de Dios: Patronos de los abuelos Lecturas del día 1° lectura: Éxodo 24,3-8. Cuando Moisés se acercó al pueblo y le relató todas las palabras y ordenanzas del Señor, todos respondieron a una sola voz: «Haremos todo lo que el Señor nos ha dicho». Entonces Moisés escribió todas las palabras del Señor y, levantándose temprano al día siguiente, erigió al pie de la montaña un altar y doce columnas para las doce tribus de Israel. Luego, tras enviar a algunos jóvenes de los hijos de Israel a ofrecer holocaustos y a sacrificar novillos como ofrendas de paz al Señor, Moisés tomó la mitad de la sangre y la puso en grandes cuencos; la otra mitad la derramó sobre el altar. Tomando el libro de la alianza, lo leyó en voz alta al pueblo, que respondió: «Todo lo que el Señor ha dicho, lo atenderemos y lo haremos». Luego tomó la sangre y la roció sobre el pueblo, diciendo: «Esta es la sangre de la alianza que el Señor ha hecho con vosotros según todas estas palabras suyas». Salmo 50(49): Ofreced a Dios un sacrificio de alabanza. (R). Dios, el Señor, ha hablado y convocado a la tierra, desde la salida del sol hasta su puesta. Desde Sión, perfecta en su belleza, Dios brilla. /R. Reúne a mis fieles ante mí, a los que han hecho un pacto conmigo mediante el sacrificio. Y los cielos proclaman su justicia; porque Dios mismo es el juez. /R. Ofreced a Dios alabanza como vuestro sacrificio y cumplid vuestros votos al Altísimo; Luego invócame en tiempo de angustia; Yo te rescataré, y tú me glorificarás. /R. Evangelio: Mateo 13,24-30. En aquellos días, Jesús propuso a la gente otra parábola: «El Reino de los Cielos se parece a un hombre que sembró buena semilla en su campo; pero mientras todos dormían vino su enemigo, sembró cizaña en medio del trigo y se fue. Cuando creció el trigo y aparecieron las espigas, también apareció la cizaña. Los peones fueron a ver entonces al propietario y le dijeron: «Señor, ¿no habías sembrado buena semilla en tu campo? ¿Cómo es que ahora hay cizaña en él?». Él les respondió: «Esto lo ha hecho algún enemigo». Los peones replicaron: «¿Quieres que vayamos a arrancarla?». «No, les dijo el dueño, porque al arrancar la cizaña, corren el peligro de arrancar también el trigo. Dejen que crezcan juntos hasta la cosecha, y entonces diré a los cosechadores: Arranquen primero la cizaña y átenla en manojos para quemarla, y luego recojan el trigo en mi granero». Palabra del Señor.
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