Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • Daniel Habif y el poder de la transformación: “El dolor es una herramienta de construcción y un maestro redentor si lo sabemos utilizar”

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 27/07/2025 03:09

    Daniel Habif es uno de los conferencistas más influyentes del mundo hispanohablante, con miles de personas que asisten a sus charlas cada año “Lo único que sé es que salen mejores de cómo llegaron, y eso creo que ya es mucho, sobre todo en el contexto en el que hoy nos encontramos en el mundo, que está un poquito dantesco, lo que es un enorme privilegio”, dijo Daniel Habif, en relación a la gran cantidad de gente lo que va a escuchar. Se trata de uno de los conferencistas más influyentes del mundo hispanohablante. El autor, escritor y orador internacional compartió, en una conversación exclusiva para La Fórmula Podcast, cómo el contacto con su público lo transforma a él mismo. Expresó, además, su mirada sobre la empatía, el autoconocimiento, la búsqueda personal y la importancia del amor en la vida cotidiana. El episodio completo ya está disponible en Spotify y YouTube. Daniel Habif se ha consolidado como una de las figuras más destacadas del ámbito de las conferencias en español a nivel internacional. Es autor de tres libros que han superado el millón de ejemplares vendidos —Inquebrantables, Las trampas del miedo y Ruge—, éxito editorial que acompaña su trayectoria en comunicación, negocios y publicidad. Su experiencia lo ha llevado a ofrecer más de 500 charlas en 170 ciudades de 30 países, convocando a más de 200.000 personas. Para el escritor, el impacto que dejan sus conferencias en el público es difícil de dimensionar. “No lo sé bien del todo, la verdad, aunque recibo muchos testimonios que considero que son la honra más grande que he recibido en mi vida, no termino de entender la longevidad o el impacto de ese testimonio”, afirmó al recordar los cientos de agradecimientos que ha escuchado de personas que, luego de asistir a uno de sus eventos, se animaron a transformar aspectos cruciales de sus vidas. El escritor dice que cada uno debe vivir una vida que se sienta propia, y prefiere equivocarse con sus decisiones que seguir las ajenas (Imagen Ilustrativa Infobae) Quienes participan en sus charlas relatan historias de reconciliaciones familiares, decisiones valientes y la sensación de irse “mejores de como llegaron”, una experiencia que para el conferencista significa mucho, especialmente en un momento en que, como él lo expresa, “el mundo está un poquito dantesco”. Habif cree que las conferencias logran reunir a personas muy distintas y, más que reunir, “unir” en lo profundo, cerrando las distancias emocionales y ayudando a limar diferencias: “Reunir a lo mejor es una cuestión más matemática, pero unir tiene que ver con el alma, con bajar los brazos de las diferencias y acortar los acantilados que nos dividen”. Para Habif, ese es el verdadero propósito de su trabajo: acortar los abismos de indiferencia para lograr, aunque sea por un momento, una genuina cercanía entre los asistentes. Para Habif, la pregunta “¿qué hiciste con lo que te dimos?” es el motor detrás de su búsqueda constante de propósito (Imagen ilustrativa Infobae) — ¿En qué notás hoy en día la presencia de la indiferencia en la sociedad? — Por lo menos últimamente, en estos dos años que he tenido la oportunidad de viajar por Iberoamérica, tengo la fortuna de poder sentir el pulso de la sociedad. Cuando estoy arriba de un escenario, es interesante lo que sucede porque puede haber un abuelito y el nieto, un matrimonio, cuatro amigas y en medio tres jóvenes emprendedores. Es como un crisol muy interesante. También puede haber un cristiano, un budista, un ateo, uno de derecha y un comunista, porque todo el mundo habla en la conferencia, hay mucho diálogo. Esa información la voy añadiendo a mi vida y te permite obtener una crónica de lo que sucede, un panorama claramente con sesgos, pero vas obteniendo una fotografía interesante. La indiferencia es esta insensibilidad, esta incapacidad, como si el corazón cada día estuviera más en un estado putrefacto, y no hay que ser muy inteligente o docto para entender que todo lo que sucede en el mundo, bueno y malo, proviene del estado de nuestro corazón. Aquí es donde se gesta tanto la envidia como las cosas más maravillosas, las ideas más creativas o los actos más generosos. Entonces te das cuenta de que la indiferencia está muy presente. Es como si se nos hubiera hecho un callo en el corazón, como si cada día nos costara más trabajo, no únicamente sentir simpatía y empatía por el otro, sino como si la misericordia estuviera quedando famélica, reducida, y cada día nos vamos haciendo un poquito más fríos. Si bien la vida te enseña a querer más, pero a menos personas—porque la vida se encarga muchas veces de darte los suficientes golpes como para hacerte muy inteligente y muy cuidadoso para entender a quién dejas entrar a tu corazón—eso, al mismo tiempo, nos ha llevado a alejarnos del otro y a no valorarlo. Eso genera conflictos en todos los sentidos. Estamos incapacitados para entender la postura del otro y eso nos lleva a una gran indiferencia, y yo veo los resultados no del todo buenos por esa misma razón. Su madre le enseñó a no definirse por los éxitos ni temer al fracaso, y esa educación fue clave en su recorrido profesional (Imagen Ilustrativa Infobae) — Hay algo que te escuché decir que me quedó muy grabado y a veces me lo repito. Si uno piensa en la vida de esa persona que tanto admira y si mañana se despertara y tuviera esa vida, ¿cuánto tiempo creés que tardarían tus problemas en alcanzarte? —Creo que a veces todos caemos un poco en la trampa de pensar “si tuviera este trabajo, esta pareja, esta vida, esta posición...” Es una actitud, es una decisión, es el “sí tan solo tuviera”, y vivimos con esta actitud de evasión a un mundo brutalmente abundante en muchos sentidos. Cuando nos comparamos perdemos uno de los grandes poderes del individuo, que es su unicidad. Por más que busquemos en toda la materia del universo, no encontraríamos a alguien como nosotros. De por sí ser quien eres es difícil; imagínate querer ser alguien que no eres. Ahora, esos son temas más profundos y filosóficos, porque esa es una de las preguntas que nos persigue toda la vida: “¿quién soy?”. Tal vez descubres quién eres, luego el reto va a ser aceptar quién eres, y luego vas a tener que ser quien eres en una sociedad que te va a querer aceptar tal y como no eres. Entonces, es un acto bastante subversivo. ¿Qué preguntas hay que hacerse para empezar a entender quién es uno? Yo creo que esa no es una respuesta que llega en la vida. Creo que eso es una gran utopía, si bien la utopía tiene el trabajo de obligarte a caminar, de seguir avanzando, de no estancarte, de seguir buscando. Somos grandes buscadores, pero somos un misterio. ¿Y cuándo has visto un misterio resolverse a sí mismo? A mí me gusta ser un misterio. Hay cosas que, ¿por qué tendría que saber algo? ¿Has visto a esa gente que siempre quiere hacer como que sabe de todo? Está bien no saber algo; ahora lo sabemos todos, se lo preguntamos a Chat GPT, pero Chat GPT nos aplaude todo: “Excelente pregunta”, “maravillosa idea”. No te dice “oye, ya bájale a tus preguntas”. O sea, que no hay una confrontación y no saber te lleva a explorar, y explorar te lleva a caminar, a gastarte los pies, a leer la vida, a llamar, a preguntar y a quedarte con la duda. Hay muchas cosas buenas en la duda; no es necesario saberlo todo. Para Habif, el amor es una decisión y el dolor también puede serlo, según cómo se interprete y dialogue cada uno consigo mismo — ¿Te sentís cómodo en la incertidumbre? — Creo que es el lugar en donde salen mis mejores talentos. No sé si cómodo, no sé si es un lugar placentero, no siempre me he sentido bien en la incertidumbre, pero en mi caso provoca cosas muy buenas. Hay gente que es intolerante a la incertidumbre; en una vida tan cambiante, tan mutante, tan voraz, es un poco ridículo tratar de salir impoluto de esta aventura. Yo creo que la gente que llega al final de la vida sin rasguños, sin mordeduras, es porque también vivió una vida que no le pertenecía del todo. Todas las emociones siempre tienen su dualidad, todas. La tristeza puede ser una gran maestra o puede ser tu cadena, como el miedo puede ser la sensación de que estás haciendo algo que valdrá la pena o algo que te deje completamente estancado. Es un asunto de cómo interpretas y cómo dialogas contigo y cómo vas construyendo ese lenguaje en tu cabeza, en tu propia boca y en tu corazón. Pero yo, en mi caso, en mi vida, siempre he estado dispuesto a pagar el precio de tratar de caminar sobre las aguas antes de quedarme a ver cómo se me hunde el bote. Prefiero intentar eso. O sea, que me castiguen por haber intentado mucho y no por haber intentado poco. Prefiero el título de intrépido al de precavido, en mi caso, que no es para todos, eso sí es una realidad. “Lo único que sí sé es que salen mejores de cómo llegaron”, dijo Habif sobre el impacto que percibe en quienes asisten a sus eventos (Imagen Ilustrativa Infobae) — ¿Eso es algo que siempre estuvo con vos, naciste así, o lo fuiste construyendo con el tiempo? — No fue algo que decidí, la vida me empujó porque no había otra opción. A todos nos llega ese momento en donde te partes en dos, donde decides abordar la identidad de la víctima o decides salir de ese lugar. No fue algo que fue consciente, en mi caso las circunstancias me han ido curtiendo y me he querido dar por vencido mil veces, nada más que no he aprendido, como si no estuviera en mi naturaleza. No sé si en alguna ocasión en tu vida has tratado de hacer algo y dices “esto no está en mi naturaleza”, o sea, quiero pero no encuentro la forma. Hay un sentido de responsabilidad muy grande con la vida que tengo y para mí esto es un fideicomiso y tal vez hasta me movilice el miedo de ser un inútil. Soy un tipo que puede contemplar y contemplar y pensar y pensar, hay un sentido de responsabilidad y me quiero dar por vencido muchísimas veces. — ¿Y esa responsabilidad hacia quién es o de qué se trata esa responsabilidad? ¿Qué sentís que le debés o al mundo o a tu gente? — Yo creo que es más un asunto de gratitud más que del deber ser, como que me entusiasma la vida, con sus bemoles y errores, con sus tragedias. Yo soy de los que van caminando, como que no me sé detener y eso tiene que ver, por supuesto, con un universo de la psicología muy profundo. Pero soy un tipo agradecido con la vida que tengo, con lo mucho o con lo poco. Yo soy un hombre que cree profundamente en Dios y en Cristo y mi oración siempre es “no quiero a nadie, lo quiero todo”. Habif considera que el mundo actual está “un poquito dantesco” y que crear espacios de cercanía humana es un privilegio enorme — “No quiero a nadie, lo quiero todo”. ¿Qué significa eso para vos? — Es que cuando no quiero nada es porque ya tengo a Dios, porque lo tengo todo. Cuando sé que lo tengo a Él. Sé que Él me da más, hay algo de lo que yo pudiera pensar. Entonces siempre estoy avanzando en ese asombro: ¿y qué más allá hay adelante?, ¿qué más hay por ahí?, ¿y si me atrevo a eso?, ¿y si rompo con ese propio límite? Siempre es como ir quitándole el velo: ¿qué hay detrás de esa cortina? Entonces, me entusiasma, aunque no encuentre absolutamente nada, el simple hecho de ir me hace sentir diligente, o sea yo siento que a todos en algún momento en la vida se nos da preguntar “¿y qué hiciste con lo que te dimos?” — ¿Sentís que tenés esa respuesta? — No. Y de todos modos, no hay nada que yo pueda hacer para ganarme un día más de vida, sería muy barato. Habernos ganado el mañana con obras, esto es demasiado sagrado como para poderlo pagar. Habif sostiene que el amor es la cúspide de todo, desde la comprensión hasta la presencia, y que solo en el amor sucede lo verdaderamente importante (Imagen Ilustrativa Infobae) — Te escuché decir en una de tus conferencias que creés que un solo día puede llevarte a otra realidad. — Sí. Lo que pasa es que muchas veces se cree que organizar tu manera de pensar de manera positiva es negar la realidad, y es todo lo contrario, es intervenir la realidad, es hacer de tu realidad un plano mucho más profundo, pero primero tienes que comprender cuál es la realidad que quieres. Hay gente que quiere una vida pero quiere la vida de otro, entonces la copia al carbón de otro. Entonces uno primero tiene que aceptar su realidad para intervenir su realidad, y eso es un acto súper doloroso porque la verdad duele, pero te libera. Cuando te puedes ver al espejo y dices “nunca voy a jugar basquetbol porque mido 1,70”, pero podrías ser el dueño del equipo, tal vez. Siempre hay formas de tener la cintura del boxeador, ser flexible ante la vida, no ser rígido, y eso puede cambiarte la vida para siempre. Somos decisiones: el amor es una decisión, muchas veces el dolor es una decisión. Hay mucha gente que no es feliz porque vive fingiendo que es feliz y esa es su condena, porque no quiere soportar el dolor, y ese dolor en vez de tocarte y transformarte, no condenarte, pero deberías aprender la lección que ese dolor te está trayendo. Yo siempre he dicho que es un maestro severo pero justo. Para Habif, el amor no se limita a los vínculos humanos, también se expresa en el cuidado, la compasión y la forma en que se acompaña a un ser querido (Imagen Ilustrativa Infobae) — El otro día te escuchaba también en una entrevista que un amigo tuyo te decía “no puedo creer tu éxito de la noche a la mañana”, y vos decías “sí, la noche más larga de mi vida”. — Sí, treinta y tantos años tardó en amanecer. — Me pareció genial. — El asunto es que la gente que nos rodea supone que entiende nuestra vida y si bien hay que saber escoger las voces que te acompañan, que te dan buenos consejos, al final vas a tener que pagar el precio, o de sus ideas o de las tuyas, y para mí no hay cosa más cobarde en este mundo que alguien al que se le dio una hoja en blanco y alguien más escribió en esa hoja por él. Yo prefiero haber hecho rayones y me digan “¿qué hiciste? Hiciste un desastre”, “sí, pero mío, este desastre es mío”. ¿Cuántas de las ideas que tienes tú en realidad son tuyas?. Hay gente que hereda hasta el amor al equipo de fútbol, uno tiene que preguntarse las cosas que habitan en uno y saber si esas cosas siguen siendo buenas y sofisticadas y de beneficio para tu vida. Hay gente que lleva 40 años siendo la misma persona y todo cambia a una rapidez… yo no te estoy diciendo que vivas con hipo emocional, que dejes tu esencia. Pero hay cosas que tú utilizaste en una batalla hace diez años que esas herramientas ya no funcionan para hoy. Cuando la gente me dice “Daniel, yo quiero ser como tú”, les digo: “No, es que entonces no has entendido nada de lo que yo te he estado diciendo”, no puedes ser una copia carbón de absolutamente nadie, tus rarezas son tus lujos y pagar ese precio es el precio de la dignidad humana. Por supuesto, es durísimo, yo no te estoy diciendo que no escuches consejos, por supuesto que sí, pero hay consejos que te quieren mantener en el lugar donde estás para que no superes esa persona que te dio el consejo. Luego hay otra persona que te va a dar un consejo pero nunca construyó lo que te dijo que puedes construir, o sea que la vida es el reino de los hechos, no de los intentos. Entonces, si tú vas a escuchar un consejo, pues “haz esto y acércate a esta chica” y lleva cinco divorcios, no sé si sea del todo sofisticado de tu parte escuchar ese consejo, ¿cierto? Entonces hay que saber bajarle el volumen a ciertas voces, hay que ser cuidadoso con lo que uno consume en las redes sociales, etc. tienes que vivir una vida que se sienta tuya, propia, y por lo menos si te equivocaste, son tus errores. Yo siempre he preferido equivocarme de esa forma y muchas veces me he equivocado por no hacer caso también, tanto a mi espíritu, a mi alma, a mi intuición. A veces la razón, la lógica también te juega sus trampas, o uno también está tan ensimismado, piensa que lo sabe todo y por eso yo siempre he vivido como alumno, nunca me he creído maestro de absolutamente nada ni de nadie, yo siempre estoy tratando de aprender de todo. La ceguera repentina de su gato Luca fue una experiencia conmovedora para Habif, que reafirmó su idea de que lo esencial es el amor (Imagen ilustrativa Infobae) — ¿Cuál sentís que es, si me tuvieras que decir tal vez, la característica que te llevó a hacer todo lo que hiciste en tu vida? — El amor de mi madre. Porque ella nunca me hizo sentir incómodo por fracasar, por equivocarme, y al mismo tiempo me enseñó a nunca sentirme mucho por los éxitos que consiguiera, ella me dio esa armonía. Yo suelo contar que a mí me gustaba mucho hacer maquetas de ciencias naturales, me encanta hacer volcanes y un día llegué con mi madre y le dije “me gané el premio local a la mejor maqueta”, “felicidades, mi amor, ¿cómo la hiciste? enséñame”, “mira cómo explota y le puse estos árboles”, “maravilloso. Tírala, por favor”, tuve que tirar la maqueta. “Tú no sabes lo que me costó a mí hacer esta maqueta”, me dijo. “Sí, sí, yo sé lo que te costó hacer esa maqueta, pero tú no eres el éxito de esa maqueta, tienes que desprenderte de esto”. Esos formas de acompañar, de educarme con ese amor, con esa manera tan sofisticada, pero con esa sabiduría tan natural, me forjó en muchos sentidos, no sería tal vez el hombre que soy si no hubiera sido por las dosis masivas de confianza que mi madre me daba. Nunca me ahogó en eso, sino que me enseñó a pagar el precio, y me la creí. Habif asegura que no saber también es valioso, porque la duda impulsa a explorar, a caminar y a mantenerse en movimiento (Imagen Ilustrativa Infobae) — Me imagino que de todos esos retos, todas esas metas, todas esas ideas, muchas se fueron materializando. ¿Cuál sentís que es la próxima etapa o ahora, en este momento, qué estás viviendo como tus retos? — Hoy estoy en un proceso en donde me quiero probar mis talentos en otros terrenos, en otras canchas. Yo dejé el universo creativo empresario, ese lugar de escritorio de sentarte a desarrollar y a crear cosas, lo dejé un muy buen tiempo y he ido encontrando el sazón de poder combinar lo que yo hago, que es mi más grande pasión que es mi oficio es escribir, que es lo que yo hago todo el día y gracias a la escritura nacen otras ideas. Empecé a escribir un perfume. Entonces ahora estoy desarrollando un perfume, estoy obsesionado con los olores, todo el día estoy oliendo. Yo tengo la oportunidad de hacer un libro que tiene 400 páginas. Ahora estoy tratando de reducir una historia a cuatro minutos para que se convierta en una canción, estoy en ese lugar. También estoy escribiendo sobre viajes, se llama “La vida se lee con los pies”, entonces estoy robando todas estas otras aristas de mis talentos. Hay gente que encuentra convergencia y hay gente que encuentra divergencia en esto de que uno debería hacer una sola cosa. A mí me gusta intentar un poquito de todo, entonces estoy en ese proceso desarrollando cosas que había dejado guardadas en un cajón porque necesitaba de un enfoque quirúrgico, dedicarle 24 horas, 7 días a la semana y así ha sido en los últimos 12 años de mi vida. Y ahora que he coleccionado algunas cumbres me gusta un poquito más la vida del valle que de la cúspide. “La vida se lee con los pies”, dice Habif, quien disfruta caminar junto a su esposa como forma de contemplar y seguir escribiendo (Imagen Ilustrativa Infobae) — ¿Qué significa “la vida se lee con los pies” que mencionaste? — A mí me gusta caminar, es una de las cosas que más disfruto en la vida y es una de las cosas que más hacemos en mi matrimonio, caminar, caminar literal. Nos gusta ir a los lugares caminando, porque nos gusta perdernos, observar cosas más grandes que nosotros y más pequeñas que nosotros. Me gusta caminar lento, me gusta caminar rápido. Angie y yo hemos caminado miles y miles de kilómetros desde hace 24 años, lo hemos hecho por muchas ciudades, calles, en nuestra colonia, en donde llevamos viviendo toda la vida, seguimos descubriendo calles por las que no hemos avanzado, entonces mis pies son muy chiquititos y el mundo es muy grande y a mí me entusiasma recorrerlo. Por eso digo que la vida se lee con los pies, porque mientras vas caminando te vas sorprendiendo, vas descubriendo la flor en la grieta. Esta es la única forma que yo tengo de seguir escribiendo, de ser cronista, solamente a través de observar, de contemplar, y al mismo tiempo es la mejor forma que tengo de gastar mi dinero. Entonces, para mí eso significa que la vida se lee con los pies, cuanto menos auto utilice y más pueda caminar, mucho mejor. La incertidumbre, según Habif, es un espacio incómodo pero fértil, donde suelen aparecer sus mejores ideas y talentos — Dani, te hago la última pregunta que le hago a todos los invitados que pasan por este podcast: si me pudieras compartir algo, que en el último tiempo te emocionó, te dejó pensando o te conmovió... — Lo que ocurrió con mi gatito Luca ha sido una de las cosas que más me ha conmovido. Nosotros teníamos muchos gatitos en casa porque mi esposa y yo fuimos rescatando y adoptando animalitos de la calle. En este último mes fallecieron dos. Teníamos trece y ahora solo quedan dos. Luca, que es un gatito naranja, tuvo una crisis hipertensiva porque tiene un problema en un riñón. Con la crisis perdió la vista de manera instantánea. Se quedó completamente ciego. Verlo sin moverse, sin lamerse, sin saber dónde está su comida, dependiendo totalmente de mí... Solo quería estar con él. Y ahí me dije: “Esto es lo que importa. Todo lo demás puede esperar”. Siempre le he dicho a la gente que la quiero, siempre he estado presente, pero verlo así, estar con él en la clínica a las tres de la mañana, con esa angustia… Yo no tengo hijos, y mi esposa y yo pensábamos: “Si esto sentimos por un animal, ¿cómo será con un hijo?”. Debe ser algo incomparable. Y ahí es donde entendés que la vida sucede en esos momentos, que lo único que importa es el amor, que es la cúspide de todo: del entendimiento, de la presencia. Y eso me conmueve. Se me ensancha el corazón, se me vuelve más hondo. La forma en que amo a mi gato me permite amar a más personas, de más colores, de distintas formas de pensar y de ser. Luca ha ido recuperando algo de la vista, es otro milagro. Todo esto me tiene muy conmovido. Le he escrito poemas, canciones. A lo mejor quienes tienen gatos me entienden, y los que no dirán: “¿Y este tipo qué?”

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por