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  • Juana Repetto: “ ‘¿De qué trabaja?’ Mucha gente piensa que me mantienen mi mamá o mi papá”

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 27/07/2025 03:06

    María Laura Santillán Con Juana Repetto Le siguen diciendo Juanita, como cuando la conocían por ser la hija de Nicolas Repetto y Reina Reech, pero ya cumplió 37. Es actriz desde hace más de 20 años y estos últimos se hizo muy popular en redes, donde relata su vida cotidiana sin filtro, con una soltura y una desfachatez asombrosa. Ante todo Juana es mamá, en su perfil de Instagram se define así: mamá de Toribio y de Belisario. Separada desde hace tres meses, construye su casa nueva y mientras tanto, vive en lo de su mamá. – Así es, viviendo con mi madre. Muy bien, mucho mejor de lo que me esperaba. – Porque vivir con la mamá es todo un tema, no? – Yo tenía miedo porque vivo sola hace añares, tengo dos pibes, tengo mis mañas, mis rutinas, mis mañanas. Los chicos se levantan muy temprano para ir al colegio y mamá todavía duerme. Si uno llora a la mañana, yo decía, esto ¡va a ser un caos! ¡Estamos muy bien! Ella está con muy buena predisposición, muy buena onda y yo también. Algo de la infancia tenía que ir a sanar a lo de mamá, me dijeron. – ¿Quién te dijo? – Una terapeuta me dijo que tenía que pasar por ahí para sanar algo de la infancia, del pasado o de otras vidas. –Tu mamá es muy mamá, es difícil que te lleves mal con ella, ¿o sí? – En un momento chocamos. Todo lo que me decía mi mamá me hacía enojar, me costaba mucho escucharla y chocábamos un montón. – Vas a tener casa propia pronto. ¿Cuánto falta? – El mes que viene a más tardar tenemos que estar en la casa. Le faltan algunas cosas de los baños, pero los cuartos están. – Es distinto tener casa propia. – Sí, tuve mi PH amado muchos años en Palermo. Dimos este salto con los niños, es re distinto vivir en una casa con jardín, pileta en algún futuro, está buenísimo. Tengo dos varones que no paran, necesitan salir, girar. – Ahora está la estructura de tu mamá. Después, ¿quién te va a ayudar? – Estoy acostumbrada a estar con los chicos, ya tenía mi dinámica en una casa que alquilábamos. – ¿Trabajás cuando ellos están en el colegio? – Cuando están el colegio trabajo y tengo una chica que labura en casa que me ayuda si me tengo que ir o algo post colegio. Yo siempre los busco, los llevo y los traigo. "Estoy acostumbrada a estar con los chicos, ya tenía mi dinámica en una casa que alquilábamos", contó Juana Repetto (Fotos de Jaime Olivos) – En Instagram te presentás como mamá de Toribio y de Belisario, es lo primero. Después viene todo lo demás. –Tengo un programa de streaming que se llama “Más minas que mamás” y todo el tiempo digo “Más mamás que minas”, mi propio título. Lo primero es ser una madre, creo yo. – ¿Es lo más importante? – Sí, yo me busco el laburo para poder compartir con ellos y estar. A mí me dicen, ¿por qué no delegás y haces pool? Me gusta llevarlos, disfruto un montón. – Es lo más divertido llevarlos, te cuentan cosas. – En el auto es un rato que vas charlando y también me gusta buscarlos. Tengo ya mi ritual. Soy una loca, me voy una hora antes para encontrar el lugar en que me gusta estacionar, trabajo una hora con el teléfono en el auto. Salen por puertas distintas, muy cansados, con peso la mochila y antes caminaba cuatro cuadras. Dije, vengo antes y no camino. Ahora, me agarra un ataque si veo que no estoy llegando una hora antes para encontrar mi lugar. – ¿Cómo estás después de la separación? No hace mucho tiempo que te separaste. – Cuatro meses más o menos, abril. Sebastián viaja mucho por laburo, hacía varios meses que no estaba. Llegó y enseguida decidimos separarnos, o sea que entre diciembre y abril convivimos 20 días. Veníamos de hacer terapia de pareja desde hacía más de un año. Lo dimos todo y más. – ¿Estás recuperada? – Sí, me siento bien. Estoy como en una nebulosa, hasta que no esté instalada en mi casa con la rutina nueva armada estoy desorganizada, con la cabeza desordenada. "Sebastián viaja mucho por laburo, hacía varios meses que no estaba. Llegó y enseguida decidimos separarnos", dijo Juana Repetto – ¿Eso tiene que ver con que no estás en tu casa? – De todo un poco. A mí no me para la cabeza, llegué a lo de mi mamá y de repente solté. Me olvidaba cosas del colegio, no me había pasado nunca. Un día que se durmieron tarde dije: que falten, y yo soy Sarmiento. Me volé, se ve que necesitaba soltar y relajarme un toque. – Divino. ¿Te gustó ese estado? – Sí, me gustó, me tengo que volver a ordenar porque hay que terminar la casa, conseguir los muebles… “HAY UN MÍNIMO FILTRO. SOY RE IMPULSIVA, PERO DIGO LO QUE TENGO GANAS DE DECIR” – Tenés algo muy propio, decís lo que pensás pase lo que pase con eso. – Sí, aunque no lo crean, hay un mínimo filtro. Soy re impulsiva igual, a veces por la impulsividad digo cosas que preferiría no decir. Pero en general digo lo que tengo ganas de decir y lo que no, no. Hay más, no es solo lo que cuento. “LA GENTE ME DICE, ¿DE QUÉ TRABAJÁS? LA GENTE PIENSA QUE ME GUSTA ESTAR COMO UNA BOLUDA MOSTRANDO CÓMO ME CAMBIO LA ROPITA” "A veces por la impulsividad digo cosas que preferiría no decir", explicó Juana Repetto en entrevista con María Laura Santillán – No es que contás todo. – No, me guardo un montón. De hecho, me vienen diciendo mi hermano o marcas con las que laburo que muestre también la parte social. Yo salgo con amigas, pero no ves mucho de mi vida social. Hay toda una parte que me cuesta más mostrar, porque es donde suelto y relajo. Mi cuenta la manejo de pe a pa sola, tengo alguien que me hace los arreglos comerciales, pero nadie tiene mi contraseña de Instagram. No tengo un community manager, nadie responde un mensaje, nadie me edita un reel, nadie me pasa una idea. La gente no entiende y me dice, ¿de qué trabajás? Y mantenida … Trabajo de productora, editora, le pongo la cara, edito, pienso la idea, marketing, todo. Hago de community manager, lo que hace una empresa entera. Me lo organizo, me hago todo sola y es un laburo, porque las marcas ponen más plata en las redes que en ningún otro lado. La gente piensa que a mí me gusta estar como una boluda mostrando cómo me cambio la ropita. ¡No! Pienso, me tomo el tiempo, me agarro la ropa, me la preparo, vestuarista, todo soy. Y pensar las ideas que sé que a la gente la van a enganchar para que siempre haya movimiento, es algo de todos los días. – ¿Todos los días grabás? – Sí, aunque sea una historia. Porque es como el rating, se te van para abajo un día o dos que no subís un posteo las visualizaciones o el alcance. Es lo que te piden las marcas y en relación a eso también te ponen un precio. – ¿Quién te dice ‘mantenida’? – Mucha gente piensa que me mantiene mi mamá, Sebastián o mi papá. ¿De qué trabaja?” “¿Qué hacés?” “¿Quién te pagó la casa?” – Vos te la pagaste. – Sí, vendí el PH y pedí prestado. Cumplo 21 años, soy mayor de edad en los medios, 21 años hace que laburo. MARÍA LAURA SANTILLÁN CON JUANA REPETTO: “¿DE QUÉ TRABAJA? ¿QUIÉN TE PAGÓ LA CASA? MUCHA GENTE CREE QUE ME MANTIENE MI MAMÁ, MI PAPÁ, O CUALQUIERA” – Empezaste trabajando como actriz. ¿Esto es lo que más te gusta? – Me encanta la comunicación, me copa tener un espacio donde uno pueda hacer y decir lo que quiere. Nada que me guste menos a mí que me digan lo que tengo que hacer. El streaming y el podcast, también me copan, siempre es comunicar. “CUATRO AÑOS TIENE, PERO NO ES QUE YO QUIERA QUE TOME LA TETA, SE ME EMPEZÓ A COMPLICAR TODO” – ¿De todas las cosas que contás, qué es lo que más le irrita a la gente? ¿Tus decisiones con la crianza de tus hijos? Por ejemplo, contaste que le das la teta a Belisario a los tres años. – Cuatro tiene, pero no es que yo quiera que tome teta, estoy en un momento en que se me empezó a complicar todo. La gente critica todo, tenés el que te dice: sos mi ejemplo, te amo, que genia que le das teta los cuatro años. Y está el que dice que eso le parece un horror. Y al mismo que dice que la teta le parece genial a los cuatro, le parece un horror otra cosa. No te tenés que agarrar ni del que te dice ‘sos mi ídola’ ni del que te dice ‘sos una forra’. – Dijiste, tiene cuatro años, toma teta y no quiero. – No quiero, pero tampoco tengo la voluntad de sacársela. Es un no quiero, es un no puedo, no tengo la voluntad. No es tan fácil. Si le digo que va a dejar de tomar la teta le agarra un ataque de llanto. Tengo que tener el tiempo, la paciencia, no tener a mi mamá oyendo al chico gritar a la hora de dormir. Yo soy una relajada con la teta y me gusta darles mucho tiempo, Toro tomó tres años y con Beli se me empezó a complicar, está más demandante, más pegote. Encararé la situación en la casa nueva. "Si le digo que va a dejar de tomar la teta le agarra un ataque de llanto", contó Juana Repetto “SALVO UNO O DOS CASOS EN MI GRUPO DE AMIGOS NO CRÍAN 50 Y 50” – Hace poco hablaste de que la crianza nunca es 50 y 50, como se supone debería ser entre un varón y una mujer. – Yo creo que no. Mil perdones a todos mis amigos o a los maridos de mis amigas, pero salvo uno o dos casos de todo mi grupo de amigos, no crían 50 y 50. ¡La carga mental de una madre! Si yo pregunto, ¿cuándo fue la última vez que fue al médico? ¿Cuánto pesa? ¿Cuánto ibuprofeno tiene que tomar si tiene fiebre? ¿Qué uniforme lleva? ¿Cuáles son los días de gimnasia? ¿Qué lleva mañana de snack? ¿Qué almorzó al mediodía en el colegio? ¿Qué vamos a comer hoy a la noche? El que está más tiempo en la casa y tiene más tiempo de organizar todo eso va a tener más carga mental y se va a ocupar más. –Cuando los hombres se ocupan mucho son historias excepcionales, para compartir. – ‘¡Mirá! ¡Cómo se ocupa! Está en el chat de mamis, dicen. – Hay un padre, ponele, dos. – Con Toro no funcionó, intentamos hacer un chat con todos, nadie hablaba y nos quedamos con el de mamis. Con Beli este año decimos todo en el chat grupal, mamis y papis. Lo de 50 y 50 la verdad es que no. Cuando hablé de esto leí solo dos comentarios entre miles “yo realmente sí crío 50 y 50”. A mi me gusta ocuparme, tampoco doy mucho lugar. – Para criar y tener un hijo sola está claro que tenías ganas de ocuparte. Quiero ser amiga de Toro. Veo que Nico tiene devoción por Toro, es como sabio. – Es un personaje. El otro día volví a compartir un video del día del nacimiento de Beli. Yo caminaba para que arrancara el parto porque no quería inducción, Toro andaba en bici y me dijo: vamos a casa mamá, veo confianza en tus ojos. Yo había escuchado “conciencia” y le volví a preguntar, quería que lo repitiera para que quedara grabado, no podía ser real. Yo estaba haciendo todo un laburo para parir en el agua, necesitaba ir con confianza. Al rato tenía al chico en brazos. – Estamos hablando de un niño que tenía en ese momento cuatro años. – Cuatro años y medio. “Veo confianza en tus ojos”, no sé si le había escuchado decir la palabra confianza alguna vez. Rarísimo. MARÍA LAURA SANTILLÁN CON JUANA REPETTO: “SALVO UNO O DOS CASOS DE MI GRUPO DE AMIGOS, LAS PAREJAS NO CRÍAN 50 y 50. LAS MADRES TENEMOS MÁS CARGA MENTAL” – Otra cuestión de la que me acuerdo es de la plata que gastás en terapia. Hay tres terapias. – Sí, estaba en una transición en ese momento y yo tenía tres. Más o menos una sesión de terapia o un médico privado valen 40 o 50 lucas seguro por sesión. Ahora son tres por semana: la deToro, y yo estoy haciendo dos, 150. – ¿Cómo son las terapias? – Una es thetahealing, que yo hago zoom porque él no vive acá, es la corrección de creencias del inconsciente. Le vas contando y él va agarrando la raíz de lo que cree que puede ser esa creencia. E intentás corregirla. – ¿Vos le contás una dificultad? – Como si fuese una terapia común. La otra es coach ontológico. – Yo soy tradicional. – Yo hice mucho tradicional, lo conductista me funcionó muy bien, pero se fue de vacaciones mi psicóloga, se hizo un bache en un momento que necesité mucho y me sentí muy contenida con los otros dos y dije: por acá. MARÍA LAURA SANTILLÁN CON JUANA REPETTO: “NADIE TE CRITICA SI TE VE CON UNA CARTERA DE 1000 DÓLARES, PERO SI GASTO EN TERAPIA, SÍ” – ¿Hiciste las cuentas ahora? – 150.000 pesos, por semana. Pero hay gente que gasta plata en cada boludez… – La terapia es cara y lo mejor es invertir en la cabeza. “NADIE TE CRITICA SI TE VE CON UNA CARTERA DE 1000 DOLARES, ¿PERO SI GASTO EN TERAPIA, SI? – Nadie te critica si te ve con una cartera de 1.000 dólares, ¿pero si gasto en terapia sí? ¿En la terapia de mi hijo? – No te pueden criticar por eso. – ¡Claro! ¡Barbaridades! Y después mucha gente muy amorosa diciéndome: encomendate a Dios que es gratis, jajajaja. O gente ofreciéndome sus servicios, tengo una comunidad espectacular. – Es la plata mejor invertida. La vida cotidiana contada por vos es muy divertida, por más que cuentes cosas que no son nada divertidas. Es como un reality. – Tengo como ese don, de la tragicomedia. – ¿Qué dejás de contar? ¿Aspectos muy íntimos? ¿Cosas que le pueden caer mal al otro? – A los chicos los respeto un montón, no subo nada sin pedirles permiso, no cuento nada que no chequee con ellos. Tengo… si supieras los quilombos. – ¿Pero nunca es por vergüenza? – Cosas entre amigos o de la familia, de vínculos no comparto mucho. Yo comparto lo mío, muy personal. – Además de contar, cuestionás todo, ¿hay una queja, o no? – A veces es una situación de descarga, no es una queja. Era ‘la queja de Juana respecto de la plata que gasta en terapia’ yo no me estaba quejando. Se armó una cosa… Lo de la plata de la terapia lo dije al pasar en mi podcast, justo hicieron el recorte de eso, hay gente que sabe qué recortar y qué subir. Cuando embalé todo en mi casa para mudarme, me llovió dentro de la casa, se me mojó todo. Le dije a mi vieja: mientras no sean ni las toallas, ni las sábanas, ni los peluches no me importa. Cuando fui a abrir las cajas, estaban esas tres cosas mojadas. En el video dije: ‘no importa, sabés que esta sábana no la quería, ya está’. Nadie agarra eso, es “la queja de Juana”, yo me lo tomé re bien y con humor. "Cuando embalé todo en mi casa para mudarme, me llovió dentro de la casa, se me mojó todo", recordó Juana Repetto – Te vi buscando el pasaporte. – Eso no fue una queja, me agarró desesperación porque tenía las partidas de nacimiento de los chicos que a veces para Toro me la piden. Como es una situación monoparental, a veces no entienden. El permiso Beli, las dos partidas de nacimiento, los DNI de los chicos y los pasaportes con las visas, hubiese sido un plomo perder eso, no es tan fácil hacer de vuelta todo ese papeleo. Tengo una carpetita con los documentos que están en el mismo cajón desde hace diez años. Los de la mudanza embalaron los muebles y se los llevaron con lo que había dentro de los cajones. ¿No te digo que solté? – Hablas últimamente de tu cuerpo. ¿Qué pasa con el cuerpo? – Toda la vida, desde chiquita, la adolescencia, la preadolescencia y hasta después de tenerlo a Toro siempre tuve sobrepeso. Por momentos tenía un peso saludable, pero no me veía bien, lo sufría. Hoy quiero creer que cada vez los pibes van jodiendo menos con eso y se van metiendo menos con el cuerpo del otro. – ¿Qué era lo que más te hacía sufrir? ¿La mirada del otro? – La mirada del otro. Siempre fui muy insegura con los hombres. No estaba chocha en la playa, me tapaba, no me gustaba. Después de tenerlo a Toro me empecé a meter mucho con cuestiones de alimentación y salud porque él empezaba a comer, quería saber qué es lo mejor. Y empecé a entender lo mal que hacen a la salud el azúcar, las harinas, y logré hacer todo un cambio en la alimentación. Pero con todo este quilombo me fui otra vez, estoy medio desorganizada. “QUIERO QUE ME ENTRE EL JEAN, NO ME GUSTA COMO ME QUEDA LA ROPA. ME ENCANTARÍA QUE NO ME PASARA” – Llamamos quilombo ¿a la mudanza, a la separación, o a las dos? – Fue todo junto. Pensá que en los últimos dos meses nosotros ya vivimos entre cajas. Ahora en lo de mi vieja no tengo ropa. En toda esta desorganización me clavé unos kilos. Quiero que me entre el jean, no me siento cómoda, no me gusta como me queda la ropa. Me pasa eso, ¿querés que te mienta? Me encantaría que no me pasara. – No tenés problema de peso. – Estoy en un peso saludable. Es una cosa que me quedó por todo esto que me pasó en la infancia, en la adolescencia. También dos pibes, la vida, la edad, uno no va a tener el mismo cuerpo que antes de tener dos pibes y yo sigo pretendiendo eso. Entonces me cuestiono, ¿por qué no puedo relajarme y decir estoy bárbara? – ¿Y qué pasó? ¿Empezaste a comer más cosas que no te gusta comer? – Menos, pero porquerías, harina, azúcar o un sandwichito al paso. Mi cuerpo entre que no está acostumbrado y que soy hipotiroidea, como dos días seguidos harina y subo un kilo. Tengo mi metabolismo así de choto. Estoy comiendo mal. "En toda esta desorganización me clavé unos kilos. Quiero que me entre el jean, no me siento cómoda, no me gusta como me queda la ropa", confesó Juana Repetto (Fotos de Jaime Olivos) – La cuestión es que te sientas cómoda, ¿o no? – Sí, y de verdad siento que me estoy nutriendo mal, porque lo poco que como no me nutre siquiera. Picoteo la comida de los chicos, no es que me siento a comer, salvo a la noche que nos sentamos los tres. – ¿Salís a comer con tus amigas? – Sí, yo en mi vida me tocaba una panera, ahora llego y te agarro el pan. – Este es un trabajo full time la maternidad y ser influencer también. ¿Cuál es el mejor momento? ¿Qué te hace muy feliz, Juana? – Es un horror lo que voy a decir, pero me encanta meterme en la cama con los dos un domingo, ver una película y dormirnos los tres. Siento una paz… Estoy tranquila, estamos acá, en nuestra cama, seguros los tres. ¿Viste cuando sentís que está todo bien? Que nada puede pasar? – ¿Por qué sería un horror? – No sé, porque la gente me dicen… “¿Como que el mejor momento sea una peli con los pibes en la cama? – Podemos hacerlo más seguido que los domingos. “MIS HIJOS DUERMEN CONMIGO TODOS LOS DIAS DESDE HACE 1 AÑO Y MEDIO” – Los míos duermen conmigo todos los días. – ¿Hace cuánto tiempo duermen en tu cama? – Desde hace un año y medio, y antes se pasaban. Ahora estamos en lo de mamá en el mismo cuarto. Se duermen, yo después veo una serie y me acuesto. – Va a ser muy difícil mudarlos, hay dos tareas por delante, la teta y la cama. – Creo que un poco van de la mano. Ahora están motivados con el cuarto de la casa nueva. Le propuse a Toro que en principio duerman los dos en el mismo cuarto, me dijo que sí. Vengo haciendo un trabajito. En otra casa, los acostaba en su cuarto a los dos y se pasaban después. Soy colechera, me gusta dormir con ellos. – Vas a extrañarlos en la cama. – Olvidate, no voy a querer que se vayan. – El momento más feliz es el colecho. Digámoslo. – Es espectacular dormir con tus hijos, está todo bien. Cuando no se pasaban, yo me despertaba, iba a verlos porque no sabía si estaban bien. Va a ser todo un proceso para todos. – Falta, tenés un mes de felicidad completa, vacaciones, y una mamá que te cuida un poco, una fiesta. – Chocha. Es un buen momento. – Estás en un gran momento. Los que dicen que se queja Juana Repetto están confundidos – Me quejo, un poco me quejo.

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