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  • Fuerte caída del consumo en bares y restaurantes: venden hasta 30% menos

    » Data Chaco

    Fecha: 26/07/2025 21:08

    El consumo en bares y restaurantes cayó entre un 20% y un 30% en lo que va de 2025, según datos de referentes del sector. La merma duplica la registrada en 2024 y afecta tanto al turismo como al público local, que ajustó sus hábitos para sostener salidas más esporádicas y austeras. La crisis se agrava por el incremento de los costos fijos. Las tarifas de servicios se duplicaron, los alquileres se dispararon y el peso del costo laboral resulta insostenible para muchos locales, que ya no logran cubrir sus gastos con la facturación actual. La demanda se mantiene deprimida y no convalida aumentos de precios. "El consumo gastronómico está completamente deprimido", afirmó Carlos Alberto Yanelli, presidente de la Cámara de Restaurantes. Explicó que, aunque el contexto general muestra señales de desaceleración inflacionaria, los precios de mercadería, servicios y alquileres continúan por encima del promedio, lo que impacta directamente en la rentabilidad. "No podemos trasladar esos aumentos a la carta porque la demanda no los valida", subrayó. Daniel Prieto, presidente de la Asociación de Hoteles, Restaurantes, Confiterías y Cafés (AHRCC), coincidió en que "la caída interanual ronda el 30%" y remarcó que el turismo tampoco sostiene la actividad como en otras crisis. "Antes, si bajaba el turismo por el tipo de cambio, subía el consumo local. Hoy bajaron ambos. Viene menos gente, y la que viene, gasta menos". Adaptarse al cambio Frente al panorama adverso, los establecimientos buscan adaptarse con cartas más reducidas, acuerdos con proveedores y promociones con tarjetas o menús ejecutivos en horarios de baja demanda. Otros optan por porciones más grandes para compartir o campañas en redes sociales para mantenerse visibles. "Cada restaurante conoce a su cliente y aplica estrategias para sostenerlo", indicó Yanelli. El cambio de hábitos también se refleja en los platos elegidos. "Las parrillas dejaron de ofrecer cortes caros como lomo o vacío, y optan por opciones más accesibles", explicó Prieto. En pizzerías y bodegones, los platos para compartir ganaron terreno, en muchos casos como respuesta obligada a la pérdida del poder adquisitivo. Desde la Cámara advierten que el rubro gastronómico "es de los primeros en sentir el golpe y de los últimos en recuperarse". La pérdida de empleos ya es visible, al igual que el achicamiento de estructuras para evitar cierres. "Hay que reducir porque la estructura anterior es inviable", dijo Yanelli. El cierre de locales pequeños en barrios con menor circulación también se intensificó. Muchos debieron prescindir de personal fijo y optar por servicios tercerizados, lo que impacta en la calidad del servicio y en la estabilidad laboral. Algunos concentraron sus operaciones en una única sede, abandonando sucursales deficitarias. Menos turismo, menos clientes La baja del turismo afecta con fuerza, en Buenos Aires, a zonas como San Telmo, Recoleta o el Centro porteño. "En La Boca o San Telmo casi no hay turismo, ni europeo, ni del interior, ni limítrofe", advirtió Prieto. Según datos del sector, el déficit turístico del primer cuatrimestre alcanzó un récord: un saldo negativo de 5,1 millones de personas. A esto se suma un cambio estructural en el comportamiento del consumidor: el cliente que antes salía tres veces por semana ahora lo hace una sola y prioriza propuestas de bajo costo. El ticket promedio cayó tanto en almuerzos como en cenas, y la merienda —históricamente un refugio accesible— también perdió volumen. Las cafeterías responden con combos promocionales y mayor rotación de turnos. Para los referentes del sector, el camino hacia la recuperación exige una doble estrategia: racionalizar costos y mantener viva la demanda, aunque sea en menor escala. En muchos casos, la fidelización del cliente habitual marca la diferencia entre cerrar o resistir. Por eso se multiplican las propuestas específicas, como menús rotativos, experiencias temáticas o alianzas con otras marcas barriales. Expertos coinciden en que una desregulación impositiva podría aliviar la presión sobre los márgenes. Proponen la reducción de cargas tributarias locales y nacionales, así como la revisión de tasas y habilitaciones, como herramientas clave para recomponer rentabilidad sin trasladar aumentos al consumidor. En el contexto actual, señalan, cada punto de alivio puede marcar la diferencia entre subsistir o bajar la persiana. Las proyecciones para la segunda mitad del año son inciertas. La estacionalidad invernal complica aún más la situación, especialmente en zonas de baja densidad de población. El sector espera que el turismo de primavera y las vacaciones de fin de año contribuyan a aliviar el panorama, aunque advierten que sin una recuperación general del ingreso, bares y restaurantes seguirán en crisis. A pesar del contexto adverso, algunos locales intentan diversificar su oferta mediante el delivery o la venta de platos listos para terminar en casa. Otros refuerzan la comunicación digital para atraer nuevos públicos. "No se sale solo. El rubro no es una isla. Necesitamos una reactivación general", concluyó Yanelli. Notas Relacionadas

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