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» Diario Cordoba
Fecha: 26/07/2025 19:24
En el corazón de España late un viejo conocido del Barça. Un triángulo de talento, confianza y memoria que lleva más de una década afilando automatismos y cultivando una complicidad que roza lo místico. Patri Guijarro, Aitana Bonmatí y Alexia Putellas forman, según muchas voces autorizadas —incluidas las de sus rivales—, "el mejor centro del campo del mundo". Y por fin, en esta Eurocopa 2025, lo están demostrando con la camiseta de la selección. No ha sido un camino fácil. Durante años, este tridente que ha dominado Europa con el Barça parecía condenado a no encontrarse con España. En 2019, ninguna era titular indiscutible. En 2022, Alexia se rompía el cruzado en la víspera del debut. En 2023, Patri decidía no acudir al Mundial como protesta por las condiciones impuestas por la RFEF. Y cuando por fin coincidieron en los Juegos Olímpicos, Montse Tomé solo apostó por ellas de inicio en dos partidos. Pero el verano de 2025 ha roto el maleficio. La Eurocopa ha devuelto a las tres a su mejor versión, juntas, por fin, como en casa. Aunque Aitana llegó al torneo tras ser hospitalizada por una meningitis vírica, se ha ido entonando a cada paso. Fue suplente en los dos primeros partidos, pero deslumbró en los dos siguientes, llevándose el premio a MVP tanto en cuartos como en semifinales. Patri brilló contra Italia. Y Alexia, imponente desde el primer día, guio a la Roja en la fase de grupos con una maestría que recuerda por qué ganó dos Balones de Oro consecutivos. Casi diez años juntas Entre Alexia y Aitana acumulan los últimos cuatro Balones de Oro. Pero los galardones apenas rozan la superficie de lo que representan en el campo. Son memoria táctica y emoción contenida. Son gestos que preceden a las palabras, pases que no necesitan explicación. “Nos entendemos prácticamente sin hablar”, resume Alexia. “Sabemos dónde vamos a estar cada una, conocemos nuestras virtudes y cómo explotarlas para ayudar al equipo. Las tres somos más completas cada temporada”. Aunque llevan casi diez años juntas -Alexia debutó con el Barça en 2012, Patri, en 2015, y Aitana, en 2016-, la temporada 2020-21 en el Barça marcó el inicio de su consolidación como tridente habitual. Aunque antes compartieron medular con Vicky Losada o Hamraoui, fue entonces cuando la conexión entre las tres se volvió costumbre. Y desde entonces, el equipo ha crecido en torno a ellas. Patri Guijarro, Alexia Putellas y Aitana Bonmatí posan para SPORT / FCB El tridente perfecto Patri es el eje. La menos ruidosa, pero la más indispensable. “Llevamos tantos años trabajando juntas que ya sabemos lo que pensamos sin decirlo”, afirma. Su lectura del juego, siempre un segundo por delante, permite que Aitana y Alexia vuelen. “Para mí, es la mejor en su posición en el mundo”, sentencia Tomé. “No es un rol fácil, no siempre tiene reconocimiento, pero su humildad y trabajo hacen que las demás puedan jugar con más libertad”. Aitana, por su parte, representa el vértigo. Juega a una velocidad diferente, combina precisión quirúrgica con la creatividad de una artista de vanguardia. “Tenemos un juego único”, explica. “No solo las centrocampistas, también las de banda que vienen a recibir, como Mariona o Pina, nos hacen mejores y hacen que podamos crear esa superioridad por dentro. Llevo toda la vida jugando con ellas”. Y Alexia, la veterana de las tres, es el equilibrio. Su regreso tras dos años marcados por la lesión ha sido tan imponente como sereno. "Soy mejor Alexia", repite. Y se nota: en la pausa, en la toma de decisiones, en su liderazgo tranquilo y natural. "Ahora que ha vuelto a este nivel tras una lesión tan dura, lo notamos mucho en la fluidez del juego. Y sabemos que si estamos bien en el centro del campo, el equipo está más cerca de ganar". También lo saben en Inglaterra. Keira Walsh, ex compañera de las tres en el Barça y rival en la final: “Aitana es increíble, pero si intentas anularla, tienes que lidiar con Patri, con Alexia, con Mariona…”. En esta España coral, todo empieza por el centro. Y cuando su motor son tres jugadoras que no necesitan hablar para entenderse, el fútbol se convierte en algo más. En danza, en intuición. En arte
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