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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 25/07/2025 16:36
El individuo adoptó una identidad femenina en redes sociales y aplicaciones de citas, donde sostuvo relaciones sexuales con más de 200 hombres. (X) ‘Sister Hong’ es un hombre de 38 años que se ha convertido en protagonista de uno de los casos más virales en China en lo que va del año. El sujeto se hacía pasar por mujer en redes sociales y aplicaciones de citas, donde mantuvo encuentros sexuales con más de 200 hombres, a quienes grabó en secreto sin su consentimiento y vendía este material por suscripción en grupos privados en línea, una práctica que llevó a su detención bajo cargos de producción y distribución de material obsceno. Utilizando peluca, maquillaje, mascarilla, filtros y un modulador de voz, creó una identidad femenina bajo el alias de ‘Sister Hong’. De esta manera, logró engañar a sus víctimas y comercializar ilegalmente el material obtenido. Mediante el uso de pelucas, maquillaje, mascarillas, filtros digitales y un modulador de voz, construyó una personalidad femenina con el nombre de ‘Sister Hong’. La policía de la ciudad de Nankín, en el este de China, identificó al autor de estos hechos como Nanjing Hong Jie, quien previamente residía en otra provincia. El individuo se presentaba como una mujer casada en busca de aventuras extramatrimoniales y rechazaba de manera enfática cualquier ofrecimiento de dinero, solicitando en su lugar productos domésticos como aceite, papel higiénico o frutas. Cuál es el verdadero rostro de ‘Sister Hong’ El verdadero rostro de ‘Sister Hong’ corresponde al de un hombre adulto de 38 años, de complexión robusta, con una nariz prominente y labios delgados, que maquillaba con labiales rojos para disimular sus rasgos masculinos. La identidad real detrás de 'Sister Hong' es la de un hombre de 38 años, de contextura fuerte, nariz prominente y labios finos (Difusión) También utilizaba una base de maquillaje más clara que su tono natural y recurría a pelucas para modificar su apariencia. Para reforzar su engaño, empleaba mascarillas o tapabocas, además de vestir faldas largas y blusas de manga larga que cubrían por completo su cuerpo. Según la prensa china, algunos testimonios han revelado un aspecto inesperado: ciertos hombres, al descubrir la verdadera identidad de ‘Sister Hong’, optaron por continuar con el encuentro. En algunos casos, incluso se presentaron a una segunda cita, utilizando la expresión “7” —un código local que denota resignación y puede interpretarse como “ya que estoy aquí, sigamos”. En redes sociales, circulan diversas reflexiones y memes acerca de este caso. (X) Por qué la ‘Sister Hong’ es tan viral El caso de ‘Sister Hong’ ha generado un intenso debate en China sobre los límites de la identidad en línea, el consentimiento, la privacidad y las consecuencias legales de utilizar tecnología para manipular situaciones íntimas. Las autoridades chinas consideran estos hechos como una violación grave de la privacidad y están investigando al responsable por la producción y distribución ilegal de material pornográfico. Al mismo tiempo, la situación ha provocado que numerosos usuarios creen memes sobre el caso en redes sociales. Los videos registrados por ‘Sister Hong’ sin el permiso de las personas se vendían, en promedio, por 150 yuanes cada uno. (Imagen Ilustrativa Infobae) Cuánto dinero ganaban la ‘Sister Hong’ por los videos Los videos grabados por ‘Sister Hong’ sin el consentimiento de las personas tenían un valor promedio de 150 yuanes por video, lo que equivale a unos 21 dólares, y se comercializaban en plataformas de contenido para adultos. Estos encuentros se producían después de que, a través de perfiles falsos en aplicaciones de citas populares como QQ, Momo y WeChat, este individuo construyera una identidad femenina convincente, utilizando imágenes retocadas y recursos tecnológicos para pasar desapercibido. Una vez que lograba captar la atención de sus víctimas, organizaba encuentros presenciales en los que no aceptaba dinero, sino que solicitaba productos como frutas, aceite, artículos para el hogar e incluso dispositivos electrónicos a cambio. El sujeto organizaba citas presenciales en las que pedía productos o dispositivos en lugar de dinero. (X) Lo que aparentaba ser una cita inofensiva ocultaba una intención ilícita, ya que durante los encuentros íntimos el acusado instalaba cámaras ocultas en su domicilio para grabar a sus acompañantes sin su conocimiento. Las citas se llevaron a cabo sin el uso de protección, lo que ha generado preocupación en redes sociales ante la posibilidad de transmisión de enfermedades. Asimismo, las autoridades chinas han invitado a los individuos afectados a que se realicen los exámenes pertinentes.
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