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Concordia » Hora Digital
Fecha: 24/07/2025 14:46
El máximo tribunal de justicia de la ONU determinó que el incumplimiento de las obligaciones climáticas de los países puede constituir un \"acto ilícito\" y abrir la puerta a indemnizaciones a los países afectados. En un histórico dictamen, la Corte Internacional de Justicia (CIJ), el máximo tribunal de la Organización de las Naciones Unidas, declaró que el cambio climático es una “amenaza urgente y existencial” que afecta tanto a los ecosistemas naturales como a las poblaciones humanas. Esta opinión consultiva, emitida el 23 de julio, responde a una solicitud de la Asamblea General de la ONU y se perfila como un punto de inflexión en la lucha legal por la justicia climática, que además permitirá que países afectados reclamen indemnizaciones por daños. El presidente de la CIJ, Yuji Iwasawa, resumió el impacto global del cambio climático al afirmar que “las consecuencias del cambio climático son graves y tienen un gran alcance: afectan tanto a los ecosistemas naturales como a las poblaciones humanas. Estas consecuencias ponen en relieve la amenaza urgente y existencial que supone el cambio climático”. Su declaración subraya la magnitud del problema, que se expande más allá de los fenómenos meteorológicos extremos, afectando directamente los derechos humanos fundamentales. Esto no les gusta a los autoritarios El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad. Hoy más que nunca Suscribite El padrino de la IA alertó sobre amenazas "catastróficas": temor por la pérdida del control y la extinción humana Qué dice el fallo histórico sobre justicia climática El dictamen de la CIJ establece que los Estados tienen una obligación estricta de proteger el sistema climático, para el bienestar de la población global. En palabras de Iwasawa, “el Tribunal considera que también se aplica al sistema climático, que forma parte integrante y es un componente esencial del medio ambiente y que debe protegerse para las generaciones actuales y futuras”. De acuerdo con la Corte, el incumplimiento de estas obligaciones por parte de un Estado constituye un “acto internacional ilícito”, lo que podría llevar a las naciones responsables a enfrentar indemnizaciones por los daños sufridos por los países afectados. “Las consecuencias jurídicas derivadas de la comisión de un acto internacional ilícito pueden incluir (…) la reparación íntegra del perjuicio sufrido por los Estados lesionados en forma de restitución, indemnización y satisfacción”, explicó Iwasawa. Trump acusó a Obama de “traición” e intento de "golpe de Estado", en medio del escándalo por el caso Epstein La demanda que llevó este caso ante la CIJ fue impulsada por Vanuatu, una nación insular en el Pacífico que enfrenta una amenaza directa debido al aumento del nivel del mar. Su ministro de Cambio Climático, Ralph Regenvanu, celebró el dictamen como un “hito histórico para el clima” y un “cambio de rumbo muy importante en este momento tan crítico”. “Lo que está en juego no podría ser más grave: la supervivencia de mi pueblo y de muchos otros”, sostuvo Regenvanu, destacando la urgencia del asunto. Este país, junto con otros más de 130 miembros de la ONU, ha presionado durante años para que se reconozcan las obligaciones legales de los países en relación con el cambio climático, especialmente en un contexto en el que los países industrializados y grandes emisores de gases de efecto invernadero aún no asumen medidas suficientes. Las quejas de los países más contaminadores Los grandes contaminadores, como Estados Unidos e India, se han opuesto firmemente a la idea de que la Corte de La Haya pueda ordenar reducciones de emisiones o compensaciones económicas. Durante las audiencias ante la CIJ, estos países defendieron que las estructuras legales existentes, como la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) y las conferencias de las partes (COP), eran suficientes para abordar el problema. Sin embargo, los países en desarrollo y las naciones insulares exigieron medidas más estrictas y vinculantes, incluidas compensaciones financieras por parte de los grandes emisores. La resolución del máximo tribunal de la ONU surgió de un pedido de la Asamblea General liderado por países insulares. El fallo de la Corte también tiene implicaciones más amplias para el futuro de la justicia climática a nivel mundial. A través de esta opinión consultiva, el tribunal subrayó que el derecho a un entorno saludable es fundamental para el ejercicio de otros derechos humanos. Esto no solo refuerza la noción de que el cambio climático es una cuestión de derechos humanos, sino que establece un marco legal que podría facilitar futuras demandas internacionales entre Estados y entre ciudadanos y gobiernos. La CIJ es la última de una serie de victorias legales recientes que han sentado precedentes en la lucha contra la crisis climática. Entre ellas se incluyen fallos como el de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que en 2025 dictaminó que los Estados deben no solo evitar daños al medio ambiente, sino también proteger y restaurar los ecosistemas. Del mismo modo, en 2024, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos determinó que los países tienen el deber de proteger a sus ciudadanos de los efectos más devastadores del cambio climático. CD/EM
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