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» La Capital
Fecha: 24/07/2025 10:18
Al igual que la Municipalidad de Rosario y el gobierno de Santa Fe, las familias de Renato, Leo y Daniel se unieron para ir a la Justicia en busca de respuestas El fentanilo contaminado ocupa, desde hace varios meses, tapas de medios locales y nacionales. Hay una lista de 54 fallecidos bajo la lupa y las familias buscan unirse para esclarecer los hechos y conseguir justicia. Mientras la justicia federal avanza recopilando información, testimonios y pruebas, La Capital recopiló testimonios de tres familias que forman parte de la querella junto a la Municipalidad de Rosario y el gobierno de Santa Fe , entre otros . Sol es la mamá de Renato , un chico de 18 años que fue internado luego de un accidente con su motocicleta en Chascomús, ciudad ubicada a una hora de La Plata. David y Alejandro son los hermanos de Leonel, docente y músico de conservatorio de 32 años oriundo de Florencio Varela que llegó al hospital derivado de una clínica de Berazategui, del sur de Buenos Aires. Gisele es hermana de Daniel, un paciente que los últimos 16 años estuvo en diálisis y recién había cumplido 44 años cuando ingresó a la clínica. Los tres fallecieron tras ser internados en el Hospital Italiano de La Plata, lugar donde salieron a la luz los primeros casos y que se constituyó también como querellante . Las tres familias lamentaron la pérdida de sus seres queridos entre marzo y abril de este año, cuando se utilizaroan las ampollas de fentanilo contaminadas. Estas son tres de las cinco familias querellantes en la causa y todas tienen un denominador en común: quieren descubrir la verdad sobre los últimos días de Renato, Leonel y Daniel . El 13 de mayo, la Anmat emitió una alerta nacional a todos los hospitales del país y confirmó la contaminación del fentanilo producido en Laboratorio Ramallo para HLB Pharma Group , plantas que fueron clausuradas. A partir de allí se destapó una serie de casos. image La llamada de atención de la Anmat alertó a los equipos médicos que rápidamente retiraron los lotes señalados, pero también cpmenzaron a revisar cada paciente que hubiera recibido la medicación bajo sospecha. El Juzgado N° 3 de La Plata bajo la conducción del juez Ernesto Kreplak comenzó la investigación, levantó la feria judicial para esta causa, ordenó allanamientos, prohibió la salida del país a las autoridades del laboratorio y hasta llamó a declarar a Sol Francese, mamá de Renato Nicolini, la víctima más joven del fentanilo contaminado. Renato, el menor de cuatro hermanos Renato Nicoletti tenía 18 años y trabajaba como cerrajero en el negocio familiar. Era el menor de cuatro hermanos. Amante del deporte. Poco tiempo atrás se había ido a vivir solo y había cambiado su auto por la moto con la cual tuvo el accidente, episodio que lo llevó al hospital Italiano de La Plata. El 25 de abril, Renato ingresó a terapia intensiva y el 1° de mayo decretaron su fallecimiento. “Virus intrahospitalario”, le dijeron desde el sanatorio, pero Sol y la familia de Renato no se quedaron conformes. “Nos comentó un familiar de otro paciente que estaba en terapia y por los síntomas yo sospeché que era por el fentanilo”, dijo la madre a La Capital. Al tercer día de internación Renato levantó fiebre y 24 horas más tarde le diagnostican una neumonía. image Acompañada de su tía y abogada Adriana Francese, la mamá de Renato terminó confirmando su sospecha. La historia clínica marcaba la presencia de Klebsiella pneumoniae y Ralstonia pickettii, las bacterias que generaron la descompensación de Renato. “Nos habíamos ido pensando que se murió por el golpe del accidente, pero a los días me entero que no”, remarcó Sol, que tras esa noticia se presentó en el juzgado de La Plata para formar parte de la querella y a mediados de junio fue llamada a declarar. >> Leer más: Muertes por fentanilo: "No hay riesgos para los santafesinos" Sol destacó la presencia de los gobiernos de Rosario y Santa Fe como querellantes, pero lamentó el bajo número de familias querellantes. Es que la falta de familiares deja ver que muchos “no saben de las historias clínicas de sus familiares fallecidos”. También destacó los movimientos de la justicia ya que en un primer momento “tenía miedo porque el juez Kreplak es hermano de Nicolás Kreplak, ministro de Salud de Buenos Aires, y no quería que se esconda nada, pero la investigación marcha”. La familia de Renato expuso que el joven se convirtió en donante de riñón, hígado y corneas y la familia tiene contacto con algunos de los trasplantados. Fue una de las primeras en exponer su caso. Esto llamó a varias más como David y Alejandro, que meses atrás sufrieron el fallecimiento de su hermano Leonel, un docente de Florencio Varela. Leonel, músico y docente destacado Licenciado en Educación con un destacado promedio, Leonel Ayala estaba intentando ser Inspector de enseñanza en Florencio Varela. Músico de conservatorio, primero comenzó con el contrabajo y se pasó luego al chelo. Su técnica era precisa y estudiada a detalle. En febrero se fue de vacaciones a Brasil con uno de sus hermanos. En su acta de defunción, se marca “paro cardiorrespiratorio” por una pancreatitis que lo tuvo internado del 15 de marzo al 7 de abril en el Hospital Italiano. Previamente, estuvo 10 días en la clínica Ranelagh de Berazategui, donde un mal diagnóstico y prácticas innecesarias terminaron agravando un cuadro que derivó en su traslado a La Plata, donde fue intervenido quirúrgicamente. Los primeros días el tratamiento avanzaba. La familia de Leonel veía cómo mejoraba, usaba su celular y estaba en contacto con sus amigos y compañeros de trabajo, pero el 7 de abril todo cambió. Fiebre, sepsis, palidez y taquicardia. “De la noche a la mañana Leonel murió ”, dijo David, uno de los hermanos en diálogo con La Capital. image Un mes después de su fallecimiento, a mediados de mayo, los medios alertaron a la familia de Lionel, que se acercó al hospital. En primera instancia les negaron la información y su relación con el fentanilo. Es más, Leonel Ayala no aparecía en la lista oficial de 18 víctimas que entregó la clínica a la justicia. Sin embargo, no se quedaron conconformes y mediante una presentación judicial bajo asesoramiento y un perito particular, la familia pudo determinar que el fallecimiento fue producto de la aplicación del opioide contaminado. “Somos la voz de los seres queridos que no están”, lamentó Alejandro, el otro hermano de Leonel que habló con La Capital. Una bacteria que no podían combatir, brote de tuberculosis, neumonía generalizada, pacientes aislados “como en un contexto de Covid”, describieron los hermanos todas las teorías que escucharon durante este tiempo. “La muerte de Leo, aparte de que nos dolió mucho, nos dejó muchas incógnitas, porque venía en una evolución creciente. La veíamos”, agregó David. Dado que su hermano estuvo internado en el periodo que se suministró la droga contaminada, las sospechas hicieron que la familia tomase la decisión de realizar el reclamo. “Nos enteramos por la fuerza, por la capacidad de no conformarnos con los que nos dicen, de luchar también por nuestros seres queridos”, agregaron. Ante esta situación, los hermanos se comunicaron con Sol y se unieron a la querella. Aún esperan ser citados para declarar y dar su versión ante el juzgado. “Nosotros fuimos con la esperanza de llevarlo a mi hermano a un lugar que lo curen y lo terminaron asesinando”, esgrimió David. Daniel, el que la venía peleando Gisele se quiebra al contar su versión por primera vez a los medios. Todavía la muerte de su hermano mayor, Daniel Oviedo, la tiene en duelo. Ella es la parte fuerte de una familia integrada además por sus padres, de más de 70 años. Pidió la historia clínica fotocopiada, harta de los emails. Y repasa cada hoja donde se lee la historia de salud de su hermano, de 44 años, quien hace 16 estaba en diálisis, un tratamiento desgastante. Las amigas de Gisele fueron quienes le advirtieron del fentanilo contaminado en el hospital Italiano. Al mismo tiempo, su padre lo leyó en el diario El Día de La Plata. El 24 de mayo se acercaron al hospital y confirmaron la causa del fallecimiento de Daniel. Fue el propio Roberto Martínez, director de la clínica, quien lo confirmó en la lista oficial de 18 víctimas. Al recibir esta noticia, Gisele recordó las palabras de una médica que fue la única que advirtió la presencia de una anomalía difícil de detectar. Gisele no tiene más que palabras de agradecimiento para todos los terapistas, no así con la atención en la guardia. Daniel había estado internado menos de una semana a mediados de febrero luego de convulsionar por falta de calcio. Se recuperó bien, pero el 25 de febrero decidió regresar para control, atemorizado por lo sucedido. Cuando escuchó “neumonía” se alteró más aún y quedó internado hasta el 17 de mayo cuando decretan su fallecimiento. La familia de Daniel se acercó al Juzgado de La Plata y de allí al Italiano. Luego, con la ratificación, se contactó con David y Alejandro por Facebook, a los cuales conoció en la terapia intensiva de la clínica: “Leo le decía ‘te amo’ todo el tiempo, como mi hermano a nosotros”, recordó Gisele ante La Capital. La familia Oviedo, mediante un abogado de defensoría pública, se alistó como querellante de la causa para buscar justicia por su hermano y papá de tres hijos de 4, 15 y 19 años.
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