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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 23/07/2025 12:52
La amenaza de una cuotificación de las importaciones chinas de carne vacuna pende sobre el futuro de muchos países exportadores (EFE) El negocio global de la carne vacuna muestra una cara exitosa a través de los precios que están pagando algunos importadores, pero ha entrado en turbulencias que nos llevan a lidiar con una novedad no siempre amigable cada día. El tema que nos ocupa quedó en segundo plano, pero mantiene plena vigencia. Es más, su importancia se potencia en medio de la guerra comercial que ha lanzado Trump contra casi todo el planeta, lo cual incluye a uno de sus abastecedores clave de carne vacuna: Brasil. La referencia es a las noticias que indican que ahora es China la que estaría tratando de patear el tablero. Iniciada el año pasado, la revisión de las importaciones de carne bovina por parte del gobierno del gigante asiático –en las que sospecha supuestas maniobras irregulares- abarca a todos los proveedores del emblemático producto, debido a que –de acuerdo con lo que dicen sus funcionarios- la menor demanda y el exceso de oferta interna afectaron su mercado. Según informa Reuters, Beijing asegura que emitirá una resolución “justa y objetiva” luego de una audiencia clave dentro de su investigación en curso, que podría conducir a aranceles más altos o límites a las importaciones si descubre que los productores del país están en riesgo. Respecto de este tema, World Beef indica que China podría imponer una cuota global a la importación de carnes bovinas, como resultado de esta investigación. En realidad la decisión sobre este tema se había anunciado para el mes de junio pasado, pero todavía está pendiente. Las autoridades chinas hablan de un aluvión de carne vacuna importada como contraparte de un consumo que no acompaña lo suficiente (EFE) Se dice que la llegada de grandes volúmenes de compras realizadas en el pasado mes de abril a precios elevados provocó un aumento de los stocks de mercadería en puerto, lo que ejerció una presión a la baja sobre el mercado. Este escenario se combinó con una demanda local débil, lo que derivó en que la tendencia al alza registrada en la primera mitad de junio comenzara a desacelerarse, para empezar a registrarse bajas en algunos cortes, escenario que fue agudizándose hacia finales de mes. Desde luego, la noticia sobre la imposición de un arancel adicional del 50 por ciento sobre la carne brasileña anunciada por Donald Trump puede complicar la supuesta sobreoferta que sufren los chinos; se supone que el grueso de lo que no venda el socio del Mercosur a Estados Unidos terminará sus días detrás de la Gran Muralla. De ahí que han circulado versiones de todo tipo respecto de la postura que va a tomar el gigante asiático en relación a sus importaciones de carne vacuna. Según Worl Beef, en un principio se había manejado la idea de que China impondría un sistema de cuotas en función del volumen que exporta cada uno de sus proveedores, pero ahora comenzó a cobrar fuerza la versión de una “cuota global y el que llega antes la usa”. El primer ministro australiano corrió hacia China para asegurar el negocio de su país en medio de rumores preocupantes (Reuters) Esta posibilidad genera temor en distintos proveedores de carne bovina a China, porque el único país con capacidad de introducir un “gran volumen en un período muy acotado de tiempo sería Brasil”, según entienden los especialistas. Uno de los más preocupados es Australia, por eso el primer ministro Anthony Albanese visitó China con el temor de que la cuota sin aranceles que tiene en su tratado de libre comercio -208 mil toneladas y creciendo a una tasa del 3% anual- pueda complicarse por la cuota global de importación que impondría Beijing. Como resultado de esta visita, China y Australia firmaron un memorando de entendimiento sobre la implementación y revisión del Tratado de Libre Comercio entre ambas naciones. Acordaron realizar una revisión conjunta para identificar áreas de mejora o expansión. Esto impulsará la liberalización y facilitación del comercio y la inversión, proporcionando un mayor apoyo institucional a la cooperación económica y comercial bilateral. Se habla incluso de un acceso preferencial con reducción de aranceles para las carnes bovinas. Es cierto, no faltan quienes adhieren a la versión más dura en el sentido de que China no dejaría ingresar más carne vacuna a su mercado una vez que se agote la cuota, mientras que otras hablan de “aranceles prohibitivos del 80% por fuera del cupo oficial. El dictamen de las autoridades chinas se conocerá en agosto. Algunas referencias advierten sobre un escenario de puertos chinos saturados de carne vacuna, siempre dentro la tendencia de los asiáticos a retacear información ( EFE) En 2024 China importo 2,87 millones de toneladas de carne vacuna fresca. Se especula con que la cuota podría bordear una cantidad cercana a estos volúmenes de importación anual. En tanto, en los primeros cinco meses de 2025, el gigante asiático compró alrededor de 1.1 millones de toneladas de carnes bovinas enfriadas y congeladas, 9 por ciento menos que en igual lapso del año pasado. Esta es la realidad imperante en un mercado global de carne vacuna que se ha complicado a partir de la guerra de tarifas iniciada por las autoridades estadounidenses. Todo el esquema de negocios es susceptible de ser replanteado en el corto plazo, lo que va a determinar ganadores y perdedores. Esperemos estar entre los primeros.
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