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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 22/07/2025 16:55
En medio de Buenas Noches, Familia, un joven cordobés emocionó a Guido Kaczka al contarle su historia de superación (Video: Buenas Noches, Familia - El Doce/El Trece) Guido Kaczka volvió a ser protagonista de uno de los momentos más emotivos de la televisión gracias a una historia que, lejos del espectáculo, tocó fibras sensibles. Esta vez todo sucedió en Buenas Noches Familia (El Trece), su nuevo ciclo de juegos y sorpresas, donde Gabriel Figueroa, un violinista cordobés de 29 años, conmovió al público con su talento y su historia de vida. Conocido artísticamente como Gabilo, el joven fue ovacionado y logró una recaudación de 52 millones de pesos. El músico se presentó en la “puerta de los shows”, el espacio del programa donde distintos artistas tienen la posibilidad de demostrar su talento. Gabilo se lució con su violín, pero también abrió su corazón y relató cómo, tras un accidente en moto que lo dejó en silla de ruedas hace diez años, la música se convirtió en su forma de resiliencia. “Vivo solo, siempre traté de ser diferente. Fue una de las cosas que me ayudaron a salir adelante”, contó emocionado. Kaczka no ocultó su sorpresa y admiración al conocer su historia y ver la reacción del público. “Qué suerte que tienen los cordobeses de escucharte en la peatonal. En la rehabilitación y haciendo fuerza, mirá lo que logró”, expresó el conductor. Y, conmovido al revisar el saldo de la billetera virtual donde se recolectan los aportes de los televidentes, añadió: “No puedo creer lo que vi”. El conductor se emocionó con la historia del violinista cordobés (Captura de video) Gabilo recaudó 52 millones de pesos tras su presentación. Con la voz quebrada, agradeció la oportunidad de estar en el programa: “Es un logro enorme. Se vuelve aun más significativo por el hecho de que la vengo peleando tanto, la vengo batallando, esforzándome, dándolo todo siempre”. En ese mismo momento, le dedicó su participación a sus padres, Roxana y Mauricio: “Esto es para ustedes, viejos. Los amo”. El joven también recordó su camino antes de decidir dedicarse por completo a su verdadero sueño: “Me bancaron porque estuve estudiando Ingeniería un tiempo y bueno, mi pasión siempre fue la música y me fui a lo mío”. Cerró con una reflexión que dejó una huella en el estudio: “Siempre hay un propósito en cada adversidad y creo que mi propósito tiene que ver con esto, con mi pasión”. Este no fue el único momento cargado de emoción que vivió el conductor en los últimos días. En una edición anterior del ciclo, Kaczka se llevó una gran sorpresa cuando uno de los participantes del clásico “juego de la piña” resultó ser un amigo de la infancia. Sin preparación previa ni intervención de producción, el conductor se encontró cara a cara con un hombre llamado Gustavo Sarlenga, a quien no veía desde hacía años. Todo ocurrió en vivo. Guido saludó como de costumbre al nuevo participante: “Bienvenido, Gustavo”. Pero al escuchar su apellido, el tiempo pareció detenerse. “¿Sos vos? Estás igual”, exclamó sorprendido. De inmediato, se acercó y lo abrazó, en un gesto cargado de afecto. “¿Te anotaste para la piña?”, preguntó incrédulo. “Sí. Te vengo a ver a vos. ¿Hace cuántos años que no nos vemos?”, respondió Sarlenga. El desconcierto fue tal que Kaczka llegó a pensar que se trataba de una sorpresa armada por producción. “Decime, de verdad, si producción me quiso armar una sorpresa de esas que no me gustan nada... bueno, no es que no me gustan, es que me incomodan”, expresó ante cámara. Pero su amigo negó cualquier planificación. Él mismo se había anotado, sin avisar. El reencuentro continuó con risas y chicanas amistosas. “Jerry, estás cambiado”, le dijo Guido, devolviéndole el apodo de aquellos años. Y Gustavo retrucó con sinceridad: “Vos estás igual”, mientras el público celebraba el intercambio.
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