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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 18/07/2025 10:34
El cardiólogo Stephen Kopecky recomienda transformar las comidas en momentos conscientes para mejorar la salud integral (Imagen Ilustrativa Infobae) La idea de alimentación saludable suele limitarse a escoger verduras, frutas, granos integrales y grasas saludables, y a reducir carnes rojas y lácteos enteros. Sin embargo, Mayo Clinic subraya que los hábitos y el entorno durante las comidas resultan igual de relevantes para el bienestar. Stephen Kopecky, cardiólogo de la institución, propone tres hábitos fundamentales para potenciar la salud durante el momento de comer, según un reporte publicado por la institución. Sus recomendaciones, basadas en el libro Live Younger Longer de Mayo Clinic Press, impulsan transformar la rutina alimentaria mediante prácticas que trascienden la selección de alimentos. En ese sentido, Kopecky sostiene que prestar atención a la organización y el disfrute de cada comida puede influir de manera relevante en la salud a largo plazo. 1. Hacer de las comidas un evento: atención y calma Cocinar y comer en casa permite controlar los ingredientes y mantener una dieta equilibrada, según Mayo Clinic (Freepik) El doctor recomienda convertir la comida en un momento especial, alejado de la costumbre de hacerlo rápido o distraído. “Comer no debería ser una ocurrencia tardía, como tomar una hamburguesa de camino al partido de fútbol de tu hijo”, explicó Kopecky. Preparar y disfrutar los alimentos con calma permite que el acto de comer se convierta en un instante de pausa y conciencia. Además, dedicar tiempo a la mesa ayuda a reducir la velocidad con la que se come, afectando directamente la cantidad de alimentos ingeridos. Existe un desfase de unos diez minutos entre el momento en que el estómago se llena y cuando el cerebro percibe saciedad. “Cuanto más despacio comas, menos probable es que comas en exceso”, señaló Kopecky. Este enfoque disminuye la tendencia a consumir alimentos en exceso, favorece la digestión y promueve una mayor satisfacción durante la comida. Transformar la comida en un evento fomenta la atención plena y ayuda a evitar el consumo automático o impulsivo de alimentos. 2. Cocinar y comer en casa: control y equilibrio Preparar y disfrutar los alimentos con calma ayuda a evitar el consumo excesivo y favorece la digestión (Imagen Ilustrativa Infobae) Kopecky aconseja priorizar la preparación y el consumo de alimentos en casa. Comer afuera, en restaurantes o locales de comida rápida, suele implicar porciones más grandes y mayor contenido de sal. Datos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), citados por Mayo Clinic, indican que apenas una de cada 2.000 comidas consumidas fuera del hogar puede clasificarse como saludable. El especialista reconoce que cocinar en casa no siempre es posible y que compartir una comida especial en un restaurante puede ser parte del disfrute ocasional. Aun así, advierte que la frecuencia de las salidas puede convertirse en un problema. “Salir a comer regularmente es donde la gente se mete en problemas”, afirmó Kopecky. Al preparar los alimentos en casa, se logra mayor control sobre los ingredientes, las porciones y los métodos de cocción, lo que facilita mantener una dieta apropiada y equilibrada. Esta práctica permite limitar el consumo de grasas saturadas, azúcares y sodio, habituales en la oferta gastronómica de muchos restaurantes. 3. Comer en compañía: bienestar emocional y social Las comidas familiares frecuentes se asocian a menores tasas de sobrepeso y mejores hábitos alimentarios (Imagen Ilustrativa Infobae) Kopecky resalta la importancia de compartir las comidas con familiares y amigos. Sentarse a la mesa con seres queridos proporciona una sensación de bienestar y conexión, reduce el estrés y fortalece los vínculos afectivos. “Compartir historias durante una comida puede disminuir el estrés y ayudarte a sentirte conectado con las personas que te importan”, indicó Kopecky. El beneficio se extiende especialmente a niños y jóvenes. Investigaciones citadas por Mayo Clinic muestran que quienes participan en, al menos, tres comidas familiares semanales tienen menos probabilidades de presentar sobrepeso y tienden a desarrollar hábitos alimentarios más saludables. “Así puedes transmitir tus hábitos saludables a las personas que más te importan”, afirmó Kopecky en Live Younger Longer. La práctica también contribuye al desarrollo emocional y social de los más jóvenes. Compartir la mesa permite a los adultos modelar conductas alimentarias positivas y fortalecer la comunicación familiar. Y hacer de cada comida un evento, cocinar y comer en casa habitualmente y compartir la mesa con seres queridos son prácticas que, según el especialista, pueden impulsar de modo relevante el bienestar físico y emocional.
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