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  • Tu gato no te ignora: esto es lo que realmente pasa cuando intentás educarlo como a un perro, según un veterinario

    Parana » NSA

    Fecha: 17/07/2025 04:19

    Tu gato no te ignora: esto es lo que realmente pasa cuando intentás educarlo como a un perro, según un veterinario ¿Alguna vez pensaste que tu gato te ignora a propósito? ¿O que «no te hace caso»? No sos el único. Muchas personas sienten frustración cuando intentan aplicar con su gato los mismos métodos que funcionaron con su perro. Pero esa comparación, aunque tentadora, es profundamente equivocada. Según el veterinario Santiago García Caraballo, autor de Cómo tener un gato y no tirarlo por la ventana, la clave está en comprender que el gato no responde a jerarquías ni busca agradar a un líder. Mientras los perros evolucionaron de lobos que vivían en manada, los gatos descienden del Felis lybica, un cazador solitario. Y eso cambia todo. No es que tu gato no te escuche o no entienda: simplemente no le interesa obedecer órdenes, porque su naturaleza es independiente y territorial. Para él, compartir la casa con vos es una elección basada en el confort y la seguridad, no una relación de subordinación. No lo castigues: el gato no entiende ese lenguaje Uno de los errores más graves que cometemos es recurrir al castigo. Gritarle, encerrarlo o pegarle con un diario puede parecer una solución, pero lo único que vas a lograr es que se estrese aún más y que repita o empeore el comportamiento. Los gatos no interpretan el castigo como una corrección, sino como una amenaza. Si se esconden o te huyen después de un reto, es porque sienten miedo, no culpa. Como explica García Caraballo en un artículo del sitio web Muy Interesante, “para un gato un castigo no es disciplina: es una agresión, y como tal reaccionará a su vez escondiéndose o huyendo, cuando no defendiéndose”. Los gatos no responden a jerarquías ni a órdenes porque descienden de cazadores solitarios. Foto: Freepik. El estrés, el verdadero enemigo Comportamientos como marcar con orina, maullar sin parar o arañar los sillones suelen estar vinculados al estrés. Cualquier cambio en el ambiente, por mínimo que sea, puede alterarlos: una mudanza, un nuevo mueble, un invitado, otro gato. Y cuando eso pasa, necesitan reafirmar su presencia: marcan con olores, frotan sus mejillas en las paredes o rasguñan objetos. Esto no es rebeldía, sino una forma de reconectar con su espacio y calmarse. Cazadores natos, no mascotas pasivas Desde su anatomía hasta su comportamiento, todo en el gato está diseñado para cazar. Incluso si vive en un departamento con comida a disposición, su instinto lo empuja a perseguir, observar y atrapar. Esa es la razón por la que juega con tu pie, se esconde para sorprenderte o acecha sombras en la pared. Educar a un gato exige entender su lenguaje: ofrecerle lugares para trepar, juguetes para cazar, y espacios donde pueda sentirse seguro y en control. Los gatos tienen una necesidad natural de cazar, y esa conducta se manifiesta incluso en casa. Foto: Freepik. ¿Cómo lograr una convivencia feliz? En vez de intentar que tu gato se comporte “como vos querés”, empezá a observar qué necesita él para estar tranquilo y feliz. Acá, algunas claves: No lo castigues: corregí con paciencia y cambios en el entorno. Respetá su espacio: si se esconde, no lo fuerces. Evitá los cambios bruscos: mantené rutinas. Jugá con él todos los días: necesita estimulación. Consultá con un veterinario si ves cambios de comportamiento repentinos. El mensaje es claro: tu gato no te ignora, simplemente vive en otro universo emocional y biológico. No se trata de imponer reglas, sino de adaptar tu mirada.

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