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Concordia » Saltograndeextra
Fecha: 16/07/2025 10:05
La justicia federal de Gualeguaychú lo acusa de haber aportado junto a su padre y su hermano —ambos prófugos— la avioneta utilizada para traficar cocaína desde Bolivia. Al momento de su detención en Flores, se le secuestraron casi cinco kilos de cocaína y un simulador completo de aeronave. El juez federal de Gualeguaychú, Hernán Viri, procesó con prisión preventiva a un piloto peruano de 22 años por su presunta participación en la maniobra de contrabando de más de 350 kilos de cocaína que fueron transportados en enero en una avioneta y descubiertos en un campo cercano a Holt Ibicuy, Entre Ríos. La resolución se dictó en línea con lo solicitado por el fiscal federal subrogante Pedro Rebollo y el fiscal coadyuvante Martín Uriona de la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar). Según la investigación del Ministerio Público Fiscal, el joven —que obtuvo en 2023 su licencia de piloto— habría provisto junto a su padre y su hermano la aeronave utilizada para trasladar la droga desde Bolivia hasta la Argentina. Fue detenido el 24 de junio durante una serie de seis allanamientos realizados por Gendarmería Nacional en la Ciudad de Buenos Aires y el partido bonaerense de Carlos Casares. UN “ROL ACTIVO” EN LA ORGANIZACIÓN De acuerdo con la imputación fiscal, el piloto, su hermano y su padre —quienes están prófugos y tienen pedido de captura internacional— compraron en junio de 2023 la avioneta Cessna por un valor declarado de 13 mil dólares, aunque su cotización real superaba ampliamente ese monto. El avión tenía una matrícula argentina aparente (LV-GOP), pero debajo conservaba pintado un dominio boliviano (CP-3806), mientras que su verdadera identificación era LV-GQA. Para los fiscales Rebollo y Uriona, el joven cumplió un “rol activo en la organización narcocriminal”, actuó en coordinación con su hermano para disponer del medio aéreo y así facilitar el transporte transnacional de cocaína, con destino presunto al partido bonaerense de Luján. Por motivos que aún se investigan, la aeronave debió aterrizar el 22 de enero en un campo del establecimiento rural Campo Grande, a unos 15 kilómetros de Holt Ibicuy. Allí, Gendarmería halló 358,95 kilos de cocaína distribuidos en diez bultos con más de 340 ladrillos. En ese lugar fueron detenidos el piloto brasileño Leonardo Monte Alto Gusmao, que intentó falsear su identidad y ya había sido condenado por un hecho similar en Brasil, y Jade Isabela Callaú Barriga, una joven boliviana ex reina de belleza y sobrina política de un narcotraficante condenado por liderar una red aérea. Ambos ya fueron elevados a juicio oral. EL OPERATIVO EN FLORES: DROGAS Y SIMULADOR Cuando fue capturado en Flores, el piloto regenteaba un boliche llamado “Rumba Latina” en la avenida Rivadavia al 7200, donde se incautó un simulador de vuelo completo, con tablero, palancas, pedales, partes de aeronave y manuales para Cessna. En su domicilio, en San Nicolás al 300, se hallaron casi cinco kilos de cocaína, balanzas, elementos para fraccionar droga y más de dos millones de pesos entre moneda nacional y dólares. El joven declaró que sólo hizo un “favor” a su hermano al aportar dinero para la avioneta y que pretendían usarla para vuelos de bautismo. Sobre el simulador, dijo que estaba en desuso y lo guardaba en el boliche por falta de espacio. El juez Viri desestimó estos argumentos, señalando que se trató de “un vano intento de mejorar su complicada situación procesal”, ya que existían pruebas contundentes del vínculo directo del imputado con la aeronave y la logística del contrabando. PROCESAMIENTO Y PRISIÓN PREVENTIVA Viri lo procesó como partícipe necesario del delito de contrabando de importación agravado por la intervención de más de tres personas, el uso de un medio de transporte aéreo y por tratarse de estupefacientes destinados a ser comercializados, en concurso real con tenencia de estupefacientes con fines de comercialización. También dictó un embargo sobre sus bienes por cinco millones de pesos. “Su aporte permitió consumar la maniobra ilícita en trato”, concluyó el magistrado al fundamentar el procesamiento, remarcando que el piloto fue un colaborador esencial de la organización criminal que montó la operación aérea desde Bolivia hasta la Argentina.
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