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Crespo » Paralelo 32
Fecha: 16/07/2025 01:55
La situación de la red vial argentina atraviesa una crisis profunda y creciente. Así lo advirtió el presidente de la Fundación Profesional de Transporte y especialista en infraestructura vial, Sergio Ruppel, quien afirmó que la mitad de las rutas del país se encuentra en mal estado, en un contexto de abandono prolongado por parte del Estado nacional. “La situación es desesperante. No es algo que comenzó este año. Las rutas vienen deteriorándose desde hace mucho tiempo”, sostuvo Ruppel en declaraciones a Rivadavia AM 630. Su diagnóstico no se limita al mal estado del pavimento, sino que apunta a un problema estructural: la desactivación práctica de Vialidad Nacional y la falta de planificación para el mantenimiento, la asistencia y la atención de emergencias. Un sistema colapsado y sin reemplazo “La red vial nacional ha quedado completamente desatendida. Hoy tenemos la misma cantidad de rutas que hace décadas, pero con un tránsito que se ha multiplicado. Vialidad Nacional está desactivada de hecho, no interviene de manera significativa desde hace años”, denunció el especialista, dejando una pregunta en el aire: “¿Quién se va a ocupar ahora del mantenimiento, la asistencia y las emergencias en las rutas?”. El gobierno nacional ha sugerido transferir responsabilidades a las provincias o avanzar hacia la privatización del sistema vial. Sin embargo, Ruppel cuestionó duramente ambas opciones. “Las provincias no tienen fondos. Si no pueden sostener hospitales ni escuelas, mucho menos van a poder hacerse cargo de las rutas”, advirtió. Y agregó: “Cuando el gobierno intentó ofrecer las principales rutas a privados, nadie quiso tomarlas por el nivel de deterioro y el costo de inversión que requieren”. Riesgos del modelo concesionado Ruppel explicó que el modelo de concesiones viales no es aplicable a gran parte del país. “El precio de los peajes sería insostenible para cubrir los costos. Además, los privados no van a ir a lugares como Pino Hachado o a zonas rurales del norte, donde la vialidad cumple funciones vitales en situaciones de emergencia climática o aislamiento”. A su entender, reducir Vialidad Nacional a una función meramente administrativa sería un error estratégico. “Vialidad no es solo repavimentar. También es presencia estatal, atención en emergencias, despeje de caminos durante tormentas o nevadas. Es un actor clave en la integración territorial”, subrayó. Impacto humano y económico El especialista también alertó sobre las consecuencias humanas y económicas de este abandono. “¿Quién no tiene un familiar o conocido que haya tenido un accidente de tránsito?”, se preguntó, poniendo el foco en el alto costo que representa para el sistema de salud la accidentología vial. “La inversión en rutas es también una política de salud pública: reduce siniestros, disminuye la carga sobre hospitales y salva vidas”. En este contexto, Ruppel instó al gobierno a actuar con urgencia. “Estamos desmontando un organismo clave para el desarrollo del país. Si no se revierte esta situación, el colapso de la infraestructura vial va a tener consecuencias gravísimas, no solo para el transporte, sino para la vida cotidiana de millones de argentinos”. El diagnóstico es contundente: sin rutas seguras, no hay conectividad, no hay producción, no hay salud ni seguridad. La voz de alerta está dada. Falta saber si será escuchada.
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