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» Data Chaco
Fecha: 15/07/2025 20:50
Sequedad vaginal, picazón, ardor, molestias al orinar, infecciones urinarias recurrentes, dolor durante las relaciones sexuales y pérdidas de orina. Todos estos síntomas, frecuentes en mujeres durante la menopausia, tienen un nombre: síndrome genitourinario (SGU). Sin embargo, muchas veces pasan desapercibidos, o peor aún, se naturalizan. "La mayoría de las mujeres no lo consulta porque cree que es parte de la edad, o por vergüenza. Pero ningún escape de orina es normal y ninguno de estos síntomas debe tolerarse. Todos se pueden tratar", remarcó la médica especialista en Tocoginecología y Patología del Tracto Genital Inferior, Mónica Aguirre, en El Garage de Data. El SGU es un conjunto de signos y síntomas vinculados con la atrofia de los tejidos genitales y urinarios, causada principalmente por la disminución de estrógenos. Si bien es más habitual en la menopausia, también puede presentarse en mujeres jóvenes que atraviesan situaciones de déficit hormonal, como tratamientos oncológicos, lactancia o incluso el uso prolongado de anticonceptivos. "En chicas jóvenes vemos muchos casos relacionados con anticonceptivos hormonales que producen cambios en el trofismo del aparato genital. Aparecen la sequedad, molestias", explicó Aguirre. En mujeres mayores, la baja en los niveles hormonales impacta directamente en la mucosa vaginal, los pliegues de la zona genital y la uretra. "Esto genera picazón, ardor, e incluso escapes de orina. Todo eso repercute de manera muy negativa en la calidad de vida. Algunas mujeres dejan de hacer actividad física, o evitan salir por miedo a no tener un baño cerca. Incluso hay casos de escapes durante las relaciones sexuales, lo cual limita su intimidad y autoestima". Los tratamientos disponibles hoy van desde cremas y óvulos vaginales, hasta terapias hormonales locales, fisioterapia del suelo pélvico y técnicas regenerativas con ácido hialurónico o láser, según el caso. Aguirre insiste en que el médico debe tener un rol activo en la consulta: "Muchas veces es el profesional quien debe interrogar con respeto y profundidad, porque las pacientes no siempre saben cómo poner en palabras lo que les pasa. No se trata de algo trivial: es una cuestión de salud y de bienestar". Los tratamientos disponibles hoy van desde cremas y óvulos vaginales, hasta terapias hormonales locales, fisioterapia del suelo pélvico y técnicas regenerativas con ácido hialurónico o láser, según el caso. También se puede prevenir el síndrome en mujeres en etapa de perimenopausia, con estrategias locales que favorezcan la salud del tejido genital. "El tratamiento no siempre es quirúrgico. Hay múltiples opciones para mejorar la calidad de vida. La clave es consultar a tiempo, sin miedo y sin vergüenza", concluye Aguirre. Notas Relacionadas
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