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» Diario Cordoba
Fecha: 15/07/2025 09:17
El sospechoso de pegar a Domingo, el jubilado de Torre Pacheco cuyo caso fue el origen de la espiral de violencia que vive el pueblo, tiene 19 años y fue detenido en la misma estación de tren de Rentería, en Gipuzkoa, cuando se disponía a viajar a Irún, indican fuentes policiales. Ya está en la cárcel. El Juzgado de Instrucción Nº 5 de Donostia-San Sebastián, en funciones de guardia, lo mandaba a prisión provisional sin fianza como presunto autor de un delito de lesiones. Sobre el joven pesaba una orden de detención, emitida por la Guardia Civil, y por eso la Ertzaintza lo identificó y arrestó en una operación de prevención de robos, apuntan las mismas fuentes. Ante el juez en San Sebastián El sujeto fue puesto a disposición judicial este martes en San Sebastián. De ahí fue directo a prisión provisional, explican fuentes judiciales. Se ha hecho por seguridad: si el chico hubiese salido en libertad con cargos, esto podría caldear aún más los ánimos de los violentos. También por el riesgo de fuga. Y es que se investiga si el chico, de origen magrebí, tenía la intención de viajar a Francia. A la víctima no le atacaron en grupo. Domingo testificaba el pasado viernes ante la Guardia Civil que solamente le pegó un joven (presuntamente, el detenido en Rentería), que otro daba gritos y otro, según cree, le grababa con el teléfono. Los dos primeros arrestados fueron esos dos sujetos: el que gritaba y el que, al parecer, grababa. ¿De que se les acusa? De no hacer nada para impedir la agresión. El juzgado de San Sebastián, no obstante, ha decidido pasar el caso al de San Javier, dado que es el partido judicial al que pertenece Torre Pacheco. "Pasó todo en un minuto", dijo entonces el afectado. Siempre según su testimonio, le pegaron por nada, de forma gratuita, y no le robaron: él iba paseando, se encontró primero con un chico que estaba "con un móvil", unos metros después con otro que estaba "dando gritos y saltos, hablando en su idioma" y, finalmente, con un tercero, que fue el que "se abalanzó hacia mí corriendo", contó en su denuncia. Sigue la tensión Mientras, en el pueblo continúan los altercados. "Queremos justicia por lo que hicieron en el kebab, ¿entendéis o no?", gritaba este lunes por la noche en la vía pública un joven, concentrado junto a decenas más, en la cuarta noche de disturbios desde que estalló el polvorín en el que se ha convertido Torre Pacheco. Se refería a lo que pasó en el negocio de Hassan: unos individuos entraron de noche y, en apenas un minuto, destrozaron el interior de su restaurante y se marcharon. Hassan es un vecino que lleva una década en el pueblo y no tiene problemas con la ley. Ultras llegados de fuera, aprovechando la espiral de violencia, la tomaron con su establecimiento, lo cual tensó los ánimos entre la población de origen magrebí de la zona. Tanto los tensó que la Guardia Civil se veía obligada a cargar a medianoche contra un grupo de jóvenes de origen marroquí (aunque muchos de ellos nacidos en España, de segunda y tercera generación) que se habían reunido en un descampado de Torre Pacheco. Ahí, algunos de ellos, encapuchados, se dedicaron a arrojar botellas de cristal a los agentes, indican fuentes policiales y testigos. Decenas de chicos fueron identificados y al menos tres de ellos capturados.
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