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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 14/07/2025 12:35
Se desconoce el sentido que debe tener un cuerpo parlamentario como órgano aglutinador de las diferentes vertientes ideológicas. El próximo 7 de septiembre habrá elecciones legislativas en la provincia de Buenos Aires. El pasado 9 de julio se cumplió el plazo para la inscripción, ante la justicia electoral, de las alianzas entre las diferentes agrupaciones políticas. Finalmente, fueron ocho las que se inscribieron para participar de la referida contienda electoral. Una de esas alianzas es la que une a La Libertad Avanza con el PRO. Además, están Fuerza Patria, Somos Buenos Aires, Nuevos Aires, Frente de Izquierda, Avanza Libertad, Hechos y Potencia. El discurso del Gobierno Nacional, apoyado por algún sector del periodismo, se basa en una premisa claramente antojadiza, que es aquella según la cual, votar a cualquier otra agrupación que no sea la propia, resulta ser “funcional al kirchnerismo”. Es necesario terminar con esa falsa apreciación, por varias razones. En primer lugar, las del próximo 7 de septiembre, en la provincia de Buenos Aires, son elecciones que no tienen por finalidad renovar cargos ejecutivos (gobernador o intendentes), sino que son pura y exclusivamente legislativas. Esto significa que resulta indistinto si las agrupaciones contrarias al kirchnerismo están agrupadas en un solo bloque o dispersas en varios. En definitiva, si de lo que se trata es de frenar el predominio de Kicillof en la provincia, es suficiente con que, el oficialismo local, reduzca sensiblemente la cantidad de representantes en la Legislatura bonaerense. Es por tal motivo que, la teoría divulgada por el Gobierno Nacional y la alianza LLA-PRO, podría tener algún asidero en una elección ejecutiva, pero no lo tiene en una legislativa. En segundo lugar, si en algún órgano está reflejada la democracia en su máximo esplendor, es en el legislativo, pues allí se vuelcan las diferentes variantes y posiciones políticas que existen. Es allí en donde se refleja el cien por ciento de la diversidad ideológica de todo el espectro político, conforme al sistema minoritario de representación proporcional previsto en la ley electoral. Por lo tanto, cuando la alianza LLA-PRO reclama el favor popular para las referidas elecciones, utilizando el argumento que, elegir otras alternativas favorece al nefasto kicillofismo, no sólo se utiliza una falsa premisa en una elección exclusivamente legislativa, sino que, además, se desconoce el sentido que debe tener un cuerpo parlamentario, como órgano aglutinador de las diferentes vertientes ideológicas. Por supuesto que cada agrupación política intentará lograr la mayor cantidad de votos, pero el sentido de la búsqueda del favor popular, debe ser el de las propuestas; el del ofrecimiento de una tarea legislativa seria, coherente y decente; y el de la postulación de candidatos adecuados para ello. Es cierto que, desde hace muchos años, la labor legislativa está sumida en un profundo descrédito popular, por obra y gracia de muchos legisladores que no hacen honor al relevante cargo que ocupan. Actos de corrupción, transfuguismo político y saltos intempestivos de un bloque a otro, han ido erosionando el prestigio de los cuerpos parlamentarios y de sus integrantes, haciendo que la ciudadanía pierda interés en este tipo de elecciones, y que teorías descabelladas como las pregonadas por el espacio político LLA-PRO, calen profundo en una sociedad hastiada de la clase política. El Congreso de la provincia de Buenos Aires requiere, tal vez como nunca, legisladores formados, capaces de honrar la función para la que son electos, y que fundamentalmente tengan valores institucionales, republicanos, ética en el ejercicio de su labor e integridad personal; y, sobre todo, legisladores que no se adueñen de sus bancas, como si las hubieran recibido por donación popular, o a título de herencia. En definitiva, en una elección legislativa no puede votarse por descarte, sino por la convicción y la confianza que, a cada elector, le inspiran los candidatos que las diferentes agrupaciones presentan, y los proyectos que proponen. A la luz de esta hipótesis debe desarrollarse la campaña electoral, y no divulgando teorías polarizadoras fundadas en el temor. Es necesario sanear la democracia, depurando los cuerpos legislativos; la oportunidad para comenzar, es en las próximas elecciones legislativas de la provincia de Buenos Aires.
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