Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • Hernán Rondán Grasso: 30 años llevando la patria a cuestas

    Parana » Litoral FM

    Fecha: 13/07/2025 06:50

    Docente, músico y folclorista, Hernán Rondán Grasso pasó por Punto de Partida en FM Litoral para compartir una historia profundamente argentina: hace más de tres décadas recorre escuelas rurales, muchas veces a caballo, entregando banderas nacionales y sembrando valores con canciones. Un testimonio que es puro amor por lo nuestro. “Nosotros, cada uno desde su lugar, somos patria”, dice con una calma que no es resignación, sino convicción profunda. Así se presentó Hernán Rondán Grasso en una charla que fue mucho más que una entrevista. Fue, en realidad, un homenaje a lo que representa con su historia de vida: compromiso, docencia, cultura, y una forma de entender la patria como acción diaria. La bandera como símbolo y camino Con 30 años entregando banderas argentinas a escuelas rurales —y más de 520 pabellones donados hasta hoy— Hernán ha convertido su proyecto personal en una cruzada silenciosa de amor por el país. Acompañado muchas veces por su guitarra y su caballo, ha llegado a rincones donde el Estado pocas veces pisa. “Hay escuelas donde los chicos se manejan con la bandera de la comisaría cercana”, contó conmovido. En una de ellas, en el departamento La Paz, entregó una bandera de ceremonia a una escuelita que tenía solo cuatro alumnos. “La recibieron con tanto amor… Tenían luz y agua en la escuela, pero en sus casas —a solo una legua— no tenían electricidad. Y estamos hablando del siglo XXI”. Para él, la bandera no es solo un símbolo. Es identidad. Es pertenencia. “No es un trapo cualquiera. Es nuestro DNI. Y tenemos que enseñarle a las nuevas generaciones lo que representa”. A caballo, entre pueblos y memorias El viaje también es parte del mensaje. Hernán ha recorrido cientos de kilómetros a lomo de caballo: cruzó la costa del Paraná al Uruguay en seis días, y llegó hasta San Jaime de la Frontera atravesando campos y cambiando caballos prestados por vecinos. “Recordábamos con un amigo esos viajes y decíamos: los cuerpitos ya están gastados. Pasamos mucho frío, tierra, sol… Pero el alma está intacta”, dijo con una sonrisa cómplice y humilde. Hoy, su cuerpo le pide otras formas de llegar, y por eso suele buscar caballos más cerca de las escuelas. Pero el objetivo sigue siendo el mismo: “El pabellón nacional tiene que llegar. Porque reivindicar el valor del caballo, la amistad, la cultura y el símbolo patrio es parte del mismo mensaje”. 40 años cantando la tierra Hernán también es músico. De hecho, este año celebró 40 años desde su primera presentación en un escenario grande, y desde entonces ha sido parte de festivales, peñas, celebraciones escolares y actos en todo el país. Educar con ejemplo Pero más allá del canto, Rondán Grasso es docente, y se considera un convencido de que la educación y el arte deben caminar de la mano. “Capaz suena utópico, pero tenemos que enseñarles a los chicos lo que nos pertenece, lo que es ser parte de esta tierra. Si no lo hacemos, perdemos el sentido de pertenencia”. Habló también de la importancia de llevar la cultura donde no llega sola: “Muchos chicos de las zonas rurales no tienen cómo ir a un pueblo a ver un espectáculo. Por eso es tan importante que lleguemos nosotros, con una guitarra, con una danza, con una bandera”. ¿Hasta dónde sueña llegar? Cuando le preguntaron cuál sería su “destino final”, ese lugar al que le gustaría llegar como quien toca el cielo con las manos, respondió: “A todas las escuelitas rurales. Hay algunas que me quedaron sin visitar. Algunas en las islas, por ejemplo. Ya fui a una en lancha, pero hay muchas más. Me gustaría poder llegar a cada una mientras tenga vida”. Y aunque parezca imposible, cuando uno lo escucha hablar, no duda de que lo va a intentar. Porque su pasión no está impulsada por la fama ni por los reflectores, sino por algo más fuerte: el deseo de dejar huella. Un cierre con poesía Antes de despedirse, Hernán dejó un fragmento de un poema —una especie de plegaria que resume su sentir—: «Déjanos a nosotros, los humildes, los que nunca te usamos ni ultrajamos, cuidar la altura donde habitas, celestemente azul y como el aire…» Fuente: FM Litoral

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por