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Concepcion del Uruguay » La Calle
Fecha: 13/07/2025 19:00
En plena crisis política y con cuestionamientos a las políticas de derechos humanos, la restitución del nieto número 140 confirma la importancia de la memoria y el trabajo sostenido de Abuelas de Plaza de Mayo. Desde Concepción del Uruguay, Darío Barón, Director de Derechos Humanos municipal, analiza el impacto local y los desafíos que siguen vigentes. Por: Matías Dalmazzo La restitución del nieto 140, conocida esta semana e hijo de desaparecidos apropiado durante la última dictadura cívico-militar en Argentina; representa mucho más que un número: es una reafirmación de la búsqueda constante por la verdad, la memoria y la justicia. En un contexto nacional que cuestiona las políticas de derechos humanos, la recuperación de esta identidad –confirmada mediante análisis científicos del CONADI y el Banco Nacional de Datos Genéticos– vuelve a poner en primer plano el trabajo incansable de las Abuelas de Plaza de Mayo, que siguen siendo referentes fundamentales para miles de personas que todavía buscan saber quiénes son. Para trata de comprender los alcances de esta información; Darío Barón, Director de Derechos Humanos de Concepción del Uruguay, dialogó con La Calle y explicó que estas noticias generan un fuerte impacto en la sociedad local, donde se multiplican las consultas sobre la averiguación de identidad y crece la sensibilidad frente a la necesidad de conocer el propio pasado. Además, el entrevistado destacó el compromiso del municipio en sostener políticas públicas que acompañan la búsqueda, la memoria y la justicia; incluso frente a discursos negacionistas que hoy ganan espacio en el debate nacional: “Con memoria hay futuro”, afirmó Barón, y adelantó que seguirán trabajando para que nadie quede sin respuestas en su derecho a la identidad. -¿Qué significa la restitución de la identidad del nieto 140, en un contexto político y social que parecería adverso para continuar con esta búsqueda? -El significado de estas restituciones, como pasa cada vez que un nieto recupera su identidad, es profundo. No estamos hablando solo de una cifra: que hoy haya 140 personas que pudieron saber quiénes son, que recuperaron su historia, no es un dato menor. Es fundamental entender el rol que cumplen organismos como la CONADI y el Banco Nacional de Datos Genéticos, que son los que trabajan científicamente para confirmar identidades. Pero también hay que destacar el trabajo inmenso y sostenido que han hecho siempre las Abuelas de Plaza de Mayo. Este nuevo caso es una reafirmación del valor de las políticas públicas en derechos humanos, políticas que hoy están siendo fuertemente cuestionadas por el gobierno nacional. La restitución de este nieto, el segundo en lo que va del 2025, deja claro que este es el camino correcto, y que hay que seguir apostando por la verdad, la memoria y la justicia. -¿Cree que una noticia de este tipo genera impacto en la sociedad uruguayense? ¿Hay una mayor sensibilidad o interés cada vez que aparece un nuevo nieto? -Sí, estas noticias siempre generan un impacto muy fuerte. Lo hemos visto claramente con el paso del tiempo. Cada vez que una Abuela o una Madre de Plaza de Mayo visita Concepción del Uruguay, se nota un aumento en las consultas sobre la averiguación de identidad. Empiezan a llegarnos preguntas a nuestra dirección: cómo hacer el trámite, por dónde empezar, qué se necesita. Es algo que ocurre con frecuencia y que demuestra que la sensibilidad y el interés en la sociedad están presentes. La aparición de un nuevo nieto, una restitución más, refuerza esa necesidad de saber quién es uno, de conocer su historia. Y muchas veces, si hay alguien que está dudando o que viene cargando con esa pregunta sin resolver, este tipo de noticias pueden ser el empujón que faltaba para animarse a dar ese paso. Son procesos muy íntimos, claro, pero estas restituciones abren puertas y despiertan conciencias. Por eso tienen tanto valor. -¿Qué puede hacer hoy una persona de Concepción del Uruguay si sospecha que puede ser hija o hijo de desaparecidos? ¿A dónde tiene que acercarse? -Si alguien tiene dudas sobre su identidad, lo primero que tiene que saber es que no está solo ni sola. Lo más importante es no quedarse con la duda y dar el paso de comunicarse. En Concepción del Uruguay, pueden acercarse a la Dirección de Derechos Humanos del municipio, donde los vamos a orientar para iniciar el trámite. También existe la posibilidad de empezar el proceso a través del Registro Único de la Verdad de Entre Ríos, que trabaja en toda la provincia, o bien desde la Red por la Identidad de Gualeguaychú, que también asesora y acompaña estos casos. Hay varias vías disponibles, todas confiables y con equipos preparados para acompañar. Lo fundamental es que si alguien sospecha que puede ser hijo o hija de desaparecidos, sepa que hay lugares concretos donde pedir ayuda y empezar a buscar respuestas. La identidad es un derecho, y hay políticas públicas y organizaciones que siguen trabajando para garantizarlo. -¿Existen datos o registros locales sobre personas que aún están siendo buscadas con vínculos en nuestra ciudad? -Una de las características fundamentales del trabajo en la búsqueda de identidad es la absoluta reserva con la que se maneja toda la información. Las personas que se acercan con dudas o que están en proceso de averiguar su identidad lo hacen en un marco de confidencialidad total. Por eso, no existen datos públicos ni se dan a conocer cifras sobre cuántas personas consultaron, quiénes son o desde dónde llegaron. Abuelas de Plaza de Mayo trabaja de esta manera desde siempre, y creemos que esa seriedad y ese compromiso con el respeto por cada historia es lo que las ha consolidado como una organización confiable. Justamente por no generar falsas expectativas, por cuidar cada paso del proceso. Y desde nuestro lugar, en la Dirección de Derechos Humanos, acompañamos esa forma de trabajar, con el mismo cuidado y la misma responsabilidad. -¿Qué acciones concretas lleva adelante el municipio para promover la búsqueda de identidad y mantener viva la memoria? -Desde la Dirección de Derechos Humanos del municipio, todas las acciones que impulsamos están en línea con el trabajo y los criterios que sostienen las Abuelas de Plaza de Mayo. No nos hemos corrido de ese camino, porque estamos convencidos de que es la forma más seria, respetuosa y efectiva de acompañar la búsqueda de identidad. Cada vez que fuimos requeridos, ya sea por personas que tienen dudas o por organismos que trabajan en esta causa, canalizamos todo siguiendo el modo de trabajo que las Abuelas han construido a lo largo del tiempo. Para nosotros, ese es el camino correcto: cuidar cada historia, respetar los tiempos de cada quien y sostener viva la memoria colectiva en nuestra ciudad. Además, cada vez que hubo campañas nacionales vinculadas a la identidad, el municipio adhirió y se puso a disposición. La última fue durante la pandemia, con la campaña “Una dosis de identidad”, que aprovechaba el contexto de vacunación para acercar información. En los vacunatorios se armaron dispositivos para que, si alguien tenía dudas sobre su origen, pudiera consultar y recibir orientación sobre cómo iniciar el trámite. Esa campaña fue un claro ejemplo de cómo se pueden pensar políticas públicas desde lo local, en articulación con organismos nacionales y de derechos humanos, para llegar a más personas. -En un contexto nacional donde se discute el rol del Estado en políticas de memoria y derechos humanos, ¿cómo se posiciona Concepción del Uruguay frente a los discursos negacionistas? -En este contexto nacional, donde se pasó de coquetear con teorías negacionistas a reivindicar de forma directa el terrorismo de Estado, Concepción del Uruguay no tiene nada que ver con eso. Nuestra ciudad mantiene una posición clara y firme: seguimos implementando políticas públicas en materia de derechos humanos, y sostenemos el trabajo por la memoria, la verdad y la justicia. Desde el municipio, hemos acompañado y vamos a seguir acompañando a los familiares de desaparecidos y a todas las personas que están en proceso de búsqueda, ya sea en casos de restitución de identidad como también en los juicios por delitos de lesa humanidad. Trabajamos articuladamente con las organizaciones, con los organismos y con la Justicia. En ese sentido, no hay doble discurso ni titubeo: seguimos comprometidos con la historia y con los derechos humanos como política de Estado. —¿Qué importancia tiene sostener políticas de memoria, verdad y justicia en el contexto político actual? —El mensaje que queremos dar es claro: con memoria hay futuro. Sostenemos con firmeza esa convicción, porque creemos profundamente en lo que se dice desde hace años: los pueblos que no conocen su historia están condenados a repetirla. Por eso vamos a seguir trabajando por una Concepción del Uruguay con memoria, con verdad y con justicia. Vamos a seguir garantizando políticas públicas en derechos humanos, acompañando a los sectores más vulnerados de nuestra sociedad, y articulando con todas las organizaciones que sostienen esta lucha. Hay que saber lo que pasó para que no vuelva a repetirse. Y hoy estamos atravesando un contexto muy complicado, donde incluso peligra la democracia misma. Vivimos en una democracia de baja intensidad, con un gobierno nacional que atropella de manera constante la institucionalidad, que no cuida la república ni respeta la soberanía. Estamos en una época donde incluso se celebra el absurdo de ser una colonia. Por eso creemos que es necesario volver a nuestras raíces, a lo que se trazó hace décadas como un pacto democrático. Hay que reconstruir ese consenso, porque con el rumbo actual —avalado también por la pasividad del gobierno provincial— no vamos hacia un buen destino. A quienes tienen dudas sobre su identidad, o conocen historias familiares silenciadas, les decimos que no están solos ni solas. Que se acerquen, que consulten, que pregunten. La identidad es un derecho, no un privilegio. Y acá estamos, con las puertas abiertas, para acompañar cada búsqueda. Porque no hay presente ni futuro posible sin memoria.
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