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» Elterritorio
Fecha: 12/07/2025 10:42
Después de una extensa carrera en Argentina, Chile y Francia, Juan Eluchans eligió Misiones y sigue ligado al fútbol. Desde el deporte se ilusiona con cambiar realidades y aportar experiencia sábado 12 de julio de 2025 | 7:00hs. Eluchans y el Clemente Argentino Fernández de Oliveira, que lo vio como jugador y ahora como DT. Foto: guadalupe de sousa Fue jugador, campeón del fútbol argentino y decidió seguir ligado al mundo de la redonda como entrenador. Hace 10 años eligió Misiones para quedarse a vivir, para terminar su carrera dentro de la cancha y empezar la de técnico. Juan Eluchans arrancó su carrera profesional en Independiente, pasó por el fútbol de Francia y de Chile, donde es ídolo en la Universidad Católica. Estuvo en Rosario Central, Banfield, Atlético Rafaela y llegó a la tierra colorada para jugar en Guaraní y retirarse en Atlético Posadas. A sus 45 años decidió meterse en la política, un mundo en el que está tratando de aprender. El de Tandil prefiere los procesos a largo plazo para generar cambios y con el fútbol como bandera. ¿Te acordás cómo arrancó todo en el fútbol con Independiente? Fue increíble cuando vi mi nombre la primera vez en la lista. Fue una de las emociones más lindas, espectacular, de hecho cuando la cuento todavía se me eriza la piel, porque es algo que lo estás esperando y de repente se da. Estaba pisando en Reserva, pero estaba lejos todavía. Tenía 19 años cuando empecé a entrenar y a los 20 debuto. Un día dan la lista y, sabiendo que era difícil que estemos, fui a ver igual. Estaba con el número 33 para jugar la Copa Mercosur. Viajábamos a Chile para jugar contra la Universidad Católica. Como era menor todavía, porque en esa época eras mayor a los 21, tuvieron que llamar a Tandil a mis papás y hacer un permiso con un escribano rápido. El permiso llegó el mismo día de viaje. Y debutaste justo contra la Católica... Las cosas de la vida (después jugó en ese club). Tenía unos nervios y encima íbamos perdiendo 3-0 en el primer tiempo en San Carlos. Osvaldo Piazza, el DT, lo estaba por sacar a Cristian Domizzi que estaba jugando mal y yo estaba en el banco. Arrancamos el segundo tiempo, hay un córner y gol del Pájaro Domizzi. Hacen un par de cambios y entro. Hubo un penal y gol del Pájaro y después metió otro. Lo iban a sacar en el entretiempo y metió tres goles. Cuando volvimos al hotel se compró todos los diarios el Pájaro y se enojó porque le pusieron 9.5 de puntaje. ¿Es muy distinto ese fútbol que el de hoy? Sí. Ahora es más físico. Por lo que yo veo es más de manual y no ese invento de tipos como Orteguita, D’Alessandro. Hoy no se ve tanto uno que tenga un juego diferente como Aimar. Hoy prácticamente desapareció el enganche, no existe. Es un media punta, enganche mentiroso, porque es un delantero retrasado, ya no está ese que hacía la pausa. Hoy todo es correr. ¿Y qué aprendiste cuando te fuiste a jugar afuera de Argentina? Afuera yo disfruté 100 ciento del fútbol. Disfruté de la tranquilidad de que vas a entrenar, jugás y si perdés no pasa lo que pasa acá que acá, que salís preocupado, te putean. No hay esa presión que uno, cuando vuelve de Europa, te cuesta adaptarte. Les tocó a todos, a Saviola, a Verón, incluso a Riquelme, mirá los nombres y les costó porque el fútbol argentino es el más difícil del mundo, lejos. Vos ganaste hoy y mañana ya tenés que pensar en otro partido, no se disfruta. Hoy estás todo el tiempo al pie del cañón, tenés que rendir todo el tiempo, no podés tener un dolor, no podés decir ‘voy a frenar’, porque atrás viene otro. ¿Y de quién es la culpa de que eso pase? El fútbol es exitista, siempre lo fue. Hoy es más resultadista que nunca. No se premian los procesos, sino los resultados a corto plazo. Hay impaciencia porque la gente es impaciente. Yo creo que el fútbol argentino, a nivel social, es un reflejo de lo que pasa. Cuando socialmente se está mejor, se disfruta mucho más al fútbol y cuando se está así como ahora, la gente se va a descargar, porque piensa que tiene el derecho por pagar la entrada y va y se descarga. Se lo usa como una terapia. Y esa presión ¿se vuelve un plus para los jugadores? No hay muchos jugadores argentinos que les haya ido mal en Europa, salvo por cuestiones personales. Argentinos hay en todas partes del mundo porque el jugador argentino puede adaptarse a cualquier fútbol por la presión que hay en general el fútbol argentino. Vos sabés que tenés en tu puesto dos o tres que están esperando la oportunidad de ganarte. Yo siempre digo el jugador de fútbol es un privilegiado y si te toca jugar más privilegiado todavía. Lo más difícil es mantenerse. Entonces, ¿cómo que se maneja la ansiedad? Desde afuera es difícil manejar al jugador. A mí personalmente no me gusta gritar tanto, no soy de gritar porque el jugador tiene pensar lo que tiene que hacer. Si hay algo que está haciendo mal, si viste algo, lo llamás al costado y le das una indicación puntual. Cuando te gritan mucho vos pensás que estás haciendo siempre todas las cosas mal y tal vez no es así, entonces tenés que buscar maneras de liderar. Cuando era jugador me gustaba que me marcaran cosas, pero no hay que exponer al jugador. Hay formas y formas. Hay veces que los técnicos y compañeros te exponen, entonces eso tenés que ir manejándolo dentro del perfil bajo, que no genere discordia dentro del campo. Como los técnicos que hicieron eso conmigo me gustó, traté de copiarlo. Siempre está bueno que te corrijan, quiere decir que le importás, si no te llaman te tenés que preocupar. Cuando te exige el técnico es porque vos podés dar más. El técnico siempre tiene que exigir. Yo siempre me fui superando. Imagínate que de delantero pasé a volante, de volante a lateral. Me encantaba que me que me digan lo que tenía que hacer y yo después eso lo hacía en los entrenamientos. ¿Cómo gestionas ese proceso con la ansiedad que hay desde afuera? Con la tranquilidad. En el proceso a veces vas a perder un partido pero el tema es que los jugadores gestionen bien todo el desarrollo que venimos practicando. Si van haciendo, lo van intentando y vos ves que por momentos sale (lo entrenado), en algún momento te va a dar los frutos que necesitas. Vos tenés que bancar si crees que lo podes hacer. Vos como hincha tenés que conectar con tu equipo. Si tu equipo juega como a vos te gusta, generalmente, por más que haya un proceso en el que se pierda o no está en un buen partido, la gente va a bancar porque se identifica. Ahora, cuando ves que no saben a qué juega, cuando en vez de tocar la pelota le pegan pelotazo, cuando no se identifica el fútbol con tu equipo ahí sí es cuando no estás conforme. Cuando vos estás arrancando, mantener un proceso es difícil, por eso que la parte de la dirigencia es muy importante para mantener ese proceso. Si yo como dirigente creo, te voy a dar ese año que necesitas, porque en menos de un año es difícil armar un equipo. ¿Pueden convivir los clubes con las SAD? Sí, totalmente. Tienen que convivir. Yo creo que el socio es el dueño del club. No es ni un presidente, es la gente porque la gente es la que vive en el barrio, la gente es la que está, son los vitalicios, la gente es la que mantiene el club, pero también hay veces que decís ‘hace 10 años está el mismo agujero en ese alambrado’. Yo creo que la SAD puede gestionar a dónde va el dinero. Gerenciar por 10 años está bueno porque el gerenciador pone plata para el club. Por ejemplo, te arregla todo el tinglado, pero lo tiene por 10 años, aunque después queda para vos. Lo que sea estructuralmente para crecer está buenísimo, lo que pasa es que no quieren ceder de esos 10 años. Pero no en detrimento de los clubes... No, para nada. El que invierte va a querer un rédito económico, pero el poder tiene que ser siempre del socio y también tiene que haber una política deportiva del Estado. El club se tiene que mantener un poco solo, pero hoy está complicado en la parte privada y cómo no va a estar el Estado. OTC casi se baja porque no tenía asegurada la parte económica y cuando te representa a nivel nacional estás orgulloso, pero después no le das una mano. Tenés que estar presente porque el deporte tiene un impacto muy grande y a veces no se ve. ¿Por qué te metiste en política? Para ver si puedo cambiar desde adentro algo. En lo que a mí me compete, que es el fútbol, tratar de tener un poco más de apoyo para tener mejores campos para jugar. Más apoyo para gestionar, para ver a dónde va la plata. Si el Estado está presente, a dónde va el dinero, qué se hace. Yo soy un convencido de que a los clubes no hay que darle plata, hay que gestionar para los clubes. Hay que gestionar para mejorar estructuralmente y nivelar para arriba. En la Liga Posdadeña tenemos 18 equipos, de los cuales varios no tienen cancha. Yo entiendo que hay que ser solidarios, pero hay que nivelar para arriba, porque cuando salías a Chaco, Formosa y Corrientes, te pasan el trapo porque juegan más. Cuando nosotros con Atlético Posadas jugamos contra un equipo de Paso de los Libres en octavos de un Regional, ellos tenían 55 partidos jugados y nosotros 17. ¿Es más difícil el mundo político o el del fútbol? El de la política. Es aprendizaje día a día, tratar de equivocarse lo menos posible. Lo lindo es que a mí me gusta charlar con la gente y eso es lo que en definitiva es la política para mí. Después, si te toca estar adentro, meterle ficha al laburo y tratar de hacer más allá de tener o no las herramientas económicas. Hay que gestionar. Me dolería estar y que después digan acá estuvo Juan Eluchans y después no hizo nada, para eso prefiero no estar. Perfil Juan Eluchans ex futbolista y DT de Guaraní Nació en Tandil en abril de 1980, pasó por las inferiores de Ferro e Independiente. Con el Rojo debutó en Primera División y luego pasó por Rosario Central, Banfield, Atlético Rafaela, Guaraní y Atlético Posadas en el fútbol argentino. También jugó en Caen de Francia y en Universidad Católica de Chile.
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