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» La Capital
Fecha: 08/07/2025 15:26
Carlos Dante Retamal, preso desde 2022, aceptó esa pena en un juicio abreviado por más de treinta defraudaciones con plazos fijos en pesos o en dólares Ocho años se extendieron las maniobras que un promotor de inversiones cometió desde un local ubicado en una galería de Granadero Baigorria , la fachada desde la cual se concretaron 33 hechos de estafa a personas que contrataban supuestos plazos fijos y seguros de retiro . Por esa serie de delitos que ocasionaron a las víctimas perjuicios millonarios, el ex agente de seguros Carlos Retamal aceptó 5 años de prisión en un juicio abreviado. La pena se acordó la semana pasada durante una audiencia realizada en el Centro de Justicia Penal. El juez Nicolás Foppiani convalidó un acuerdo entre la fiscal María Teresa Granato, de la Unidad de Delitos Económicos, y la defensa de Retamal. El acusado de 65 años admitió los delitos y aceptó así la condena que lo declara autor de estafas reiteradas. Las maniobras se repitieron entre 2014 y 2022. Consistieron en captar clientes a los que les prometían inversiones con altas tasas de interés que nunca fueron pagadas. Retamal se entregó ante la policía y quedó preso en noviembre de 2022 cuando estaba avanzada la investigación en su contra, que también involucraba a su esposa. Claudia Fernández, que se presentaba como contadora y asesoraba a las víctimas, se encuentra imputada en libertad en la causa. La pareja ofrecía las inversiones desde el estudio contable Retamal-Fernández, ubicado en el local 7 de una galería de San Martín al 2200 de Granadero Baigorria . Las víctimas confiaron en ellos para entregarles sus ahorros con el fin de obtener buenos réditos mediante la colocación en plazos fijos, tanto en pesos como en dólares, en una mutual y en una conocida compañía de seguros. Ofrecían tasas anuales del 5 al 61% para las inversiones en pesos y del 10 al 13% para los plazos fijos en dólares. Para tal fin emitían formularios de constitución, ampliación y renovación de seguros a nombre de las empresas aseguradoras que resultaron ser falsos. Llegado en momento en que las víctimas reclamaban el pago, no sólo no recibían los intereses prometidos sino que tampoco recuperaban el capital invertido, salvo en algunos casos en que lograron mínimas devoluciones. Así, según la pesquisa, los acusados retuvieron los fondos y sacaron provecho de la confianza de las personas que creyeron en ellos por sobre el sistema bancario oficial. El perjuicio En total, el perjuicio ocasionado se estimó en más de 30 millones de pesos y más de 600 mil dólares. La dimensión del fraude fue escalando con el correr de la investigación, ya que de los diez hechos inicialmente imputados a Retamal finalmente se probaron 33. >> Leer más: Advierten sobre el resurgimiento de un sistema de estafa piramidal La investigación surgió a partir de la denuncia presentada por la abogada Liza Feldman en representación de Oscar R., una de las víctimas de la maniobra. “Les entregué el fruto de 25 años de ahorro y ganancias que obtuve a partir de la venta de dos autos para que las invirtieran en operaciones comerciales acordadas y se concreten las ganancias en las tasas pactadas porque era mi afán acrecentar mis inversiones financieras con el único objetivo de que mis dos hijos tuvieran su casa propia en un futuro no tan lejano”, relató el hombre damnificado en 3.209.750 pesos y 110.561 dólares. Cheques incobrables Luego se sumaron otras nueve personas que compartían un grupo de WhatsApp con los imputados para discutir sobre las inversiones y que se reunían para hacer catas de vinos y fiambres en una vinoteca de Granadero Baigorria, eventos que tenían como finalidad captar más inversores. En algunos casos, ante los reclamos de las víctimas el productor de seguros entregaba en parte de parte de pago cheques que al ser presentados al cobro eran rechazados por falta de fondos. También se constató que extendía recibos y plantillas de cuenta corriente con un membrete apócrifo de la mutual invocada. Una de las personas estafadas, según consigna el acuerdo, era una familiar directa de Retamal. Las víctimas confiaban desde sumas mil dólares, en los montos más bajos, hasta cifras mayores a los cien mil dólares y en moneda nacional iban de 50 mil pesos a más de diez millones.
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