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  • “Me da orgullo ser mujer en un mundo de hombres”

    Concepcion del Uruguay » La Calle

    Fecha: 08/07/2025 14:37

    Por Manuel Iconicoff Brisa Ramos se crió en un taller y antes de dar los primeros pasos ya escuchaba el rugir de los motores en el taller de su casa. A los cuatro meses asistió a su primera carrera, acompañando a su papá. A los tres años ya manejaba un karting y a los seis ya corría en cuatriciclos. Así comenzó la historia de esta joven de 25 años que, con esfuerzo, constancia y una pasión indomable, fue creciendo entre fierros hasta alcanzar su sueño más reciente: competir en la Fórmula Entrerriana, la categoría de monopostos más importante de la región que este fin de semana lleva adelante una nueva fecha en Concordia. Pero su camino no fue fácil. En un ambiente predominantemente masculino, aprendió a hacerse respetar y a competir de igual a igual, pese a miradas despectivas de quienes aún no toleran verla en pista. Hoy, con orgullo, afirma que el automovilismo le enseñó todo: desde disciplina y sacrificio hasta la capacidad de renacer después de cada golpe. En esta entrevista, comparte su historia con crudeza y emoción. Habla de los inicios en cuatriciclos, su paso por el karting, el debut en Fórmula, el entrenamiento físico y mental que lleva adelante y la motivación que la impulsa a seguir acelerando. -¿Cuándo y cómo nació tu pasión por el automovilismo y los fierros? – La realidad es que yo nací en el mundo del automovilismo. Tenía cuatro meses la primera vez que fui a una carrera, corría mi papá. Y dormía arriba del colectivo mientras ellos corrían. Después tenía el taller atrás de mi casa así que vivía en el taller viendo como mi papá arreglaba los autos, iba a las carreras con él desde muy chiquitita y a los tres años me dieron el primer karting para que probara. No tenía fuerza para doblar, practicaba en la calle y al no tener la fuerza hacía trompos y en uno de esos trompos me subí a un talud y agarré miedo. Después en el 2004 empecé a andar en moto, en el 2005 me regalaron el cuatriciclo y el 25 de mayo del 2005 debuté ganando la primera carrera. Fue acá en Concepción, corrí con un 50cc. Me acuerdo que empezaron a nombrar a todos. Y mi papá me decía, “tan atrás llegaste que nunca te nombran”. Y resultó ser que había ganado la carrera. Fue debut y ganamos la carrera. – ¿O sea que tus inicios fueron en cuatriciclos? – Sí, después compramos un 110 cc, siempre peleamos el campeonato pero nunca logramos ganarlo. En uno de los años que fue en el 2010 corrí por primera vez en el campeonato argentino. Corrí hasta el 2012 y después me quedé sin categoría. Tenía que pasar una categoría más grande con un cuatriciclo 250 cc. Lo compramos y tuve un accidente probando, me lastimé desde los hombros a la punta de los dedos. No tenía piel, no tenía uñas y de la cintura para abajo exactamente lo mismo entonces desde ahí paramos un año. Después de eso que tenía la tenía la edad para poder correr no me lo permitían, porque necesitaba una autorización ante un juez porque no me daba en la edad. Al no tener carnet de conducir básicamente no me podía sumar a la categoría de la gente grande porque yo tenía 13 años y el resto tenía 24-25 entonces no me lo permitieron. – ¿Cómo llegaste al karting? – En el Coronación de karting 2013 en Concordia fui con mi papá a ver y andaba enloquecida atrás de los kartings. Ahí me sentaron mi mamá y mi papá y me dijeron que si yo pasaba todas las materias de la escuela me compraban un karting para correr. Y así fue como en diciembre rendí todas las materias, las pasé y en marzo llegó mi amado karting que fue uno usado. La primera vez que anduve fue en la calle del palacio San José, ahí fueron las primeras pruebas. Tuve mi debut ese mismo año en 2014 en Gualeguaychú. Me dijeron que me preparara, que era muy distinto al cuatriciclo, que vaya de menos a más. Bueno, volvimos a probar y el día de la carrera de quince corredores llegué quinta. -¿Cómo siguió el camino en el karting entrerriano? -Hice dos años en la 110 cc Promocional, y en el Coronación de 2015 gané mi primera carrera en Concordia. En 2016 empecé a correr en 150 cc “A”. Hice 2016, 2017 y 2018. En los últimos dos años logramos pelear el campeonato. En el anteúltimo salí segunda y en el último salí tercera, que perdí el campeonato en la última fecha. En la última curva, si yo llegaba era campeona y se me cortó el eje faltando media vuelta. De ahí pasamos a la categoría 150cc “B” dos años en la categoría del autódromo de Concepción del Uruguay (KACDU). En uno salí subcampeona y en el otro salí campeona, gané mi primer campeonato y después de eso volví al karting entrerriano en la 150cc “B” que ese año peleamos el campeonato también y lo perdí faltando dos fechas. -¿Cómo fue el salto del karting a la Fórmula Entrerriana? ¿Cómo se dio esa posibilidad? -En diciembre del año pasado, Agustín Ferreyra con su equipo hicieron una prueba abierta en el Autódromo, a la cual fui invitada. En esa prueba tuvimos un excelente rendimiento, hicimos buenos tiempos, fuimos uno de los más rápidos de ese día. Y obviamente que quedamos con ganas de mucho más. En febrero fui a La Plata a aprobar un Fórmula 3 Metropolitana. En ese caso fui de la mano de Ricardo Martinoglio, dueño de Lusqtoff mi auspicio y también fuimos de menos a más y logramos excelentes tiempos. De hecho quedamos a medio segundo del más rápido de ese día, sin conocer el circuito, sin conocer el auto sin nada. Y el 9 de mayo, el día de mi cumpleaños, me llegó un mensaje de Ricardo diciéndome que se venía una sorpresa para mí. Lo concreto es que me alquilaban un auto de Fórmula Entrerriana y así empezó todo. -¿Qué sentiste en el debut? ¿Cómo te fue? – Bueno, la primera carrera fuimos con un Berta nuevo hecho por el equipo de Agustín Ferreyra. El viernes no pude probar así que salimos a pista por primera vez el sábado. Estábamos a 10 segundos, un montón. En la segunda tanda de pruebas ya quedamos a 5 segundos y en la tercera tanda quedamos a 3 segundos de la puta. En la clasificación quedamos a dos segundos y medio de la punta, en la serie tuve un accidente me quedé sin frenos y en la final veníamos en un excelente tercer puesto y se rompió el auto en la tercera vuelta; pero fue un excelente fin de semana. – ¿Qué se siente correr y competir frente a casi todos hombres? ¿Te respetan? ¿Cómo es el trato tanto dentro como fuera de la pista? – La realidad es que es lindo, en mi caso a mí me gusta, me gusta competir contra ellos, me gusta sentirme de igual a igual. Me da orgullo ser mujer en un mundo de hombres. No es fácil, no es fácil hacerse respetar, no es fácil que te vean como una competidora más y no es fácil que te acepten. Yo hace 20 años que corro y todavía me sigue costando más de una vez hacerme escuchar, no es un mundo sencillo, no es un mundo fácil. La competición en sí no es fácil y mucho más complicado es ser mujer en ese mundo. Siento orgullo, siento adrenalina, siento pasión verdadera pero es desgastante ver que siempre se tiene que luchar en el ambiente para poder ser uno más o una más en este caso en un mundo de hombres. Entrar es difícil y hacerse valer y valorar es más difícil. En cada carrera siento que me tengo que poner un caparazón y ser una persona que en la vida real no soy, sacar pecho y ponerle el pecho a las balas. Tengo que ser fuerte, mostrar una parte mía que por ahí no es normal que vean pero si no soy así no me valoran, me pisan la cabeza. Yo no pretendo tener un trato especial por ser mujer, pero sí que me traten de igual a igual, cosa que muy pocas veces sucede. Es más, me ha tocado ir a campeonatos en los cuales no me defienden de la misma manera que a un hombre, al contrario, la culpa siempre es de la mujer. Y dentro de la pista es de igual a igual porque yo así lo hago. Me ha tocado correr ante hombres homofóbicos que veían el karting rosado y salían a fondo a “partirme al medio”. He llegado a bajarme llorando del karting diciendo que me chocan por ser mujer y es cierto. He llegado a escuchar “yo me corto los brazos a la altura de los hombros si me ganás”. Así que no es fácil pero yo logré tener el respeto dentro de la pista. Y afuera es como te dije, hay algunos que te toman como una más hay, algunos que te hablan como si nada y hay algunos que te miran de reojo por ser mujer. – ¿Cuáles son tus objetivos en el corto y largo plazo en esta categoría? – Dentro de la Fórmula Entrerriana, mi objetivo a corto plazo es ir ganando experiencia, carrera a carrera, es ir bajando mis tiempos, es mostrar que siendo mujer se puede, es lograr un podio. Mi objetivo a largo plazo es poder seguir en la categoría e ir creciendo, ir ayudando a que la categoría crezca, pero sobre todo permanecer en la categoría. -¿Cómo te preparás para cada carrera? – Para cada carrera tengo un entrenamiento físico y un entrenamiento mental específico para pilotos. En su momento era específico para el karting. Ahora es específico para la fórmula. Lo hago en el gimnasio con la profesora Nilda Bordet. Es entrenamiento de todo tipo. Hago entrenamiento físico, de coordinación y de reacción y hago entrenamiento mental. Hago ejercicios cognitivos motor. Se hacen trabajos objetivos, de reflejos, trabajos de reacción que eso se va haciendo a lo largo de la semana pero todas las semanas lo hacemos de lunes a lunes y también por ahí sábado y domingo le metemos más que nada la parte de los simuladores. En el entrenamiento mental hacemos distancia de frenado, conocer el circuito, maniobras de sobrepaso, largadas y a su vez tenemos planillas neurocognitivas que ayudan a la parte visual y a la parte motriz. Es muy completo el entrenamiento que hago para llegar de manera óptima a todos los fines de semana de carrera. -¿Qué hacés por fuera del automovilismo? ¿Cómo es tu vida fuera del deporte? -Fuera del ambiente de las carreras, de lunes a viernes trabajo y estudio. Trabajo en el gimnasio New Style, dando entrenamiento funcional y dando clases aeróbicas. También soy la recepcionista del lugar. A su vez, trabajo en los simuladores del gimnasio haciendo preparación mental a distintos pilotos que nos eligen. A su vez estoy terminando el profesorado de educación física, me quedan algunas materias para poder recibirme. No hago ningún otro deporte, en su momento hice vóley pero actualmente no lo estoy haciendo. ¿Soñás con llegar a alguna categoría nacional? – Sí, sueño y quiero cumplirlo, es uno de mis objetivos a largo plazo, por eso quiero demostrar que puedo en la fórmula entrerriana para poder hacer algo a nivel nacional. Me encantaría llegar a la Fórmula Metropolitana, me encantaría sería un sueño hecho realidad. Sería muy lindo llegar a nivel nacional y poder ir avanzando. ¿Qué le dirías a una nena que sueña con correr, pero siente que es “un deporte de varones”? -Lo primero que le diría a esa nena es que se anime, que no tenga miedo, que no es fácil, pero es lo más lindo del mundo. El orgullo que se siente de ser mujer y representar al género dentro del automovilismo es lo más lindo del mundo. Y no solamente le diría a la nena, también me dirigiría a los papás, diciéndoles que apoyen a esa nena que sueña con ser piloto, que la acompañen, que le den fuerza, que le den fortaleza. Lo mejor que les puede pasar es apoyar a su hija dentro de ese mundo que vuelvo a decir, no es un mundo fácil, es un mundo que requiere de mucho tiempo, de muchísima responsabilidad, de muchísimo entrenamiento y de muchísima preparación psicológica. Pero le diría a esos papás que se animen a hacer feliz a esa nena, que no tengan miedo y que no es solamente un deporte de hombres. Eso es lo que la sociedad nos quiere hacer creer, que es un deporte de hombres, pero en realidad el automovilismo es un deporte como cualquier otro que pueden correr varones y pueden correr mujeres y es más, las mujeres se pueden destacar más que los varones. Entonces, tanto a esa nena como a esos papás les diría que piensen en todo lo que esa nena puede llegar a lograr cumpliendo su sueño. No tengan miedo de meterse en el mundo del automovilismo, porque no se van a arrepentir, porque es un mundo difícil pero hermoso, que requiere de muchas cosas, pero sobre todo de pasión; y si esa nena pide correr es porque es apasionada, y si es apasionada hay que apoyarla, hay que alentarla y tiene que sentir el apoyo y tiene que sentir el hombro en donde recostarse, teniendo eso esa nena tiene todo lo que necesita para ser feliz dentro del mundo del automovilismo. -¿Qué te enseñó el automovilismo? -El automovilismo me enseñó que hay muchos momentos hermosos, muchos momentos de diversión, muchos momentos de disfrute, pero muchos momentos de tristeza y muchos momentos que necesitás renacer. El automovilismo te da más tristezas que alegrías, pero en esos momentos de tristeza es donde hay que aprender a salir adelante. Hay que levantar la frente, sacar pecho y darle para adelante. Porque siempre se puede. Siempre cuando a uno le apasiona lo que hace, puede lograr grandes cosas. Solo hace falta saber que los tropezones no son caídas. Es necesario tropezar para aprender. Y una vez que aprendés va a venir otro, pero no va a ser tan fuerte como el primero. Me enseñó a perseverar, me enseñó a levantarme, me enseñó a sentir, me enseñó a hacerme respetar, a tener disciplina, a tener un entrenamiento y me enseñó sobre todo el sacrificio, que cuando todos están saliendo de fiesta y preparándose un fin de semana para ir a un boliche vos te estás preparando el bolso para ir a las carreras. Entonces me enseñó muchísima responsabilidad.

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