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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 08/07/2025 12:54
El crecimiento sostenido del GNL apunta a aumentar la cantidad de buques, mejorar su disponibilidad, reducir tiempos de fabricación y garantizar el acceso a rutas clave y puertos especializados (Foto: Shutterstock) En un contexto internacional atravesado por tensiones comerciales, presión deflacionaria y nuevas estrategias energéticas, se estima que los astilleros chinos alcanzarán en 2025 una cifra récord de entregas de buques para el transporte de Gas Natural Licuado (GNL), consolidando su posición en una industria fundamental para las cadenas logísticas energéticas globales. La fuerte demanda de este combustible —el fósil de más rápido crecimiento a nivel mundial— posibilitó la expansión de proyectos destinados a su transporte. Según datos difundidos oficialmente, uno de los principales astilleros del país entregará diez buques metaneros este año, en el marco de una cartera de pedidos que incluye 60 unidades por un valor estimado de 21.000 millones de dólares, con entregas programadas hasta 2031. Este impulso forma parte de una tendencia más amplia. Las entregas globales de buques de GNL crecieron más del 60% en 2023, alcanzando las 67 unidades. Actualmente, la flota mundial cuenta con 831 embarcaciones operativas y se esperan otras 103 en 2025, lo que representa una expansión significativa de la capacidad instalada para la distribución marítima de gas. Competitividad logística y eficiencia en construcción Más allá del volumen, el dato más relevante desde la perspectiva logística es la reducción a 15 meses del tiempo de construcción por unidad, una mejora significativa frente a los estándares previos. Este avance se explica, en parte, por el desarrollo de una cadena de suministro local que cubre el 80% de los componentes requeridos, lo que reduce la dependencia externa y permite una mayor previsibilidad en los plazos de entrega. Estos avances convierten a China en un actor estratégico dentro del ecosistema logístico del GNL, aportando volumen, velocidad y eficiencia a una industria en plena expansión. Se estima que, una vez finalizados todos los encargos en curso, el país asiatico pasará de representar el 7% al 15% de la flota mundial dedicada al GNL. No obstante, aún se mantiene por detrás de Corea del Sur, líder histórico en este tipo de construcciones. Desarrollo global y catalizador para Vaca Muerta Argentina ya vislumbra oportunidades concretas en esta expansión mundial del transporte de GNL. A partir de 2027, está previsto que comiencen a operar unidades flotantes de licuefacción en la costa atlántica, con capacidad para exportar varios millones de toneladas al año. Estas unidades, vinculadas a astilleros asiáticos, permitirían canalizar parte del gas producido en Vaca Muerta hacia mercados internacionales mediante embarques marítimos. El impacto logístico sería significativo: se potenciarían obras de infraestructura asociadas al transporte terrestre y a los sistemas de evacuación de gas, al tiempo que el país podría integrarse a cadenas globales de distribución energética. La proyección exportadora abre una nueva etapa para la formación neuquina, con efectos directos en la planificación logística, el desarrollo portuario y las rutas internacionales del GNL. La fuerte demanda de este combustible —el fósil de más rápido crecimiento a nivel mundial— posibilitó la expansión de proyectos destinados a su transporte (Foto: Shutterstock) Energía, comercio y presión internacional El auge de la construcción naval china se da en un momento de tensión creciente con Estados Unidos y la Unión Europea, que acusan a Pekín de subsidiar de forma desleal a sus astilleros, generando una competencia desbalanceada para los constructores occidentales. Una reciente investigación del gobierno estadounidense concluyó que las ayudas estatales chinas estarían afectando negativamente a los astilleros norteamericanos. Aun así, la expansión de flota para transporte de GNL es vista como un factor determinante para sostener el ritmo de comercialización global del gas producido principalmente en Estados Unidos y Qatar, dos de los grandes exportadores actuales. En ese marco, los buques construidos en China serán piezas fundamentales para abastecer los crecientes flujos hacia Europa, Asia y América Latina. Implicancias para la logística energética El crecimiento sostenido del GNL como fuente energética tiene consecuencias directas en las estrategias logísticas globales. No solo se trata de aumentar la cantidad de buques, sino también de mejorar su disponibilidad, reducir tiempos de fabricación y garantizar el acceso a rutas clave y puertos especializados. Además, la incorporación acelerada de nuevas unidades exige ajustes en los puertos de destino, que deben adaptarse al tamaño y requerimientos de este tipo de embarcaciones. En ese sentido, la planificación logística portuaria, la eficiencia en la descarga y los mecanismos de trazabilidad del GNL se posicionan como ejes centrales del nuevo entramado energético. A futuro, el protagonismo creciente de los astilleros chinos plantea interrogantes sobre la sostenibilidad de la competencia global en el sector, pero también señala un camino: el de la integración vertical en la cadena de suministro logística, desde la construcción hasta la operación eficiente del transporte marítimo.
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