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Valle María » Vallemarianoticias
Fecha: 08/07/2025 07:21
Mario Villar se diferenció de los pedidos de Luciani y Mola y propuso un traslado de San José 1111; la defensa pidió anular el régimen de visitas y que le saquen la tobillera. El fiscal general de la Cámara Federal de Casación Mario Villar desistió hoy del pedido para que Cristina Kirchner cumpla en una cárcel la condena de seis años de prisión por el caso Vialidad y en cambio solicitó que se disponga otro lugar detención y no su departamento de San José 1111, en Constitución. De esta manera, Villar se diferenció de sus colegas Diego Luciani y Sergio Mola, quienes habían pedido la semana pasada al Tribunal Oral Federal N°2 que Cristina Kirchner fuera trasladada a una cárcel del Servicio Penitenciario. En tanto la defensa de Cristina Kirchner a cargo de Alberto Beraldi, rechazó dejar el departamento y reclamó que se anule el actual régimen de visitas, que la obliga a la expresidenta pedir permiso en cada caso. Además, el letrado solicitó que le saquen la tobillera electrónica con el argumento de que no se va a fugar. Estos pedidos fueron realizados en una audiencia oral y pública efectuada en los tribunales este mediodía por las partes ante los jueces de la Cámara de Casación, Mariano Borinsky, Gustavo Hornos y Diego Barroetaveña. Resolverán esta semana si le dan la razón al fiscal o a la defensa, aunque los plazos vencen en los primeros días de la semana próxima. Villar dijo que la situación actual -no la de hace 15 días- demostró que Cristina Kirchner cumplió las reglas del conducta del tribunal y por eso desistió de la petición de enviarla a una prisión federal. En cambio, argumentó que debería cambiarse el domicilio donde cumple su detención. Argumentó dos motivos: porque se altera la tranquilidad del barrio, con los manifestantes, falta de higiene y llamados constantes al 911 y porque está en “riesgo la seguridad de la condenada”. Se refirió a sus salidas al balcón, que no están prohibidas , pero que la exponen al riesgo de un atentado, pues queda expuesta en un segundo piso, máxime con el antecedente de que sufrió un intento de magnicidio, cuando estaba rodeada de sus militantes. Dijo que la custodia de la expresidenta ya fue ineficaz una vez para frustrar el atentado en su contra y prevenirlo, y por estas razones entendió razonable el cambio de domicilio. Al cambio de domicilio lo debe ofrecer Cristina Kirchner y los jueces no pueden sugerir esta solución. El abogado Beraldi, acompañado de Ary Llernovoy, mas allá de que Villar desistió del pedido de Luciani, no se privó de contestarle al fiscal del juicio. Habló de que expuso calumnias y afirmaciones falsas y dijo que hay circunstancias que van más allá de su edad para cumplir su condena en su casa. Cristina Kirchner tiene 72 años y es, después de los 70, que se puede pedir este beneficio, Además, dijo Beraldi, que pesa su condición de mujer, y recordó mirando al juez Hornos -allí presente- que el magistrado en una recomendación sobre el cumplimiento de las penas en prisión destacó que es se debe considerar la condición de mujer de las condenadas. Explicó que la elección de San José 1111 no es arbitaria, sino el lugar donde vive Cristina Kirchner desde 2022. “Es el domicilio que le corresponde”, dijo. Desacreditó el informe de la Procuración de la Ciudad que desaconsejó usar ese lugar por las molestias que provoca en el barrio y dijo que las manifestaciones ya desaparecieron y que ahora hay más seguridad que antes en la zona. Indicó que por más condenada que esté no se puede interrumpir su vida social y familiar, que la visita. Asimismo argumentó contra el uso de la tobillera y contra la limitación a sus visitas. Los que no conforman su familia, abogados, médicos o custodios, que entran automáticamente a la casa, deben tener un permiso especial del tribunal y motivado en cada caso. Dijo Beraldi que es una regla imposible de cumplir porque con qué criterio los jueces dirían que si o que no, ya que no hay ninguna ley que regule esta regla. Dijo que es inédita y que carece de base legal. Entendió que pone la decisión en manos de la discrecionalidad del tribunal. En cuanto a la tobillera dijo que es innecesaria ya que Cristina Kirchner “no se va a escapar” ya que “es la persona más conocida o una de las más conocidas del país”. “Pensar que Cristina se va a escapar es una burla”, expresó y dijo que tiene policías que la custodian 24 horas. Indicó que en todo caso el único propósito de la tobillera es su “implicancia simbólica para molestarla y humillarla”. “Es un mecanismo innecesario y burdo”, abundó. Villar, el fiscal, contestó a ambos argumentos: dijo que la limitación de las visitas es razonable, ya que es lo que ocurre con los presos que están en la cárcel, que deben tener permiso para ser visitados en cada caso. Y entendió que los condenados tienen una menor expectativa de privacidad que los que no lo están. Y en cuanto a la tobillera, recordó que la ley de ejecución dice que se “exigirá” el uso de un dispositivo electrónico de control en caso de arresto domiciliarios. Es decir, dijo, que el tribunal no podía hacer otra cosa que colocarle ese dispositivo. La ley de ejecución penal menciona que se puede prescindir de ese dispositivo en caso de que exista un informe multidisciplinario y otro informe del Servicio Penitenciario que permita que se lo quitan. Ninguno de esos dos informes existen al momento. De hecho hoy Cristina Kirchner será visitada por asistentes sociales que analizarán si se adapta al uso de la tobillera y elevarán sus conclusiones al tribunal. Recordó Villar el caso del expresidente de Francia Nicolás Sarkozy, quien estuvo en arresto domiciliario con tobillera en su país, condenado por corrupción, a pesar de que era conocido por todos. La Nación
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