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» Voxpopuli
Fecha: 08/07/2025 07:18
«Estamos viviendo momentos muy difíciles desde que se paralizó la obra pública, que tracciona más del 70% de la producción del sector hacia el mercado interno”, sentenció Fachinello desde las oficinas de Apicofom. La drástica caída de la obra pública, una de las políticas centrales del Ejecutivo nacional para alcanzar el «déficit cero», ha cortado de raíz la demanda interna, dejando a la industria maderera al borde del colapso. Fachinello describe un escenario de “tormenta perfecta” que impide cualquier intento de mejora o eficiencia. A la interrupción de la obra pública se suman una «inflación en dólares» que encarece los costos, el constante aumento del combustible –con una suba más pronunciada en Misiones que en Buenos Aires, eliminando ventajas competitivas– y una creciente presión fiscal municipal. La combinación de estos factores hace que la ya baja rentabilidad de las operaciones de exportación, que apenas ronda el 4 o 5%, sea insostenible. La frustración es evidente en las palabras del dirigente, quien lamenta que, a pesar de presentar cifras y diagnósticos en el ámbito nacional, la única respuesta del gobierno de Milei es la priorización inflexible del «déficit cero». Esta postura, que ignora las particularidades y necesidades de las provincias, se traduce en una visión productiva limitada a la agroexportación de soja y maíz, dejando de lado la madera, el té, la yerba y el resto de las economías regionales. Las consecuencias de esta política de ajuste son alarmantes para el sector. «Hoy nadie está pensando en invertir», advierte Fachinello. Las empresas están «consumiendo stock» y luchando por pagar los aguinaldos. Lo más grave, sin embargo, es la «pérdida de forestación», lo que compromete el futuro a largo plazo de una industria vital para Misiones. A pesar de la adversidad generada por las decisiones nacionales, el titular de la CEM destaca el esfuerzo de la provincia por generar herramientas paliativas, como el programa Ahora Pymes y los créditos con tasas subsidiadas. No obstante, son medidas insuficientes para contrarrestar el impacto de un contexto nacional hostil. La crisis, paradójicamente, está uniendo al sector. «Sabemos trabajar. Sabemos competir. Lo que necesitamos es que nos den las herramientas y nos saquen el pie de encima”, concluye Fachinello, en un llamado contundente a un cambio de rumbo que permita a las industrias regionales, y a la economía argentina en su conjunto, respirar y volver a crecer. (Con información de Economis.com.ar)
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