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» Diario Cordoba
Fecha: 06/07/2025 04:20
Reencuentros y primeras veces. Aplausos y emoción es lo que se ha vivido a la llegada de los tres autocares que traían a los primeros niños saharauis hasta el albergue de Cerro Muriano dentro del programa Vacaciones en Paz 2025, impulsado año tras año por la Asociación Cordobesa de Amistad con los Niños y Niñas Saharauis (Acansa). La llegada es una auténtica celebración porque durante todo el año se trabaja para organizar este proyecto y sobre todo para encontrar familias de acogida que sean un verdadero refugio para estos 147 niños, que pasarán la temporada estival lejos del desierto y de los conflictos. Los voluntarios de la organización, cerca de una veintena, estaban ansiosos tras los retrasos que se registraron en la llegada de los niños saharauis en toda España por problemas con los visados y documentación. Afortunadamente este sábado han llegado a Córdoba en el primer vuelo de Andalucía, a falta de nueve niños que llegarán este domingo. "Tenemos ya la suerte de tenerlos con nosotros", dice aliviada Ana Ramos, presidenta de Acansa, tras llegar en los autobuses desde Sevilla. Córdoba recibe a los niños saharauis para pasar sus 'Vacaciones en Paz' / Manuel Murillo Ayudan a descargar primero las mochilas de los niños y se encargan de llevarlos dentro y recibirlos con una pequeña merienda. Antes de que las familias de acogida se puedan ir a casa con ellos, pasan una revisión oftalmológica, bucodental y auditiva, tres aspectos de salud que en los campamentos "sufren mucho". Llegada de los niños saharauis al albergue de Cerro Muriano, en Córdoba, este sábado. / Manuel Murillo Martínez / COR Reencuentro con sus familias Sin duda el momento más emotivo es cuando llegan las familias, porque sin ellas este programa no podría existir. Acansa celebra que tras la crisis del Covid ya Vacaciones en Paz está recuperando los números de antes gracias a la solidaridad de las familias, muchas de las que repiten año tras año. Lágrimas, alegría, emoción, mucha ansiedad y niños pletóricos para volver a encontrarse con sus "hermanos de verano" es lo que se vive a las puertas del albergue. Hay primeras veces, pero la mayoría son reencuentros esperados durante todo el año. Elena Gutiérrez ha sido la primera en recibir en brazos a su niño, Hamsa, que corrió hacia ella con todas sus fuerzas para fundirse en ese abrazo tan esperado. Es el tercer año que ella y su marido lo reciben y "cada vez es mejor" tras superar un primer año "muy intenso", de desconocimiento, de primeras veces, pero "ahora sabes que él está mejor y yo también con él, es un niño especial y una maravilla", dice la madre. Mucha ilusión, emoción y felicidad es como lo describe Elena, que espera darle a Hamsa un primer día de descanso y luego "no perder tiempo, llevarlo a la piscina, al circo y al teatro" en Almedinilla. Llegada de los niños saharauis al albergue de Cerro Muriano, en Córdoba, este sábado. / Manuel Murillo La familia de Nazareth Aguilera y Sergio Moreno también esperaban con ansias, junto a su hijo de seis años, la llegada de su otro pequeño de 11 años, su "hermano de verano". "Nosotros contentos, es como si fuera un hermano para él y el resto del año seguimos manteniendo contacto y lo llamamos, como una familia a distancia", expresa la madre. Es una experiencia que recomiendan, aunque admiten que "cuando se van lo pasas muy mal, pero la parte buena compensa". Esta familia se irá de vacaciones a la playa, a la piscina y disfrutarán de las verbenas de Priego, su pueblo, que también lo acoge con mucha alegría: "En el pueblo está todo el mundo deseando que llegue", admiten entre risas. A Salima, que quiere "volver otra vez aquí" y no teme en decirlo, la han recibido con una pancarta de bienvenida. Carmen Muñoz es su "hermana mayor" y esperó en primera fila para verla y poder volver a abrazarla tras un año separadas. "Disfrutamos mucho de ella y que ella disfrute de España nos aporta mucho, creemos que estamos haciendo un bien para ella y para su familia", afirma la joven de 25 años, que se muestra "muy contenta de ya tenerla aquí". Un programa que "salva vidas" Más allá de alejarlos del campo de refugiados, ocupado desde hace 50 años en "un conflicto silenciado y un pueblo olvidado", se les aleja de unas condiciones que cada vez son más duras porque la ayuda humanitaria mundial se está viendo mermada, alerta Ana Ramos, que asegura que nuevamente "hay problemas de malnutrición en los campamentos". Con estas revisiones médicas, además, "Vacaciones en Paz salva vidas" por las intervenciones y tratamientos que "sin ellos les costaría la vida". Llegada de los niños saharauis al albergue de Cerro Muriano, en Córdoba, este sábado. / Manuel Murillo Audika, clínica dental La Libertad y La Arruzafa son los encargados de hacer estas revisiones y derivar a los niños que necesiten una intervención. En el caso de la vista, los problemas de graduación son menos, lo que más suelen encontrar son problemas por el polvo o el sol o con infecciones o cataratas por golpes. En cuanto al oído, se suelen encontrar con tapones de cera, perforaciones timpánicas o infecciones, mientras que los dentistas tratan, sobre todo, caries por exceso de azúcar o falta de higiene. Lo más importante es que si encuentran algún problema, los derivan a las respectivas clínicas para que vuelvan sanos. En esos dos meses que pasarán en Córdoba Acansa se mantiene en contacto con las familias y realizan también jornadas de convivencia en piscinas de los distintos pueblos para compartir experiencias y ayudarse. Suscríbete para seguir leyendo
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