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Concordia » Saltograndeextra
Fecha: 05/07/2025 12:24
El presidente Javier Milei cerró la presidencia pro tempore argentina del Mercosur con duras críticas a la burocracia “elefantiásica” del bloque regional, cuestionando su fracaso en promover la libertad comercial y acusándolo de restringir oportunidades económicas para los ciudadanos sudamericanos. Su discurso marcó un claro quiebre con la tradicional retórica conciliadora que caracteriza al Mercosur. En el cierre de la presidencia pro tempore de Argentina en el Mercosur, el presidente Javier Milei protagonizó un discurso que no dejó dudas sobre su postura crítica frente al bloque regional. Durante la LXVI Cumbre realizada en el Palacio San Martín de Buenos Aires, Milei describió al Mercosur como una estructura burocrática “elefantiásica” que ha fallado en cumplir sus objetivos originales y que, en su opinión, ha cercenado libertades económicas y privado de oportunidades a los privados de la región. El mandatario argentino fue duro al afirmar que el Mercosur, lejos de integrar y potenciar las economías regionales, se ha convertido en un “escudo” que en realidad excluye a los países de la competencia global, elevando barreras comerciales y promoviendo una legislación excesiva que termina perjudicando al consumidor, al empresario y al trabajador. Según Milei, el costo de esta “pereza administrativa” nunca lo pagan los burócratas, sino quienes generan riqueza y empleo. Durante su exposición, Milei destacó las medidas impulsadas durante la gestión argentina al frente del bloque, como la ampliación de la lista de excepciones al arancel externo común y la negociación de acuerdos de libre comercio con la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA), Emiratos Árabes Unidos, India, Israel, El Salvador, y próximamente Panamá. También propuso la creación de una Agencia del Mercosur contra el crimen organizado transnacional, enfatizando la urgencia de combatir el narcotráfico que afecta a toda la región. No faltaron en el discurso las críticas a la burocracia del Mercosur y a lo que calificó como un “legislacionismo comercial” que genera menos y peor empleo, salarios deprimidos y mercados cerrados por intereses políticos y empresariales enquistados. Milei pidió abandonar la visión del Mercosur como un escudo proteccionista para convertirlo en una lanza que permita a los países penetrar en los mercados globales con “más libertad, más comercio, más inversión y más trabajo”. El presidente argentino también se refirió a temas sensibles de la agenda regional, como la condena a las detenciones ilegales en Venezuela y el reclamo por la liberación del gendarme argentino Nahuel Gallo, y ratificó el apoyo soberano a la reivindicación de las Islas Malvinas. La firme postura de Milei contrastó con discursos más conciliadores y marcó un tono de ruptura con la tradición política del Mercosur, impulsando una agenda orientada a la apertura y la competencia global. Su llamado a avanzar con o sin el acompañamiento de sus socios plantea un desafío a la unidad del bloque, que ahora transfiere la presidencia pro tempore a Brasil. En definitiva, el mandatario dejó claro que la apuesta de Argentina es por un Mercosur con menos burocracia y mayor libertad comercial, pero la pregunta que queda en el aire es si sus socios regionales están dispuestos a seguir ese camino.
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