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» Elterritorio
Fecha: 05/07/2025 04:49
En Misiones hay fábricas del aserrín comprimido que abastecen a algunas industrias y comercios. Pero en general el producto se exporta a países cercanos sábado 05 de julio de 2025 | 3:30hs. En Brasil se lo utiliza en panaderías, criaderos de pollo, hoteles y hasta para calefaccionar piscinas. Los pellets de madera son residuos de la madera aserrada que se compactan en diminutos cilindros de unos 2 o 3 centímetros de longitud. Con esta forma son prácticos para transportar y para quemar en hornos especialmente diseñados para su uso. Su compactación los hace más eficientes que la madera para generar calor. Su uso está extendido hace muchas décadas en países europeos o en Chile, donde los usan en forma masiva en estufas, cocinas y hornos para calefacción. En Argentina todavía no prendió del todo el interés por adaptar cocinas, estufas o calderas para ser abastecidas por este recurso. El cambio sería importante para Misiones, que tiene algunas fábricas del combustible eficiente, aprovechable y menos contaminante. Para Enrique Bongers, propietario de GP Energy, una empresa que fabrica pellets en Colonia Victoria, las limitaciones pasan tanto por las dificultades para instalar industrias como para que los consumidores accedan a los quemadores que usan este insumo energético. “A mí me parece que su uso no se extendió más porque todavía las industrias necesitamos crear a nuestros clientes. Que se vean los beneficios de usar este tipo de combustible. Si se facilitara a las cerealeras, industrias lácteas y otras empresas a cambiar sus quemadores para que utilicen pellets, habría una demanda más constante”, comentó el industrial misionero. En tanto, recordó que en la región hay empresas que están demandando este combustible “En Brasil hay un montón de empresas que lo utilizan. En el país hay en la zona Sur, en San Martín de los Andes o en algunas localidades de Córdoba que se usa más el pellet. Ya en lugares donde no llega el gas natural, el pellet es una alternativa económica y práctica para generar energía y calefacción”. En Chile las estufas a pellets son muy conocidas y usadas en los hogares. Por otro lado, Bongers reconoció que también la oferta industrial es limitada por los altos costos que todavía se tienen. “En cuanto a la producción de pellet, la inversión para poner una una planta industrial es bastante alta y realmente el precio del producto por ahí hace que no se pueda amortizar en pocos años. Lleva mucho tiempo poder amortizar toda la fábrica”. Agregó que también “debido a la demanda que hay por los subproductos (aserrín y chips, para la generación de energía) también el precio de la materia prima ha aumentado. No se necesita mucha mano de obra, pero si hay un gasto importante en energía, además del costo de los repuestos, en general casi todas las piezas de la maquinaría son caras. Entonces, el número para poder ofrecer un producto comercializable es cada vez más fino”. Bongers comentó además que “el mercado internacional del pellet hace tres años que viene con precios a la baja. Hasta el mes pasado nos estaba costando vender porque no nos cerraban los números para comprar la materia prima y producir. Pero como pasa todos los años, en esta época cuando empieza el frío, la demanda aumenta. Hay algo de compras domésticas (hogares), que es la de menor volumen, y después los pedidos de industrias también se dan”, explicó. Contó, en tanto, que actualmente su fábrica está vendiendo a Brasil para la producción avícola (para calefaccionar criaderos). “Hacia Uruguay también para estufas domiciliarias. Y en algunas industrias de Paraguay. En nuestro caso, además de un reducido mercado interno, actualmente sólo estamos abasteciendo a países limítrofes”. La limitación de pedidos del producto misionero se da porque los costos para mover la mercadería son importantes. “No estamos exportando ni a Europa ni a Estados Unidos porque el costo de la logística lo hacen imposible. Y estamos muy lejos de los puertos para llegar a Chile”. Bongers recordó que la demanda por pellets empieza a subir desde febrero hasta septiembre, cuando termina el frío. Luego las fábricas siguen trabajando para lograr un stock importante para el próximo año. “Además del pellet, en mi caso tengo algunos nichos de mercado como las camas absorbentes para gatos (pellets para reemplazar a las clásicas piedritas) y otros subproductos que me ayudan a subsistir durante el año. Pero hoy el precio está muy bajo y la logística realmente nos mata”, evaluó desde el Norte misionero. Potencial A pesar del actual uso limitado, el industrial considera que a futuro su uso puede expandirse más (por los costos energéticos en alza). “No hay que descartar usos e incentivar el desarrollo de que más industrias puedan utilizar el pellet como insumo. Una secadora de granos, una láctea, por ejemplo, consumen muchas kilocalorías por hora”. Recordó en cuánto a eficiencia que el uso de pellets “es más limpio, no genera desperdicios en los quemadores. En nuestro caso tenemos una tecnología en la que no utilizamos ningún aglutinante. Es un producto claro, se quema al 100%, deja un mínimo de cenizas, nada de humo y entrega un excelente poder calorífico”. Más eficientes y renovables En España, la página Bioforestal detalla que los pellets tienen un alto poder calorífico, lo que significa una combustión eficiente y constante. Esto se debe a su alta densidad y bajo contenido de humedad, permitiendo una quema más completa y uniforme, produciendo más calor por unidad de volumen en comparación con otros combustibles como la leña. Son fabricados a partir de materiales renovables, como residuos de madera y agrícolas, que de otro modo serían desechados. Esto ayuda a reducir la huella de carbono. Al utilizar residuos, se evita la deforestación y se promueve el reciclaje de recursos. Además, el uso de pellets reduce el desgaste de los sistemas de calefacción, lo que minimiza los gastos de mantenimiento. En muchas regiones, existen incentivos gubernamentales que promueven su uso.
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