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» Data Chaco
Fecha: 04/07/2025 01:24
Las bajas temperaturas ya se hacen sentir con fuerza en gran parte del país, y cada mañana se repite la misma pregunta: ¿cómo vestirse para no pasar frío y al mismo tiempo poder moverse con comodidad? Aunque existen prendas térmicas en el mercado diseñadas para climas extremos, no siempre son accesibles por su alto costo. La buena noticia es que hay formas efectivas y económicas de abrigarse bien, aprovechando lo que ya se tiene en el placard. Vestirse "en capas" es una técnica simple y efectiva que permite adaptarse a los cambios de temperatura entre el exterior y los espacios cerrados. Consiste en usar varias prendas superpuestas, que pueden quitarse o agregarse según sea necesario. Primera capa (base): Es la más cercana al cuerpo y su función es absorber la transpiración. Aunque se suele recomendar ropa térmica, una buena alternativa económica son las remeras de manga larga o calzas finas de algodón. Este material ayuda a mantener la piel seca y evita la sensación de humedad, que intensifica el frío. Segunda capa (intermedia): Actúa como aislante térmico. Puede ser un buzo, un polar, un sweater o incluso una campera liviana. Su función es retener el calor corporal generado por el cuerpo. Tercera capa (exterior): Protege del viento, la lluvia o la nieve. Lo ideal es que sea una campera impermeable, rompevientos o un abrigo de buena confección. No es necesario que sea pesado, sino funcional al clima del día. No descuidar extremidades ni piernas Muchas veces se abriga el torso y se olvida que la mayor pérdida de calor corporal ocurre por zonas descubiertas: cabeza, manos y pies. Un gorro, una bufanda, guantes y medias gruesas (preferentemente de lana) pueden marcar la diferencia. En los pies, el calzado debe ser cerrado y, si es posible, resistente al agua. Las piernas también necesitan protección. Se pueden usar pantalones gruesos o sumar una calza por debajo del jean. Incluso las calzas deportivas, si bien no son térmicas, suman una capa de abrigo adicional. La ropa hecha con telas específicas ayuda a conservar el calor corporal. La lana es una de las mejores opciones naturales: es aislante, cálida y duradera. El algodón, aunque no retiene tanto el calor como la lana, es cómodo y útil como capa base. En tanto, las fibras sintéticas como el poliéster o el nylon, si están bien diseñadas, también ofrecen protección contra el frío y la humedad. Evitar materiales como la lycra o telas muy finas, ya que no aíslan bien y pueden dar una falsa sensación de abrigo. Clave: consultar el clima antes de salir Revisar el pronóstico del tiempo permite planificar la vestimenta con anticipación. No es lo mismo una mañana ventosa y seca que un día con lluvia o niebla persistente. En días húmedos o con llovizna, la capa exterior impermeable y el calzado adecuado se vuelven imprescindibles. Vestirse en capas, elegir bien los materiales y proteger todo el cuerpo —incluidas manos, pies y cabeza— son pasos simples que permiten enfrentar el invierno con mayor confort, sin necesidad de invertir en ropa especializada. Notas Relacionadas
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