Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • CONCORDIA / Nicolás Giarrizo: de empresario a rehén de una causa judicial cargada de irregularidades

    Parana » ER 24

    Fecha: 03/07/2025 16:44

    Más casos de injusticia del MPF sin sustentos de pruebas CONCORDIA / Nicolás Giarrizo: de empresario a rehén de una causa judicial cargada de irregularidades Hasta antes de su detención, Nicolás Giarrizo era conocido como un joven empresario que supo abrirse camino en un entorno complejo. Su nombre estaba asociado a proyectos de inversión local, emprendimientos innovadores y un estilo de vida marcado por el esfuerzo y la ambición legítima. Tenía empleados a su cargo, proveedores que confiaban en su palabra y una familia que lo acompañaba. Para muchos, representaba una historia de crecimiento personal y profesional genuina, nacida del trabajo constante. Sin embargo, como tantas otras historias que parecen ir por buen camino, Nicolás enfrentaba una batalla silenciosa: una grave adicción a las drogas, que con el tiempo fue minando su estabilidad emocional y social. Él mismo lo reconoció públicamente, buscando ayuda y tratando de reconstruirse desde sus propios errores. Como tantas personas en situaciones similares es consciente del impacto que el consumo tenía en su vida pero el quiebre definitivo llegó con una acusación judicial que desde el inicio presentó serias irregularidades. A pesar de no encontrarse elementos que prueben su calidad de organizador o financiador o la participación en una organización criminal, fue procesado y juzgado, con una dureza digna de admirar, *12 años* se escucho previo al golpe del martillo. Una causa tan polémica como inimaginable en donde, él de una supuesta super organización encargada de trafico es la única persona condenada a prisión. Hoy, privado de su libertad. Lleva años en prisión, alojado en el penal n° 9 de gualeguaychú “El potrero” siendo víctima de lo que muchos describen como una causa “armada”, donde la presunción de inocencia —un principio clave en el derecho penal argentino— no fue respetada en ningún momento, condenándolo con pruebas armadas por personas que intentan encubrir su propia responsabilidad. Mientras espera la resolución de la Cámara de Casación, Nicolás Giarrizo sigue preso y repite día a día, en su mente, el camino que recorrió, ese camino que hoy lo tiene tras las rejas, no fue más que un sinfín de irregularidades: *Ausencia de pruebas directas:* No se hallaron elementos que prueben que Nicolás tuviera participación en una organización delictiva. *Allanamientos sin resultados incriminatorios*: Ninguno de los allanamientos realizados en sus propiedades arrojó pruebas de comercialización ni de actividades ilegales, solo evidencia vinculada a consumo personal. *Vulneración de la presunción de inocencia*: Fue encarcelado y es tratado como culpable sin que existiera una sentencia firme ni pruebas concluyentes. *Falta de debido proceso*: En varias instancias se detectaron irregularidades procesales, como demoras injustificadas, filtraciones a la prensa y uso sesgado de la información. *Estigmatización por su adicción*: Se utilizó su condición de consumidor como elemento para construir una narrativa de culpabilidad, sin contemplar su condición de paciente en tratamiento. *Investigación direccionada*: Varios elementos indican que la causa habría sido orientada con un objetivo previo, en vez de sustentarse en una investigación imparcial. Una fuerza que se investiga a si misma, e investigadores con lazos personales con el acusado, nos hacen creer que hay personas, que en su poder, creen tener la capacidad de manejar la ley, a su modo. *Negación de alternativas al encierro*: A pesar de que existían opciones como tratamiento ambulatorio o prisión domiciliaria, se insistió con el encarcelamiento total en condiciones que agravan hoy su condición de salud y su derecho a una vida digna. *impacto mediático perjudicial*: Desde el inicio, la exposición pública y la forma en que se comunicó la causa generaron una condena social anticipada, condicionando la percepción judicial, situación que notablemente la justicia avala sin miramientos. Su entorno más cercano lo describe como un padre afectuoso, profundamente transformado por el sufrimiento que le tocó atravesar. Es también un hombre al que le arrebataron la posibilidad de seguir construyendo su proyecto de vida, de rehacer su camino, de asumir sus errores y también sus derechos. La historia de Nicolás interpela. ¿Cuánto puede soportar una persona cuando la Justicia se vuelve un camino cuesta arriba, donde las garantías constitucionales no se aplican de forma equitativa? Hoy su causa no solo es una cuestión legal, sino también un grito por justicia, por el derecho a un juicio justo, por la necesidad de recordar que en Argentina nadie es culpable hasta que se demuestre lo contrario. Nicolás Ghiarrizo merece, como cualquier ciudadano, que se respete ese principio.

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por