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  • El efecto de la depresión en el círculo familiar: cómo afecta el estado de ánimo de los seres queridos

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 02/07/2025 04:59

    Los vínculos sin vitalidad pueden afectar la salud mental, con declive del deseo, la iniciativa, la creatividad y aumento del desamparo (Imagen Ilustrativa Infobae) No hay duda del poder de virus y bacterias para atacar nuestro sistema de defensas. Sabemos que si hay alguien con gripe en la familia es probable que todos terminen enfermos. Pero ¿qué ocurre con la salud mental y el estado de ánimo? ¿Puede ser contagiosa la depresión? Si bien no es contagiosa como la gripe, puede propagarse. Así como la risa o la alegría pueden contagiarse entre personas, también lo hacen la tristeza, la irritabilidad o el desánimo. Ese efecto en cadena explica por qué se habla de “ambientes tóxicos”, opinan los expertos. La médica psiquiatra Alejandra Gómez, coordinadora del Departamento de Psicosis de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA), explicó a Infobae que "la depresión es un estado mental en donde el sujeto experimenta síntomas de tristeza y anhedonia (pérdida de placer y de interés en realizar actividades), durante un periodo de tiempo, mínimo 3 semanas. Se acompaña con muchos otros cambios en el sueño, apetito, síntomas físicos y deterioro del funcionamiento social". Convivir con una persona deprimida puede producir angustia, desánimo y sensación de atrapamiento en quienes tienen factores predisponentes (Imagen Ilustrativa Infobae) Y añadió, en cuanto a la propagación de este estado anímico: “En sentido metafórico, suele decirse que podría haber ‘contagio’. Pero esto no es ni más ni menos que la influencia de un entorno, lazo social o amoroso, que no ofrece incentivos ni estímulos sino una situación de encerrona angustiosa y desvitalizada”. La doctora afirmó que convivir o relacionarse con una persona deprimida “puede producir en alguien predispuesto, angustia, desánimo, sentimiento de atrapamiento o de sin salida de un vínculo complejo. También sentimiento de soledad y aislamiento". “Así como alguien puede quedar atrapado en un vínculo sin vitalidad y desesperanza y sufrir esa especie de ‘contagio’, otro puede salir a abrir un camino por fuera de ese lazo”, señaló la experta, quien también pertenece a la Asociación Psicoanalítica Internacional (IPA) y es magíster en Psiconeurofarmacología. Finalmente, resumió: “Estos sentimientos angustiosos y de atrapamiento suelen ser el indicio de que algo no está funcionando en ese vínculo, donde deja de existir una vitalidad compartida. Los vínculos deprimidos o desvitalizados, se caracterizan por una declinación del deseo, de la iniciativa, la creatividad, la desesperanza y desamparo. Es decir, un entorno bastante hostil”. El contagio emocional se produce por empatía y exposición continua a entornos con tristeza, desesperanza o irritabilidad (Imagen ilustrativa Infobae) Por su parte, Pablo Rafael Santangelo, psicólogo clínico y supervisor, integrante de la Fundación Aiglé, explicó a Infobae que “en un sentido figurado, se puede decir que la depresión es contagiosa, pero no porque se transmita como un virus, sino porque convivir o estar muy cerca emocionalmente de una persona deprimida puede afectar el estado de ánimo de quienes la rodean”. El experto afirmó que a este efecto se lo puede llamar contagio emocional. “Se produce, principalmente, por compartir y por empatía, por la capacidad que tenemos de contactar con las emociones del otro. Además, si estamos muy expuestos de forma constante a ambientes cargados de mucha tristeza, desesperanza o irritabilidad, es posible también que nuestra manera de accionar se resienta, lo que puede favorecer de alguna manera algún tipo de estrés o alterar el equilibrio neuroquímico como la serotonina o el cortisol y de alguna manera predisponernos a estados de ánimo más bajos”, describió el psicólogo, que también es docente e investigador de la Universidad Nacional de Mar del Plata. Incluso la ciencia da evidencia de estos efectos. Según una investigación, los síntomas de ansiedad y depresión pueden ser contagiosos en una pareja si uno de los dos padece alguno (o ambos) de estos trastornos de salud mental. El estudio, publicado en la revista Exploratory Research and Hypothesis in Medicine, descubrió una relación entre síntomas de ansiedad y depresión, cepas bacterianas compartidas y niveles alterados de cortisol (la hormona del estrés) entre parejas recién casadas. El malestar del otro puede absorbernos emocionalmente, dificultando el disfrute, el descanso y la concentración (Imagen ilustrativa Infobae) Hillary Ammon, psicóloga clínica del Centro para la Ansiedad y el Bienestar Emocional de la Mujer, aseguró: “Nos influyen nuestro entorno y las personas que nos rodean”, afirmó en Wellandgood. “Por lo tanto, si tu cónyuge, pareja o compañero presenta comportamientos depresivos o ansiosos, es posible que notes algunos de esos patrones o hábitos”. La experta dio un ejemplo: si tu pareja come más como síntoma de depresión, podrías empezar a hacer lo mismo sin darte cuenta, señaló. “Si uno de los miembros de la pareja está muy ansioso al subirse a un coche, el otro también podría empezar a desarrollar pensamientos o tendencias ansiosas”, agregó la experta. ¿Cómo darse cuenta si afecta la salud mental? La depresión se manifiesta con anhedonia, cambios en el sueño, fatiga, síntomas físicos, autorreproches y deterioro de la vida social (Imagen ilustrativa Infobae) Santángelo respondió que debemos estar atentos a señales de que el malestar de la otra persona nos impacta. “Algunas de estas señales incluyen cambios en el estado de ánimo, momentos de tristeza, irritabilidad o apatía. Puede aparecer sensación de agotamiento emocional o mental, dificultad para disfrutar de cosas que antes generaban placer, problemas para dormir o concentrarse. También tener la sensación de estar absorbidos por el sufrimiento del otro, descuidando el propio bienestar”. Cómo preservar la salud mental mientras se brinda apoyo Los expertos recomiendan hacer todo lo posible para ofrecer apoyo y contención, sin descuidar el propio bienestar. La doctora Gómez indicó que “para preservar la salud mental tanto de quien está atravesando un periodo depresivo como de quien lo acompaña y siente la resonancia de esa situación, lo aconsejado es hacer una consulta psicoterapéutica para ambos (en caso de una pareja) o para todos (en caso de una familia). Se podrá poner en palabras allí a los conflictos inconscientes en juego a los afectos como así también los posibles desencadenantes de la situación. Se decidirá la ayuda terapéutica a seguir y las estrategias articuladas en caso de ser necesario”, detalló. Las recomendaciones de los expertos incluyen fijar límites, mantener rutinas y buscar ayuda profesional (Imagen Ilustrativa Infobae) Por su parte, Santángelo expresó que “ayudar a alguien que está pasando por un episodio depresivo es un acto muy valioso, pero es muy importante cuidarse uno mismo también. Algunas de las estrategias claves pueden ser las siguientes, según el psicólogo: Establecer límites saludables. “Estar presente no significa estar disponible todo el tiempo”, afirmó el experto. Fomentar la ayuda profesional. “No intentar de alguna manera resolver el problema al otro, sino acompañar y promover que reciba el tratamiento adecuado”, recomendó. Tener espacios personales de bienestar. “Es importante poder mantener nuestras rutinas, hobbies, hacer ejercicio, el contacto con nuestras amistades”, aconsejó. Practicar el autocuidado emocional y personal. “Validar lo que sentimos, reconocer que es normal sentirse frustrado o sobrepasado algunas veces ante algunas situaciones”, señaló. Finalmente, Santángelo concluyó: “Querer cuidar al otro empieza también por cuidarse uno mismo”.

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