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» Derf
Fecha: 01/07/2025 15:40
La falta de un servicio médico obligatorio derivó en la suspensión de los partidos ante Estudiantes y encendió aún más la crisis institucional del club. San Lorenzo atraviesa un momento caótico en todos los frentes y el fútbol femenino juvenil acaba de convertirse en la nueva víctima de la desorganización interna. Este fin de semana, las categorías juveniles del club perdieron los puntos correspondientes a la jornada frente a Estudiantes de La Plata por una insólita razón. Según informaron, en el predio donde debían disputarse los encuentros no había ambulancia, elemento obligatorio para que se jueguen partidos oficiales. La situación dejó al descubierto un problema logístico que expone la falta de planificación y gestión en medio de la situación que atraviesa el presidente Marcelo Moretti. La responsabilidad del bochorno recayó en el área de coordinación médica, desde donde directamente se “olvidaron” de confirmar la presencia del servicio sanitario. Como consecuencia, los partidos fueron suspendidos y la Asociación del Fútbol Argentino dio por ganados los encuentros al conjunto platense. La indignación estalló entre las entrenadoras, jugadoras y socias que reclaman desde hace tiempo mayor atención hacia el fútbol femenino, históricamente relegado en la estructura del club. La entrenadora de la Reserva femenina, Naila Imbachi, expresó su frustración a través de redes sociales: “Jornada suspendida. No se confirmó la ambulancia y no es la primera vez que pasa. La triste realidad del club”, escribió en Instagram. Hinchas de San Lorenzo protestaron en la sede contra una posible vuelta de Moretti Este nuevo escándalo se suma a una crisis institucional cada vez más profunda: el viernes pasado, la sede de Avenida La Plata fue escenario de una masiva movilización de hinchas y agrupaciones opositoras que protestaron contra la posible vuelta de Moretti a la presidencia. El dirigente había pedido licencia tras ser denunciado por supuestos cobros de coimas, pero los rumores sobre su regreso encendieron las alarmas y desataron el repudio generalizado. La manifestación fue contundente. Cientos de personas se acercaron al club con cánticos hostiles y pancartas en rechazo, acompañados por un fuerte operativo de seguridad que incluyó camiones hidrantes, motos policiales y patrulleros.
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