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Concepcion del Uruguay » Uruguayenses.com
Fecha: 02/07/2025 00:25
Compartir en: El llanto de Víctor Díaz no solo conmovió a miles de personas en las redes. También sacó a la luz las condiciones en las que viven y trabajan muchos peones rurales en la Argentina. El video en el que se lo ve despedirse entre lágrimas de su perro, mientras este lo sigue sin entender por qué ya no van juntos al trabajo, se volvió viral en cuestión de horas. Pero detrás de la emoción, había una historia de injusticia: Víctor fue despedido sin previo aviso tras diez años de trabajo en una estancia de San Vicente. “No me avisaron nada. Me quieren pagar con monedas por todo lo que hice estos años. Ojalá no me caguen”, dice Víctor en el video que subió a TikTok, donde tiene más de 900 mil seguidores. Su dolor, sin embargo, no quedó solo en internet. Inspección oficial: cables pelados, falta de higiene y cero derechos Tras la viralización del caso, el Ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires, que encabeza Walter Correa, intervino con una inspección en el establecimiento. El resultado fue contundente: instalaciones peligrosas, cables expuestos, falta de elementos de protección personal y condiciones de higiene inadecuadas tanto en el espacio de trabajo como en la vivienda que ocupaba el trabajador. Además, los inspectores constataron que la relación laboral de Víctor no estaba formalizada. Los dueños del campo fueron intimados a registrar al trabajador, presentar toda la documentación correspondiente y regularizar el pago de sus haberes, bajo los plazos que establece la ley. Una historia que se repite: el respaldo de la UATRE La secretaria de Organización de UATRE, Natalia Sánchez Jauregui, acompañó el caso desde el primer momento y fue clara: lo que vivió Víctor no es una excepción, sino la regla en muchos campos del país. “Hay miles de trabajadores rurales que viven en la misma situación. No podemos naturalizarlo. Hay que erradicar la precarización laboral de raíz”, sostuvo. También advirtió que los operativos de inspección que realiza el sindicato junto al RENATRE suelen revelar un panorama alarmante: trabajo no registrado, explotación, viviendas en condiciones inhumanas y hasta trabajo infantil. “Detrás de cada historia hay una injusticia. Por eso hay que actuar, denunciar, visibilizar”, afirmó. Y concluyó con un mensaje directo a quienes hoy siguen enfrentando estas situaciones: “El primer inspector es el propio trabajador. Si no te pagan como corresponde, si no te dan los elementos de seguridad, si vivís en condiciones indignas: hablá, denuncialo. No estás solo”.
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