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» Sin Mordaza
Fecha: 01/07/2025 03:31
Con más de 32.000 votos, Ana Cantiani se convirtió en la tercera candidata más votada en las elecciones al Concejo Municipal de Santa Fe y será una de las nuevas representantes de La Libertad Avanza en el cuerpo legislativo local. Junto a Pablo Mussio, segundo en la lista, ocuparán dos bancas que el espacio libertario no tenía hasta ahora en la ciudad capital. “Pasamos de cero a 33 concejales en toda la provincia y logramos ingresar en dos comunas. Es nuestra primera elección en Santa Fe y el resultado fue muy bueno”, aseguró Cantiani. Ambos participaron del encuentro protocolar convocado por el intendente Pablo Poletti con los nuevos ediles. Aunque el clima fue cordial, Cantiani no esquivó la crítica: “Estamos gobernados por un frente que hace 18 años se maneja con la lógica de la vieja política. Lo de ayer fue una señal de hartazgo: la gente está cansada de promesas incumplidas y de ver cómo se sacan la foto en los barrios, pero después no vuelven más”. Desde una posición disruptiva, Cantiani insistió en que su fuerza no busca "seducir", sino cumplir: “No somos políticos, somos vecinos. Entendemos lo que le pasa a la gente. Vamos a empezar a dar respuestas, no promesas vacías. Eso lleva tiempo, pero vamos a trabajar con ese perfil”. La elección de La Libertad Avanza en Santa Fe se enmarca en un contexto de crecimiento provincial. La concejala electa destacó el respaldo explícito de referentes nacionales: “Karina Milei nos felicitó por redes y el presidente Javier Milei también. Eso significa mucho para nosotros. Lo que hicimos fue una batalla cultural sin recursos, frente a toda la maquinaria económica de los demás partidos. Y acá están los resultados”. Pablo Mussio, biotecnólogo y futuro doctor en ciencias, también se sumará al Concejo con una perspectiva singular: la de un investigador que llega desde el CONICET. “En mi laboratorio trabajamos en proyectos como un medicamento para el Alzheimer o terapias biotecnológicas para animales. Pero todo eso necesita difusión y conexión con el sector privado. En un país pobre no se puede hacer ciencia si no generamos desarrollo y bienestar”, explicó. Para Mussio, su rol como concejal puede tender puentes entre el conocimiento científico y las decisiones públicas. “Creo que podemos aplicar modelos como el de Israel, donde el sector privado financia la innovación sin ahogar al ciudadano con impuestos. Hay otro camino posible”, afirmó. Dejará su beca del CONICET, pero no su vocación: “La ciencia es mi pasión y quiero seguir vinculado. Solo nos falta traducir ese capital humano en bienestar real”. Con un discurso que mezcla crítica, entusiasmo y reformulación del rol político, Cantiani y Mussio prometen imprimir una agenda novedosa al trabajo legislativo local. “Esto recién empieza”, advierten. El Concejo, a partir de diciembre, tendrá nuevas voces, y algunas vendrán con guardapolvo o bata de laboratorio. Escuchar la nota completa:
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