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Parana » Radio La Voz
Fecha: 29/06/2025 00:16
El microclima político en Entre Ríos vuelve a dar señales de ebullición. Esta vez, el ruido no vino de una tribuna ni de una conferencia de prensa, sino de WhatsApp. Un audio de Héctor Maya —dirigente histórico del justicialismo— dirigido a Adrián Fuertes, agitó los pasillos del peronismo provincial y dejó al descubierto el nivel de hartazgo, internas y tensiones que cruzan al espacio. En el mensaje, Maya agradece con ironía una declaración pública de Fuertes, pero rápidamente gira hacia una crítica ácida: le reconoce haber aprendido cómo presentar listas correctamente, pero remata con una frase que ya circula como meme político: "En el vocabulario de Milei, yo vendría a ser un boludo, y ustedes unos chorros". La frase, potente y corrosiva, es mucho más que una catarsis personal. Expone el malestar con lo que algunos consideran una manipulación de las reglas internas para evitar una competencia limpia. Maya acusa sin vueltas: se montó una maniobra para colocar una lista única sin mediar elecciones, proscribiendo a cuatro candidatos. La frase no necesita ser interpretada: “ robar una elección ”. Más allá del tono, el mensaje tiene una dimensión íntima. Maya recuerda la historia compartida, el afecto con Adrián, con Rosario Romero, con José Lauritto. Por eso 'duele más', dice. Porque lo que está en juego no es solo una lista, sino una forma de hacer política que, para algunos dirigentes, ya no guarda relación con la historia común. El audio es apenas la punta de un iceberg que se viene gestando hace tiempo. El oficialismo peronista entrerriano transita un momento de reconfiguración, con liderazgos que no terminan de asentarse y con heridas abiertas del último proceso electoral. El juego del "dedazo", las internas disfrazadas de unidad y las operaciones en la sombra están generando más ruido que cohesión. En el fondo, el mensaje de Maya retrata el debate soterrado entre dos modelos de política: el que apuesta al debate, a la confrontación democrática, incluso con errores, y el que impone estructuras verticales bajo el ropaje de la gobernabilidad. En tiempos donde la antipolítica avanza a pasos firmes, los dirigentes que aún creen en la militancia y en la historia común reclaman algo más: un peronismo menos pragmático y más transparente, menos de pasillo y más de convicciones. Y aunque Maya cierre su mensaje apelando al cariño y la historia, el título ya quedó instalado en la memoria reciente de la rosca entrerriana: “Boludos vs. Chorros”. Un dilema que, si no se resuelve políticamente, puede terminar estallando en las urnas... o en los pasillos.
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