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» Diario Cordoba
Fecha: 28/06/2025 02:55
-Llevan ustedes 35 años en chanclas. ¿Les han pisado muchas veces los callos? -Jajaja, en este mundo hay de todo. Hay baches, curvas, rectas, pero en general, nosotros hemos tenido una carrera medianamente cómoda, o mejor dicho, nos hemos sentido siempre queridos por el público. Es verdad que hay aspectos de la vida, como la crítica, o los premios, llámalo como quieras, que a lo mejor no... Pero nuestro mayor premio es que la gente nos sigue a los conciertos y que este año vamos a dar unos 60 por toda España con la alegría de vivir. -¿Quién fue el genio que le puso el nombre al grupo? -El genio fue un primo hermano mío, mi primo Fernán Luis, un tío que tiene una facilidad enorme de humor inmediato para decir las cosas. Nos bautizó con este, pero tenía otros candidatos como Los romeritos del Vietnam o Detrás del último no viene nadie, y ese fue el mejor. -¿Fue por algo literal, fueron al primer concierto en chanclas? -Cuando aún no estábamos en plan profesional, que fue muy poco tiempo, tocábamos mucho en verano, en terrazas. Nuestro grupo olía a verano, a fiesta, a sol, a campo y a playa, así que venía como anillo al dedo. -Siempre dice que la letra de las canciones se las aprende después de grabarlas, ¿eso cómo se hace? -Como el dadaísmo de Tristan Tzara y el arte de la escritura instantánea. Lo mismo es un don, a mí me gusta improvisar, siempre con control de calidad, y hacerlo en tiempo real. Tengo un disco que está compuesto y grabado sobre la marcha, en directo, con su Majestad El Pájaro de Sevilla. Lo hice con un apodo, Pepe El Lusitano. Todo viene de No me pises que llevo chanclas porque nosotros empezamos sin ensayar. El un, dos, tres del final de las canciones viene de eso, porque no tenían final y a los 15 o 20 minutos tenían que acabar. -Y para eso, ¿había que estar en modo bolillón? -No, hombre, siempre verás tú, desinhibirte de la vida para crear una canción casi es obligatorio, nosotros hemos cogido nuestros buenos bolillones, pero lo importante era el ambiente, mucho más que el bolillón. -En Córdoba os censuraron esa canción, ¿cómo fue aquello? -Esa es una anécdota simpatiquísima. Fue en un concierto contra la droga. Yo siempre he dicho que El Bolillón es un chascarrillo, un sainete de los Álvarez Quintero. En ese concierto, había cinco o siete mil personas y la organizadora nos dijo que cantáramos todo menos El Bolillón. Vale, muy bien. Pero cuando acabamos, todo el mundo empezó a gritar al unísono Bolillón, bolillón y la mujer vino y dijo anda súbete y lo cantáis. Así que fue algo muy surrealista la verdad. Pepe Begines, vocalista de No me pises que llevo chanclas. / @pepebegines_oficial -¿Os han censurado muchas veces? -Eso quién lo sabe, yo creo que sí. Pero nosotros un grupo que, aparte de muy accesible física y humanamente, siempre hemos sido muy accesible para el público, que nos ha hecho publicidad con el boca a boca porque ninguna emisora ni ningún medio nos ha cogido como grupo fetiche. Nosotros hemos sido un grupo del pueblo y para el pueblo, aunque parezca un político, así lo sentimos. -Ustedes inventaron el agrorock. Si tuviera ahora 20 años, ¿inventaría el agro-reguetón? -Te aseguro que no, Dios me libre. Tengo 57 años, eso es ineludible y no me gusta el reguetón, lo respeto, pero lo justito. Las letras de maltrato nunca me gustarán y hay un montón de letras que son de maltrato, que si te voy a dar, esto y lo otro, que se lo cante a su padre el que sea, a mí no me gusta que se le cante eso a nadie. -¿Los pueblos de España han cambiado mucho desde que hicieron 'Y tú de quién eres'? -Hay muchas más rotondas, qué duda cabe, han cambiado, pero aún encuentras pueblos con mucha esencia. Eso es inversamente proporcional a la distancia con la capital. Todavía hay pueblos que son muy puros, pero claro que han cambiado. Te voy a dar un detalle anecdótico. La primera vez que nosotros tocamos en Villaluenga de Rosario, donde hay una plaza de toros cuadrada de piedra antigua, la plaza estaba en las afueras del pueblo, ahora está rodeada de casas, en un barrio. -¿En la España vaciada también dan conciertos? -Nosotros hemos desvirgado muchos pueblos a nivel de conciertos, hemos ido a sitios donde había personas que nos miraban como si vieran un ovni porque no habían visto antes un concierto. A mí eso me encanta, porque todo el mundo tiene derecho a la música, no tiene por qué ir a un macro festival ni irse a la capital. -¿La canción de 'El canario' está basada en hechos reales? -Está basada en un animal. Yo metí el doble juego para que fuera más picantona. En mi casa no ha habido nunca canarios, pero tengo familiares y amigos para los que un animal tan pequeñito era mucho, y si se moría había una desgracia en la casa. -Lo dejaron al sol y se murió. Ahora igual se habrían ofendido los animalistas. -Yo es que de verdad... si me cae una condena que me caiga, pero yo no puedo con tanta tontería. Ahora todo el mundo se erige el primero de la clase: «Yo soy animalista y todos los demás no». El mundo está demasiado en los extremos. Me duele la cabeza y el alma con esto. -¿Se siente igual de libre cuando escribe canciones que antes? -A lo mejor soy un ingenuo o insensato, pero yo no me corto un pelo. -Tal y como está el mundo, ¿cómo lo hace para estar siempre feliz y de cachondeo? -Me rodeo de gente querida, procuro ser propenso a la felicidad, que es algo que se tiene, yo me conozco, sé que así es como estoy bien, que mi zona de confort es la felicidad. Hay gente cuya zona de confort es la guerra, la actitud beligerante, hay gente pa to. Yo creo que eso es el aura que rodea al amor y al buen rollo. Soy muy malo por las malas porque me pongo enfermo. Cuando he tenido alguna confrontación con alguien me llevo un mes malo, triste, así que me protejo así. "Ahorré para comprar mi primera guitarra cogiendo algodón como los negros de Misisipi" -¿Qué es lo más loco que recuerda haber hecho en un concierto? -Que yo recuerde, una locura no muy descabellada es salir con mochilas de sulfatar el campo, nuevas, sin líquidos raros, llenas de agua y rociar hasta el último en el concierto porque llegaban muy lejos, a 15 o 20 metros. Se desataba la locura porque con los calores que pasamos, que el grupo te riegue de arriba a abajo es bastante simpático. -Este año estarán en el Festival de la Guitarra de Córdoba. ¿Recuerda cuál fue su primera guitarra? -Yo toco la guitarra desde muy jovencillo y tengo un recuerdo precioso de mi primera guitarra. Fue con 13 años y fue como los negros del Misisipi, ahorré el dinero cogiendo algodón en la marisma cuando podía porque soy hijo de panadero y mi padre no tenía campo, pero tenía conocidos. Cogía muy poco porque era muy malo con el algodón, pero pagaban a cinco duros el kilo y poco a poco fui juntando y entre eso y algún aguinaldo me compré mi primera guitarra eléctrica en el año 80, una imitación de la Gibson Les Paul que todavía tengo, la acabo de restaurar ahora y le doy besitos todos los días. -Los Chanclas de ahora son más rockeros, ¿se ven como los Stones con los 80 y las chanclas puestas? -Ojalá te oiga el dios del rock, que no sé quién será. Nosotros realmente hemos elegido un estilo de vida, porque esto no es una profesión o un oficio, es una manera de vivir. Yo tengo ya una inercia que creo que un verano sin gira me vería perdido, no sabría por dónde tirar. Y eso me gusta descansar también, pero ya ese impulso y yo me veo así toda la vida. -Estuviste un tiempo con Pablo Carbonell en Toreros con chanclas. ¿Quién es el más centrado de los dos? -Uff, yo creo que le pongo un poquito de cordura a mi hermano Pablo. Él es un divino loco, yo puedo ser un canallita a veces, pero con Pablo a veces se desata su locura y yo no es que le ponga límites, pero hago de atenuante con la risa. -Los Chanclas se disolvieron y luego regresaron. ¿Les desbordó la fama y luego la echaron en falta? -Yo estoy viviendo ahora el mejor momento de mi vida artísticamente, la fama desmesurada no me gusta. Ser un cantante o un grupo conocido y querido sí, pero la fama... Dios me libre. Yo voy por la calle y hay gente que se quiere hacer una foto contigo desde el cariño y el respeto, pero no por el ansia de hacerse una foto con alguien conocido. En 2009, la compañía Mano Negra nos propuso volver a grabar, nos miramos a la cara y lo intentamos hasta que poquito a poco hemos cogido velocidad de crucero. -En sus conciertos, hay padres, hijos, abuelos y nietos. -El otro día, un hombre de unos cuarenta y tantos años me presentó a su hija, que era superfan nuestra porque en el coche le ponía Los Chanclas. Nosotros ya estamos destinados a un estilo de road movie, porque todo el mundo nos pone en el coche para que los hijos sepan la música que escuchaban de jóvenes. Con los niños, tenemos el mensaje de Cristo, "Dejad que los niños se acerquen a mí", porque nos adoran y eso es una cosa que nos congratula un montón. -Según la Aemet, el 2 de julio, estaremos a 42 grados. Les harán falta chanclas y bañador. -En Andalucía se inventó la palabra aceptación. Yo los 40 grados los acepto porque no tengo más remedio, me iré por la sombrita y cuando toquemos, que le den un riego a aquello y a disfrutar con agua fresca en la mano. Cuando yo era pequeño, atravesaba la carretera del pueblo y la tierra estaba blanda, podías meter el dedo en el asfalto. Yo he vivido toda mi vida en la cresta de una ola de calor. En mi casa, se metían las sandías los veranos debajo de la cama y yo me metía debajo también porque era el sitio más fresco. Esto aquí es lo más normal del mundo. Suscríbete para seguir leyendo
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