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» Amanecer
Fecha: 27/06/2025 21:46
El Dr. Juan Alberto Yaría, especialista en adicciones con una vasta trayectoria en la asistencia de pacientes y sus familias en toda América Latina, expresó con contundencia su preocupación ante el avance del consumo de drogas en la región. Para él, el corazón del problema no está solo en las sustancias, sino en la profunda crisis que atraviesa la institución familiar. «La droga sigue creando miles y miles de esclavos, pero el verdadero drama empieza en la pérdida de la familia. Ese es el primer Estado, y hoy está roto», afirmó. Yaría señaló que muchos de sus pacientes, adolescentes y jóvenes, viven sin conocer a sus padres, sin una estructura familiar que los contenga: «El chico a veces no sabe quién es su padre, quién es su hermano, de dónde viene. Cuando se rompe la familia, se rompe la comunidad, la sociedad entera». El especialista advierte que este vacío es el caldo de cultivo perfecto para las adicciones: «Hay chicos que se curan solos, sin red de apoyo, porque todos a su alrededor consumen: los padres, algunos de los docentes. La escuela previene muy poco. Falta contención, falta educación». Frente a un escenario alarmante donde se triplicaron las hectáreas de cultivo de cocaína y América Latina se consolida como región productora de drogas (Bolivia, Colombia y Perú entre los principales países), el doctor subraya que el mayor problema no es solo la oferta, sino cómo se ha naturalizado el consumo: «Se promueve la marihuana, el alcohol, el vapeo, los juegos electrónicos, las apuestas, el sexo ligado a la cocaína. Todo eso forma parte de una cultura que ha perdido el rumbo. Y el impacto no es sólo físico: se destruye el comportamiento, el cerebro». Ante esta situación, el especialista hace un llamado urgente a las autoridades para que trabajen en un plan nacional integral con eje en la familia: «Falta un trabajo territorial, municipio por municipio, con más campañas en medios, más información clara sobre los efectos reales de las drogas. Pero, sobre todo, necesitamos reconstruir el valor de la familia. Reeducar a padres, a madres, a docentes, a los propios chicos. Volver a enseñar lo que es el amor, la ley, el vínculo sano. Solo así podemos evitar que nuestros jóvenes caigan en la esclavitud de las adicciones». Yaría subrayó la falta de políticas públicas efectivas, hizo un llamado a los gobiernos y dirigentes políticos para que implementen campañas masivas de prevención y asistencia: «Hace falta más presencia en los medios, más información sobre los efectos devastadores de las drogas, más detección precoz en niños y adolescentes. Legalizar o promover el consumo, incluso del alcohol, el vapeo o los juegos electrónicos, es una masacre humana». Finalmente, Yaría insistió en que la recuperación de los valores familiares es el primer paso: «El primer Estado es la familia. Hay que reconstruir ese tejido roto. Solo así podremos enfrentar verdaderamente esta crisis de salud y de sentido».
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