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» Data Chaco
Fecha: 24/06/2025 15:47
Anoche en la ciudad de Resistencia se realizó una nueva vigilia en honor a San Juan Bautista en la capilla que lleva su nombre, ubicada sobre avenida Sarmiento 1060. La jornada comenzó a las 19:30 con una adoración y novena por las vocaciones, y continuó a las 20 con la celebración de la santa misa. Al finalizar, la comunidad se reunió para compartir el tradicional festival popular, donde no faltaron el paso por las brasas ni la emblemática quema del muñeco. La festividad de San Juan Bautista, que se conmemora cada 24 de junio, conserva en el nordeste argentino una fuerza particular, especialmente en zonas como el Chaco, donde conviven el fervor religioso, la cultura criolla y creencias populares transmitidas de generación en generación. La noche previa, conocida como la noche de San Juan, es célebre por sus rituales y pruebas simbólicas que giran en torno al fuego, el agua y las proezas. Entre los juegos o desafíos más característicos, el caminar sobre brasas ocupa un lugar central. Se trata de una prueba de fe y valentía que muchas personas realizan descalzas sobre el calor ardiente, convencidas de que ese acto purifica y protege, y que solo quien tiene la conciencia limpia puede atravesar el fuego sin lastimarse. En esta ocasión, decenas de vecinos participaron del ritual, en un clima de respeto, recogimiento y emoción. Otro de los momentos destacados fue la quema del muñeco, una figura que representa simbólicamente el mal, las penas y las cargas del año, y que al ser consumida por las llamas permite una suerte de renovación espiritual y esperanza colectiva. Esta práctica, heredada de tradiciones hispánicas y resignificada en el contexto local, también estuvo presente anoche, encendiendo aplausos y expresiones de alegría entre los asistentes. Los juegos de San Juan Los llamados juegos de San Juan son parte fundamental de esta celebración. Algunos de ellos, como pasar por aros de fuego, realizar adivinaciones con agua o espejos, o saltar hogueras, forman parte del imaginario popular de la región y sobreviven especialmente en ámbitos rurales o en barrios donde la memoria comunitaria sigue viva. Estas prácticas funcionan como rituales cargados de simbolismo: anuncian la llegada de un nuevo ciclo, refuerzan lazos sociales y preservan una identidad cultural que se transmite de boca en boca. Cabe recordar que San Juan Bautista es el único santo, junto a la Virgen María, cuyo nacimiento se celebra litúrgicamente. Su figura, asociada al anuncio y a la verdad, se convierte en esta época del año en el centro de una celebración donde lo sagrado y lo profano se entrelazan sin conflicto: misa y chamamé, fuego y oración, comunidad y misterio. Notas Relacionadas
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