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Concordia » Diario Junio
Fecha: 22/06/2025 16:41
Lamentablemente, estamos asistiendo a un capítulo siniestro de la historia de la humanidad, protagonizado por representantes de la «especie humana» que se han dispuesto a ejecutar un Armagedón como batalla final, clausurando todo tipo de futuro para las víctimas reales, a las cuales se las ha embaucado con falacias cínicas, verdades simuladas y todo tipo de colonización subjetiva de los restos de los mortales, llevándolos a las puertas de los infiernos que los devorarán en esa trituradora que es el capitalismo, que ya tiene certificado de defunción, más temprano que tarde, y que si no reaccionamos como seres pensantes, tendremos que acostumbrarnos a vivir en su cadáver. Cuando todos esperaban la resolución del «orangután naranja», Donald Trump, expresó que se tomaría dos semanas para decidir si atacaba las plantas nucleares. Respondiendo a su genoma falsario, con una hipocresía sin límites, decide atacar las centrales nucleares de Irán, cuestión que está absolutamente prohibida por la CIEA (Comisión Internacional de Energía Atómica), ente que está presidido por el traidor argentino Rafael Grossi, y los demás miembros que fueron infiltrados por el sionismo. Dando la espalda al resto del mundo, de acuerdo a los postulados supremacistas y racistas que los caracterizaron desde sus orígenes, ordenó el brutal ataque con la bomba GBU-S7, capaz de atravesar la corteza terrestre hasta 60 metros. Todavía nadie puede decir los resultados de esos ataques. ¿Y por qué Donald Trump, de repente, tomó esta decisión? ¿Fue presionado por el propio Netanyahu para que cumpla su compromiso? ¿Fue abrumado por el deep state o estado «profundo», por las grandiosas pérdidas que lleva consigo su administración, que no ha logrado conseguir ningún objetivo, ni militar, ni económico, ni político? ¿Tiene Trump la conciencia de que, por primera vez, su «amado» y sangriento país puede ser víctima como objetivo de guerra, ya que los nuevos protagonistas tienen armas que ni siquiera sus más sofisticadas armas de defensa son capaces de neutralizar? ¿No se ha dado cuenta Trump de que las desgracias pueden unir a los pueblos contra un enemigo común, como sucede ahora con Irak, que hace más de una década se embarcó en una guerra contra Irán, diseñada por la CIA, y que costó un millón de muertos, solo porque unos eran chiitas (Irán) y los otros sunitas (Irak), para luego administrar sus petróleos? Estos se dieron cuenta ahora de que son musulmanes, y que los han usado y luego invadido, como en 2003, a Irak, con el cuento de las «armas químicas» que tenía Saddam Hussein. Por lo que ahora, Donald quiere alejarse del conflicto pidiendo negociar la paz. Más cinismo no se consigue. Pero cuidado: Irán ha «tejido» una alianza estratégica con varios pueblos cercanos que tienen un enemigo común: Israel. Tanto Yemen, con misiles que controlan el Mar Rojo; el Líbano, que contiene a las milicias de Hezbolá, con miles de misiles acumulados durante años; las milicias chiitas de Siria; y lo que queda de Hamas. Suman en total casi un millón de soldados, cuyos representantes atacarían al unísono. Israel se vería comprometido. Pero en ese caso, como dijo el ministro de Defensa de Israel, se apelaría a la «Operación Sansón», o sea, emplear todo su arsenal nuclear, poniendo al mundo en una situación de catástrofe sin retorno. Por lo pronto, a la espera de un supuesto diálogo, Israel ha atacado a Irán desde submarinos en las aguas adyacentes. Irán tiene submarinos con ojivas nucleares por todo el mundo, por lo cual nadie estaría inmune. Otro tema tan importante sería la decisión conjunta de Irán y Yemen de bloquear el estrecho de Ormuz, el acceso al Mar Rojo, por donde pasa el 30 % de la ruta del petróleo mundial. Por ese supuesto ya subió a más de US$ 80 el barril. Cosa que significaría un tiro en los pies de Trump, porque al subir el precio tiene que pagar más por lo que consume, y se le hace impagable solo los intereses de la enorme deuda externa. No hay que olvidar que ya surgieron voces de protesta de la base de la MAGA de Trump que se oponen a ayudar a Israel, a pesar de que la cúpula de republicanos y demócratas, generosamente «regados» por el lobby sionista, aboga por la participación activa de EEUU. Hasta Steve Bannon, ese viejo asesor de ultraderecha de Donald, no quiere que sea arrastrado su país. Y el periodista más famoso de EEUU, Tucker Carlson, fustiga al gobierno israelí como «hambriento de guerras de Netanyahu».
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