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» Elterritorio
Fecha: 22/06/2025 00:10
El TC desembarcó nuevamente en la tierra colorada y con él llegaron las mejores historias del deporte motor. Mientras se armaban los campamentos, los hinchas celebraron el reencuentro, el asado, la amistad y la pasión tuerca que los une sábado 21 de junio de 2025 | 6:01hs. Foto: Marcos Issac El rugido de los motores se empieza a sentir en Posadas y con él, la emoción de miles de fanáticos que coparon el autódromo Rosamonte para vivir otra edición inolvidable del Turismo Carretera. Desde días antes de la apertura oficial, el predio comenzó a poblarse con carpas, banderas y gazebos. La fiesta ya había comenzado. Muchos esperaron durante una semana entera en sus vehículos para ingresar apenas se abrieran los portones. Otros se fueron instalando desde el jueves anterior, como la banda del Portón 3, un grupo de amigos que desde hace siete años arma su base en el mismo rincón del autódromo. “Estamos acá con la banda del Portón 3, llegamos el jueves pasado. Nos une la pasión por los fierros, esto es muy lindo. Viene gente de Buenos Aires, Corrientes, Iguazú, Eldorado y acá nos reencontramos todos. Es una vez al año, pero lo vivimos como si fuera una fiesta familiar”, contó Lautaro Elgar, uno de los referentes del grupo. La banda del portón 3, preparados para disfrutar el fin de semana. Foto: Marcos Issac A su alrededor, el ambiente tiene ese sabor inconfundible del litoral, chamamé, cumbia, brindis compartidos y el humo de los asados que tiñen el cielo de la tarde. El grupo que hoy sumará unas 35 personas y que mañana superará las 50, es variado en sus orígenes, pero está unido por una misma pasión. “Hay gente de Chevrolet, gente de Ford, pero estamos todos juntos, sin distinción de marcas. El automovilismo tiene algo especial que no se ve en otros deportes”, comentó. El grupo lo integran amigos de Montecarlo, Eldorado, Oberá, Iguazú, Posadas y también ex integrantes de la mítica barra de Ford en Buenos Aires, que hoy se sumaron a esta nueva “familia tuerca”, agregó. Entre gestiones con mensajes para conseguir los últimos permisos de familiares y ajustar los detalles del acampe, los fanáticos ya viven el evento a pleno. “Es una gestión que se hace durante el año, pero la familia entiende. Una vez al año nos juntamos y eso es impagable”, concluyó. Posadas vuelve a transformarse en capital nacional del automovilismo. Y más allá de lo que pase en la pista, en los campamentos ya se vive una carrera distinta, la del afecto y la pasión de una hinchada que hace del TC una verdadera fiesta popular. Una pasión que recorre rutas Desde Formosa al Rosamonte en motorhome, Felipe Terrenti y su grupo llegaron desde Formosa en motorhome para vivir una vez más el ritual del TC en Posadas. Son parte de un equipo de 30 personas que sigue al Turismo Carretera por todo el país. La caravana fierrera que acompaña al Turismo Carretera no entiende de distancias ni de comodidad. Es una devoción que mueve pueblos enteros y genera historias entrañables, como la de Felipe Terrenti, quien junto a sus compañeros de Formosa recorrió más de 500 kilómetros en motorhome para volver a decir presente en el autódromo Rosamonte. Formosa, Chaco, Santa Fe, presentes en el Autódromo. Foto: Marcos Issac “Somos seguidores del TC, vamos a todos lados. Estuvimos en Alta Gracia, después en Termas de Río Hondo… ¡y Posadas no se puede perder! Es el lugar más cerca que tenemos, los otros circuitos nos quedan a 800, 1300, 1400 kilómetros”, contó Felipe. La historia del grupo refleja una evolución fierrera, “Primero veníamos y pasabamos la noche en carpa, después en casilla y ahora en colectivo. ¡Estamos avanzando!”, dijo entre risas. La logística no es sencilla, hay que coordinar trabajo, permisos familiares y el armado del campamento. “Pero la familia ya sabe, esto es una vez al año, y se disfruta. Somos 30, aunque no todos pudieron venir porque para algunos queda lejos”. Desde Formosa, General San Martín (Chaco) y Esperanza (Santa Fe), los amigos fueron llegando con distintos medios. Algunos incluso en moto hasta Formosa, sumando kilómetros por el solo gusto de estar. “Esto es pasión. Y somos todos hinchas del fierro, más allá de las marcas. Aunque yo le voy a Castellano”, reconoció Felipe. Para ellos, cada parada tiene su encanto, pero destacan al Rosamonte: “Este autódromo es espectacular. Cada año está mejor. Refaccionaron los caminos, la entrada, los baños, todo. En otros lados, como Rafaela, no tenés nada y acá está todo seguro”, señaló. Ni la lluvia, ni el frío, ni el barro los detienen. “Se disfruta igual. Esto es una fiesta, el contacto con la tierra colorada, el reencuentro con los amigos. Esperamos que todos los años podamos seguir viniendo”, concluyó.
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