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» Facundoquirogafm
Fecha: 21/06/2025 16:20
El Gran Chaco, una de las regiones más biodiversas de Sudamérica, enfrenta una grave amenaza: la desertificación y la degradación ambiental. Este desafío, acentuado por modelos productivos intensivos y la deforestación, está siendo combatido con estrategias colectivas impulsadas por organizaciones sociales, gobiernos locales y productores. El proyecto Impacto Verde y la red de actores Redes Chaco lideran una agenda de transformación productiva basada en la regeneración, la organización colectiva y la innovación territorial. La desertificación y la sequía son limitaciones críticas para cualquier cadena de valor en el Chaco, exacerbadas por desmontes descontrolados y la falta de planificación a largo plazo. Agustín Noriega, de Fundación Gran Chaco, explica que el desmonte en el Chaco es una de las principales causas de desertización, sumándose la pérdida de fertilidad de los campos, los incendios de pasturas implantadas y la erosión eólica que deja los suelos completamente expuestos. Los modelos ganaderos basados en desmonte masivo ofrecieron resultados rápidos, pero generaron degradación, pérdida de biodiversidad y crisis hídricas. En paralelo, los pequeños productores también enfrentan limitaciones como falta de infraestructura, sobrepastoreo y agotamiento del suelo. Frente a este panorama, surge la Red Nueva de Ganadería Chaqueña, un espacio que articula a productores, técnicos, universidades y diversas organizaciones como Redes Chaco, TNC, Fundación Gran Chaco, ACDI, Solidaridad, RegenoA, UNJu, UNSa y Fundapaz. Esta red impulsa una plataforma técnica para diseñar soluciones regenerativas, buscando acompañar a los productores ganaderos de los tres países que integran el Chaco (Argentina, Paraguay y Bolivia) en la transición hacia prácticas sostenibles. Su enfoque va más allá de la tecnología, priorizando el conocimiento compartido y la organización desde el territorio. La red se concibe como un espacio donde se intercambian experiencias, se identifican fragilidades del sistema actual y se construyen nuevas respuestas colectivas. Su trabajo es decisivo para el futuro ambiental y productivo de los 35 millones de hectáreas comprometidas en la actividad ganadera chaqueña. Las prioridades del proyecto Impacto Verde incluyen resolver el acceso al agua, promover la ganadería regenerativa, frenar el desmonte y planificar el uso del territorio con base en datos y saberes locales. Para lograrlo, el proyecto impulsa una agenda con gobiernos, cooperación internacional, productores pequeños y grandes, que permita pasar del diseño a la implementación concreta. El desafío actual no es solo técnico, es político, y se trata de reorganizar el sistema productivo del Gran Chaco, incorporando criterios de regeneración, acceso al agua, sostenibilidad y participación de las comunidades. La lucha contra la desertificación no es solo ambiental, es una disputa por el presente y el futuro de las comunidades, por la soberanía productiva y por el equilibrio ecológico de uno de los ecosistemas más amenazados del planeta. El compromiso de la comunidad regional es vital para lograr este futuro común.
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