21/06/2025 18:16
21/06/2025 18:15
21/06/2025 18:14
21/06/2025 18:13
21/06/2025 18:13
21/06/2025 18:12
21/06/2025 18:12
21/06/2025 18:12
21/06/2025 18:12
21/06/2025 18:11
Parana » Informe Digital
Fecha: 21/06/2025 13:00
No es sencillo encontrar un momento comparable. Actualmente, el productor argentino debe adaptarse y tomar decisiones en un entorno sumamente complejo, tanto a nivel internacional como local. El jueves 12, el masivo ataque de Israel a Irán y la respuesta de Teherán repercutieron en la evolución de la plaza granaria, suscitando dudas justificadas sobre los flujos comerciales de petróleo, alterando sus cotizaciones y generando incertidumbre en torno a los precios de los fertilizantes. Esto incluso plantea interrogantes sobre las decisiones que muchos países podrían tomar en función de la seguridad alimentaria. En este contexto, Chicago, la plaza de referencia, ha entrado en un periodo de marcada volatilidad. Luego, el viernes 13, los Estados Unidos vivieron una sorpresa cuando la EPA (Agencia de Protección Ambiental) propuso aumentar los volúmenes obligatorios de mezcla de biodiésel en el país hasta 2027 (5,6 millones de galones, superando los 5,25 esperados y los 3,5 millones actuales). Esta noticia impulsó los precios del aceite de soja en Chicago, debido al biodiésel elaborado a partir de este insumo. Mientras tanto, el reporte mensual del USDA del jueves 12 confirmó la disminución de la superficie destinada a soja en dicha nación (1,5 millones de hectáreas menos que el año anterior) y un incremento de 1,9 millones de hectáreas en maíz, lo que podría, con rindes esperados, llevar la cosecha del forrajero a niveles récord. Estas proyecciones cambiarían la percepción “amigable” que ambos productos tenían para la nueva campaña en comparación con la actual. Considerando que, en el caso de la soja, si se repiten los rindes de los últimos tres años (inferiores a los proyectados), los stocks de cierre del ciclo 2025/26 en EE.UU. (auténtico termómetro de los precios) podrían encontrarse en niveles muy ajustados. Es relevante destacar que los “fondos” operan con diferenciales. Hasta hace un par de semanas, la soja se posicionaba 2 a 1 respecto al maíz en Chicago, cuando el promedio matemático es de 2,4 a 1. Están corrigiendo. Además, ya estamos ingresando en los momentos críticos para la evolución de los cultivos en EE.UU., concretamente la floración de los maíces en julio y el llenado de grano para la soja en agosto. En definitiva, son varios los factores de mercado que el productor argentino debe monitorear. A los ya mencionados se suman cuestiones domésticas. En el caso del trigo disponible, la demora en manifestarse del “efecto Mercosur” y, por otro lado, noticias alcistas sobre el trigo en EE.UU. y recortes productivos en Rusia (sequía en la región clave de Krasnodar) y Francia. En cuanto al maíz, persisten las dudas sobre si la presión alcista del consumo interno continuará ante la llegada del maíz tardío y de la “safrinha” de Brasil. Además, se debe considerar la evaluación de la política cambiaria interna y la promesa de un nuevo aumento en los Derechos de Exportación para maíz y soja. Es cierto que el productor fue advertido, pero también lo es que muchas intenciones de venta se han visto postergadas por factores climáticos, por precios que han estado por debajo de las paridades correspondientes y por la reticencia de los propietarios de los campos a vender. Suspender la vuelta atrás o, al menos, prorrogarla por un mes parecería lo más justo. ————- El autor es presidente de Nóvitas SA.
Ver noticia original
 300 x 300 px.gif)
Examedia © 2024
Desarrollado por