20/06/2025 12:52
20/06/2025 12:51
20/06/2025 12:50
20/06/2025 12:50
20/06/2025 12:49
20/06/2025 12:48
20/06/2025 12:48
20/06/2025 12:47
20/06/2025 12:45
20/06/2025 12:45
» Diario Cordoba
Fecha: 20/06/2025 07:44
No, no nos merecemos la trama de los comisionistas de mascarillas, ni la trama de los hidrocarburos, ni la trama de las mordidas en las concesiones de obras públicas, ni la de quienes colocan a las mujeres prostituidas por el ministro del ramo, ni las tramas de las colocaciones sin méritos de familiares, ni la de delincuentes negociadores pactando las altas instituciones del Estado, ni tantas otras que salpican la vida pública cada jornada con su corte de fundamentalistas y voceros llamando blanco a lo negro. No, la inmensa mayoría de la población no somos así, ni nos vemos reflejados en la mugre ni en el hedor que desprende tanta zafiedad. No, los malos no pueden servir de ejemplo y los buenos de mofa. Por el contrario, la sociedad cordobesa se miraba ayer en el espejo de sus mejores ejemplos, en la gente a la que sí quiere parecerse, a quienes representan los mejores valores y trayectorias, que los premios Cordobeses del Año quisieron distinguir en su gala anual del 40 aniversario. La trayectoria del chef Paco Morales con sus tres estrellas Michelin, la Obra Social nonagenaria y Hospital San Juan de Dios, la Fundación ETEA que lleva medio siglo dedicada al desarrollo, la investigación y la cooperación internacional; la asociación Autismo Córdoba, en su 30º aniversario y que atiende a unas 300 familias; el médico especialista en Cirugía General y del Aparato Digestivo, Pedro Antonio López Cillero, y los cineastas Javier Frutos y María Pulido que han recibido el premio Goya en su última edición; además de las empresas Covisa, la almazara Luque Ecológico, y Javier Campos, empresario hostelero que acumula una amplia trayectoria en el sector, y que sólo son un ejemplo entre muchísimos más que cada año son distinguidos por instituciones y entidades en su aportación para construir un mundo más humano. El camino de la doctrina es largo, breve y eficaz el del ejemplo, decía nuestro paisano Séneca. Quizás ellos no hagan tanto ruido en lo cotidiano, ni sean portada de los medios de comunicación nacionales ni el centro de comentaristas ni tertulianos. Pero en cada provincia, hombres y mujeres como ellos son el motor de una sociedad sana que se contrapone a esa parte podrida que nos contamina, que debemos extirpar para que no se gangrene la herida. Que el mejor grito contra la corrupción y sus protagonistas sea el banquillo de un lado y el correcto funcionamiento del Estado de Derecho, y de otro mostrar con nuestros actos que lo sabemos hacer mejor, que son muchas las personas con principios y valores, pese al silencio tantas veces cómplice de una sociedad que parece dormida, entregada a un frentismo impostado, a un seguidismo ciego e indolente, o a un consumismo envolvente tras el que casi nada importa. Especialmente en esta hora de escándalos y atropellos, de trileros y mafiosos de todo pelaje, la ciudadanía vuelve a señalar el camino correcto, sin discursos ni alfombras ni vehículos oficiales, sino desde el cumplimiento del deber, desde la empatía social y el compromiso altruista, desde la entrega ejemplar que nos estimula a seguir apostando por un futuro prometedor para las generaciones venideras. Enhorabuena a los premiados y a la sociedad cordobesa. El buen ejemplo es la verdadera manera de influir en los demás y transformar nuestro entorno. No hay atajos, ese es el camino. *Abogado y mediador
Ver noticia original