15/06/2025 13:58
15/06/2025 13:52
15/06/2025 13:50
15/06/2025 13:46
15/06/2025 13:41
15/06/2025 13:41
15/06/2025 13:40
15/06/2025 13:40
15/06/2025 13:40
15/06/2025 13:40
» Elterritorio
Fecha: 15/06/2025 03:40
Franco A. (28) dio detalles de dos instancias importantes para la investigación: la clase en donde su alumno se descompensó y la exhibición que tuvo el adolescente cuatro días antes en otro gimnasio. domingo 15 de junio de 2025 | 1:00hs. Juani Acosta era alumno del Instituto Arnoldo Janssen. //Foto: El Territorio/Archivo. La investigación que lleva adelante el Juzgado de Instrucción Tres de la capital provincial en torno a esclarecer las circunstancias de la muerte de Juan Ignacio “Juani” Acosta, el adolescente de 16 años que falleció luego de permanecer seis días internado producto de un desvanecimiento que tuvo cuando entrenaba kickboxing el pasado miércoles 12 de febrero en Posadas, incorporó recientemente una declaración más que importante para el expediente judicial. Se trata del aporte de Franco A. (28), el instructor de kickboxing que el último miércoles por la mañana compareció bajo la figura de testigo sospechoso ante el juez Fernando Verón, quien lleva adelante la pesquisa. Cabe recordar que la figura del testigo sospechoso es una herramienta legal que permite al juez o tribunal valorar de forma más crítica la declaración de un testigo cuando existen razones para dudar de su credibilidad o imparcialidad. O bien, también refiere a una persona que, a pesar de haber sido llamado a declarar como testigo, tiene características o circunstancias que podrían afectar la credibilidad o imparcialidad de su testimonio. Según fuentes consultadas por El Territorio, los datos que brindó el profesor de Juani a las autoridades judiciales estuvieron centradas en dos puntos importantes a reconstruir: la clase en donde el adolescente se descompensó y lo ocurrido cuatro días antes durante una exhibición en otro gimnasio de la capital provincial en donde se enfrentó a un peleador de mucha más experiencia. En primera instancia, el testigo comenzó relatando cómo fueron las circunstancias del entrenamiento del miércoles 12 de febrero en donde se descompensó su alumno. En ese contexto, relató que Juani llegó como con pocos ánimos a la clase y que esto le llamó un poco la atención porque el adolescente solía ser muy alegre y cercano con sus compañeros. E incluso mencionó que otro de sus alumnos había advertido lo mismo sobre Juani. Ya en el comienzo de la clase, el instructor mencionó que como era habitual se hizo la entrada en calor, ocasión en que se hicieron ejercicios de fuerza y técnica, y que luego se pasó a la parte de los sparrings momento en que los alumnos se colocaron las distintas protecciones reglamentarias para la práctica de dicha disciplina: vendas, protector bucal, guantes, protector de tibia y cabezal. Destacó que Juani hizo dos rounds de sparring con distintos compañeros, aunque en el segundo, el adolescente tuvo un sangrado de nariz que obligó a que el entrenamiento se detuviera. El testigo añadió que tras sentarlo y hacerle presión con un papel para que se detenga el sangrado, notó que esto último ya no sucedía. Y al tener el ok de su alumno para seguir, le dio cinco minutos de descanso antes que vuelva a la práctica habitual. Pero tras reanudarse el entrenamiento, y pasar por otros tres rounds con compañeros distintos, el último partenaire de Juani se acercó al instructor y le indicó que el adolescente le había dicho que no se sentía muy bien. Que se encontraba un poco mareado y que no quería continuar con el sparring. Ante esto, -siempre desde la declaración del testigo- el instructor se acercó a Juani y le preguntó si estaba bien, instancia en donde nota que su alumno tenía la mirada perdida y no se le entendía lo que hablaba. Por lo que decidió tomarlo de las manos y sentarlo. Allí, contó que intentó tranquilizarlo y junto a otro de sus alumnos sentaron a Juani en una colchoneta y de inmediato los demás chicos comenzaron a darle aire con toallas ya que hacía mucho calor en ese momento en el lugar. Luego recordó que apenas unos instantes después de esto último, Juani acusó un fuerte dolor y se agarró la cabeza, situación que duró aproximadamente 5 minutos y en donde tomó agua para intentar recomponerse. Pero tras recostarse en la colchoneta, comenzó a convulsionar, por lo que todos los presentes comenzaron ayudar, mientras se llamaba a la ambulancia. Mediante un diálogo telefónico de emergencia, el instructor narró que una enfermera le dio indicaciones de cómo actuar y que tras el cuadro de situación descripto por el profesor, y al detectar que la respiración del adolescente comenzaba a debilitarse, se decidió comenzar a realizar maniobras de RCP hasta el arribo de la asistencia médica que en ese momento tardó unos 15 minutos. Citó además que de las tareas de reanimación también participó otro instructor del gimnasio. Minutos más tarde, ya con el arribo de Juani al hospital Ramón Madariaga, el testigo puso en conocimiento de lo sucedido a la mamá del adolescente, quien de inmediato se trasladó al nosocomio al enterarse de lo ocurrido. Fue durante esa conversación con la mujer en que el testigo se enteró que su alumno estaba en coma inducido. Además, recordó que la madre le contó que ese fin de semana previo -más precisamente el domingo 9 y posterior a una exhibición en la que había participado Juani- el chico tuvo mucho dolor de cabeza, especialmente en la nuca y que por ello se le suministró Diclofenac. Exhibición Luego, el testigo fue consultado por lo ocurrido días antes de la mencionada clase, en lo que fue la segunda participación de Juani en una exhibición de kickboxing -la primera fue un mes antes-. Sobre dicha participación, el instructor comentó que esas exhibiciones se suelen realizar para promocionar el deporte y que en todas ellas existe un contacto de carácter ligero y con todas las protecciones reglamentarias. Sobre aquel sábado 8 de febrero, mencionó que el chico que debía pelear con su alumno finalmente ese día no quiso participar y que para que la pelea se concretara el organizador del evento ofreció a uno de sus alumnos. En relación a este peleador, el testigo mencionó que tenía cerca de ocho peleas y era más grande en edad que Juani. Aunque remarcó que es habitual que en algunas exhibiciones se enfrenten un peleador más experimentado y otro de menor preparación ya que el objetivo de la pelea es meramente de exhibición. Sobre el round de dos minutos, mencionó que se trató de una modalidad de lucha denominada Kickligth en donde de común acuerdo con el organizador se pautó no exceder del 70% de la potencia. Es aquí en donde a criterio del instructor, el rival de Juani no pudo acomodarse a dicha modalidad por lo que en dos oportunidades el testigo tuvo que gritarle al árbitro para recordar que el carácter del enfrentamiento era una exhibición. Y que también derivaron en un llamado de atención por parte del árbitro hacía el rival de Juani. Aunque remarcó que el otro chico no tiró golpes considerables, sí se notó que no supo adaptarse a la dinámica de la exhibición. Y que por esto último, junto con un pequeño sangrado que tenía el chico en la nariz, como profesor decidió terminar el combate en el primer round, a lo que Juani aceptó un poco disconforme pero entendiendo la situación. Por último, comentó que tras finalizar la pelea, notó físicamente bien a su alumno, aunque sí un poco disgustado por no haber podido continuar con la pelea. En base a los elementos de prueba que se tienen hasta el momento, entre ellos el informe forense, se confirmó que la causa de muerte del adolescente fue un hematoma subdural. Es decir, un golpe o un trauma que provocó una acumulación de sangre en el cerebro. Esta situación continúa siendo materia de investigación, ya que aún se debe determinar cómo o con qué sufrió ese hematoma que días después le provocó su muerte.
Ver noticia original