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» Primerochaco
Fecha: 13/06/2025 17:23
El diputado provincial Samuel Vargas aseguró que está abocado al tratamiento de dos proyectos legislativos que considera «centrales para la vida cotidiana de los chaqueños». En diálogo con medios radiales, el legislador destacó que en el actual contexto político “no tenemos mayoría, tenemos que consensuar y trabajar parlamentando con los distintos bloques”. Una de las iniciativas que impulsa es la Ley de Capellanía, que busca regular el acceso y la labor de los capellanes en instituciones públicas y contextos de encierro, pero también abrir nuevos espacios para su tarea. Según explicó Vargas, el proyecto «va más allá del capellán tradicional en cárceles o fuerzas de seguridad», y apunta a ordenar un fenómeno creciente: el accionar de religiosos que actúan sin registro o vínculo institucional claro con el Estado. “Queremos tener un registro formal de capellanes, gente que esté capacitada, que tenga una iglesia de base y que esté debidamente registrada a través del área de Culto”, explicó. Señaló que en la actualidad “hay manzanas donde funcionan cinco iglesias distintas, y muchas ni siquiera tienen su fichero de culto, que es el elemento administrativo que los relaciona con el Estado”. La ley permitiría que cada capellán habilitado porte una credencial oficial que le brinde acceso a organismos públicos cuando se requiera su intervención. Vargas puso como ejemplo casos concretos en los que religiosos lograron resolver conflictos entre jóvenes o en instituciones sin necesidad de recurrir a la fuerza pública. “Los gabinetes pedagógicos no dan abasto, las instituciones del menor tampoco, pero vemos con alegría que algunos capellanes pueden intervenir y tranquilizar a la gente llevando la palabra de Dios”, afirmó. Recordó un episodio ocurrido en inmediaciones de la Plaza España de Resistencia, donde una capellana del servicio penitenciario logró evitar una pelea entre estudiantes a través del diálogo y el acompañamiento espiritual. Además, remarcó que el proyecto “no busca imponer una doctrina ni competir entre iglesias, sino ordenar y reconocer a quienes trabajan en silencio y con vocación”. También apuntó contra ciertos sectores religiosos que operan como franquicias o marcas registradas, y advirtió: “Algunas cuestiones, si no son estafa, pegan en el palo”. Ley de Registro de Obstructores Familiares La segunda iniciativa que promueve Vargas está vinculada a la protección de los derechos de niños, niñas y adolescentes en casos de separación de sus padres. Se trata de un proyecto de ley para crear un Registro de Obstructores Familiares, que permitirá identificar públicamente a quienes impiden el vínculo del menor con su familia o entorno afectivo. “Muchas veces los chicos son tomados como rehenes: rehenes para volver con una expareja, rehenes económicos o rehenes por una sucesión”, explicó el legislador. La propuesta contempla que, una vez que la justicia determine la responsabilidad de una persona por obstrucción de vínculos, su nombre figure en una lista pública alojada en una página web del gobierno provincial. Según Vargas, esta herramienta permitiría desalentar este tipo de conductas y visibilizar a quienes obstaculizan los derechos del menor. “Hasta ahora no había forma de hacerles sentir presión, de desalentar esas prácticas”, señaló. El proyecto también apunta a prevenir que personas señaladas como obstructores ocupen cargos sensibles o queden habilitadas para tomar decisiones en procesos judiciales o administrativos donde haya menores involucrados. “Hay que dar una respuesta desde el Estado” Consultado por el momento social actual, Vargas señaló que “vivimos en una sociedad muy crispada”, y que el Estado debe brindar canales institucionales de contención, tanto espiritual como familiar. “Muchas veces tenemos exceso de autoridad en organismos públicos y falta de diálogo. Los capellanes pueden colaborar con ese equilibrio”, subrayó. Finalmente, destacó que ambas leyes fueron socializadas con distintas comunidades en jornadas realizadas en Charata, Barranqueras y Resistencia, y que continúan recibiendo adhesiones. “Queremos darle la oportunidad a la iglesia que ande y que camine, a los pastores que trabajan todo el día en distintas entidades y no tienen el reconocimiento oficial”, concluyó.
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