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Chajari » Chajari al dia
Fecha: 13/06/2025 12:24
Cada 13 de junio se conmemora en nuestro país el Día del Escritor, en homenaje al nacimiento de Leopoldo Lugones (1874-1938), poeta, cuentista, ensayista y novelista argentino. Líder de la vanguardia literaria modernista de finales del siglo XIX, Lugones también fue el fundador y primer presidente de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE). Lugones fue un vanguardista particular del modernismo, donde de algún modo brillaban Rubén Darío y José Martí. Un vanguardista que no se reconocía como tal, y que tenía como particularidad de trabajar con la sonoridad de la poética, construyendo un alejamiento quizá del mundo de las referencias. Él mismo va a decir que Darío es el gran libertador del idioma, porque construye uno que va a ser un idioma americano, a diferencia del español. El modernismo pude ser visto como el momento de ruptura de la poética latinoamericana respecto del mundo europeo. Sin embargo Lugones, que participó activamente de esta corriente, y que tiene libros extraordinariamente vanguardiastas como La guerra gaucha o Lunario sentimental, cuando aparecen las vanguardias argentinas de la década del 20, y las vanguardias europeas en la del 10, va a ser absolutamente crítico, y va a considerar de algún modo que vienen a postular una especie de generación de las artes, en la que todo vale porque se rompe el principio de armonía, que era el que sostenía la belleza y la valoración de la belleza. Esas críticas, van a convertirlo en la Argentina en un fuerte opositor al grupo Martín Fierro. Ya en los 30, Borges va a decir que casi todo lo que hicieron ellos, cuando creían haber hecho algo nuevo, era apenas una nota al pie de Lunario Sentimental. Esa es la complejidad que tiene la figura de Lugones para pensarlo como escritor vanguardista. María Pía Lugones, doctora en Ciencias Sociales, socióloga, ensayista, investigadora, docente y admiradora del escritor, precisó que hay una serie de escritores que se podrían pensar como discípulos de Lugones, del círculo más estrecho de sus amigos, como Samuel Glusberg, Horacio Quiroga y Ezequiel Martínez Estrada, con quien hay una relación de filiación, de amistad y de crítica por parte de Martínez Estrada hacia Lugones. Mucho respeto como poeta y distancia como ensayista. Fundamentalmente, esa distancia la establece en los modos de considerar la interpretación del Martín Fierro y el nacionalismo de Lugones. Es interesante analizar cómo ese autor vanguardista, socialista, militante se convierte en un pensador autoritario. Con los entusiasmos que le despierta claramente el ascenso del fascismo, en los años 20 en Italia, lo que une al primero y al último Lugones es esta idea de que hay algo que caracteriza a las sociedades, que tiene que ver con la armonía. Para él, esa armonía no debe ser anárquica, sino responder a principios jerárquicos. Eso, en términos políticos, es contrario a las lógicas de la democracia. Como apuntábamos, fue Leopoldo Lugones, en 1928, el fundador y primer presidente de la Sociedad Argentina de escritores (SADE), la asociación civil que, tras su suicidio por tomar un vaso de whisky con cianuro en 1938, declaró al 13 de junio como el “Día del Escritor” en la Argentina.
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