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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 09/06/2025 18:33
Durante el período diciembre 2023 a mayo 2025, los precios en dólares de bienes y servicios aumentaron dramáticamente (Foto: difusión) Nuestra economía experimenta una situación extraordinaria: inflación en dólares estadounidenses. Mientras el tipo de cambio oficial se mantuvo relativamente estable tras la devaluación inicial, los precios en dólares de bienes y servicios aumentaron dramáticamente, configurando una anomalía sistémica de alto riesgo y difícil resolución. A partir de la experiencia según los datos disponibles respecto del período diciembre 2023 a mayo 2025, tomando dos ejemplos personales, la suba en las cuotas de medicina prepaga, y las expensas liquidadas mes a mes en un consorcio, son las siguientes: Una cuota mensual pesos 311.656 en la prepaga, equivalían al tipo de cambio vendedor blue del fin de diciembre de 2023 (1025) a USD 304, mientras que la cuota de junio 2025 de pesos 848.827, a igual TC o sea 1165, arroja USD 728, y la consiguiente cuenta del incremento resulta de 139%. Similar experiencia con las expensas comunes en pesos resulta así: diciembre 2023: $192,000 ARS (equivalente a USD 187 al tipo de cambio post-devaluación, 1025), y este mes de junio 2025 he debido pagar: $777,000 ARS (equivalente ~ USD 667) en este caso la cuenta de incremento es del 256%. Esto, unido a los relatos de viajeros y personas que hacen compras al exterior, despertó la inquietud de cuantificar la información para tener una medida razonable sobre los cambios en curso. Para comenzar, el primer dato a considerar consiste en la comparación entre los pesos y los dólares estadounidenses, referencia insoslayable, sobre lo que ya había escrito en 2014, al tratar el caso del bi monetarismo consuetudinario existente, que hoy en día es un hecho plenamente admitido como válido, e incluso está siendo objeto de cambios normativos. Si bien hubo una mega-devaluación en diciembre 2023, desde entonces el tipo de cambio creció solo moderadamente (2% mensual crawling peg). Veamos estos ejemplos sobre la variación del Tipo de Cambio USD/ARS: Y sobre la Inflación en Pesos (INDEC): En los ejemplos personales mencionados más arriba, la inflación en Dólares ha sido: Aumento en USD: ($728 - $304) / $304 = 139%. Aumento en USD: ($667-$187/ $187 = 256%). O sea que la inflación de precios en determinados reajustes, en este caso los dos ejemplos de medicina prepaga y expensas aumentaron en promedio cercano al 200% en el período de 18 meses considerado, en dólares estadounidenses, que, anualizado, arroja un 133%, muy por encima de cualquier inflación internacional normal. Puede aducirse que se trata de casos particulares, que no debieran extrapolarse. Pero se trata de muestras indiciarias que a su vez coinciden con abundancia de otros “casos particulares” similares, lo que obliga a interrogarse sobre sus posibles causas y considerar sus efectos, y, en caso de corresponder, sus correcciones. Trazando hipótesis, algunos aducen una devaluación Inicial insuficiente (diciembre 2023). No obstante, en la historia económica argentina, hubo varios planes de estabilización que comenzaron con una mega devaluación , ya sea programada, ya simplemente por desmadre y caos, lo que no garantizo su éxito a mediano plazo. Así se ha señalado: “Desde la segunda mitad del siglo XX el tipo de cambio nominal en Argentina ha sufrido constantes vaivenes, entre los que se reconocen seis eventos devaluatorios principales: 1958, 1962, 1975, 1981, 1989 y 2002. A partir de ellos se buscará demostrar la incongruencia de las ideas de la ortodoxia para explicar el fenómeno de la devaluación en un país como Argentina. En este punto, es preciso realizar una aclaración: el tipo de cambio ha sufrido más de seis vaivenes a lo largo de las últimas décadas, muchos de ellos no se analizan aquí, ya que al producirse de manera escalonada y en una menor magnitud no es posible discernir el traslado a precios y sus efectos sobre la economía real”. (cfr. Gerchunoff-Llach) Algunas, la mayoría, fueron recesivas, y una pocas, por un corto periodo expansivas, (cfr. Infra Gerchunoff-Llach y Pablo Wahren), pero siempre hubo retroalimentación de la inflación impactando los precios internos. El Economista y exministro del área, Carlos Moyano Llerena en notas vinculadas con “La larga historia de inflación galopante” describió la puja intersectorial de los componentes de la economía, así como que el Estado, en sus distintos niveles, soslaya su poder de árbitro para actuar, a su vez, como un contendiente más en el reparto del ingreso. Esto es posibilitado por defectos institucionales que distorsionan el hipotético funcionamiento de un mercado, por falta de transparencia, variedad de ofertantes, libertad de entrada y salida de los factores, estando consolidados mercados de competencia imperfecta. Esto ha derivado en daños culturales e institucionales, que invalidan la sola estrategia de absorción monetaria para, por sí sola, neutralizar las conductas culturalmente arraigadas y dañando la confianza social en la política y el quiebre de expectativas de mayores ingresos futuros. En este contexto, la inflación obliga a ser enfrentada como fenómeno complejo, pues no tiene ninguna solución sencilla. Exige actuar en todos los frentes, aplicando en cada ámbito los instrumentos que resulten apropiados, ya que no hay soluciones de escuela ante la convergencia de tensiones con causales. El paciente es un organismo vivo, una sociedad dañada, que reacciona de modos inesperados… Como bien se advierte existe un problema cultural, ensamblado con los conceptos de conducción y liderazgo de marcación de guías para la acción colectiva, que alimenten las decisiones económicas para salir adelante, dejando de lado los contenidos tóxicos de división y violencia que arrastran a la inercia y la desesperanza. La ansiada estabilidad monetaria con crecimiento requiere claras orientaciones desde el gobierno, pero no exclusiva del mismo, ya que los particulares y los demás actores sociales deben ser inducidos a acompañarlos y participar. Desde lo técnico podría tal vez aducirse que la devaluación inicial del peso argentino, que pasó de 366 a 800 pesos por dólar, representando un aumento del 118%>, fue insuficiente para compensar: El atraso cambiario acumulado de años anteriores La inercia inflacionaria estructural de la economía argentina Las expectativas de inflación enquistadas Lo cierto es que los sectores de la economía argentina ajustaron sus precios a ritmos diferentes. En especial ocurrió rápidamente con: Expensas y servicios de edificios Alquileres Servicios profesionales Productos importados Pero hubo otros sectores con ajuste más lento: Servicios públicos (subsidiados) Salarios formales Algunos productos de la canasta básica En esto, la economía argentina operó con expectativas de inflación del 25-30% anual para 2025, pero los precios se ajustaron como si la inflación fuera mucho mayor, generando una profecía autocumplida. Dada la etapa de globalización, en que se vive, cabe acudir a la comparación Internacional: Inflación en Dólares por País (2023-2025) O sea, que la inflación en dólares en Argentina es al menos 25 veces superior al promedio de países desarrollados. Es posible mencionar algunas explicaciones… Corrección de Precios Relativos: muchos precios estaban artificialmente “pesificados” y se reajustaron violentamente hacia sus valores dolarizados históricos. Indexación Implícita al Dólar: sectores como inmobiliario, expensas y servicios premium operan con indexación implícita al dólar, manteniendo paridad de poder adquisitivo internacional. Fuga hacia Calidad: los prestadores de servicios intentaron mantener sus ingresos en términos reales dolarizados, trasladando la totalidad del costo inflacionario a los usuarios. Estructura de Costos Dolarizada: muchos insumos (mantenimiento, seguros, materiales) tienen componentes importados que se encarecieron proporcionalmente más que la devaluación. Lo evidente es que nuestra sociedad logró el fenómeno económico poco común de tener inflación sostenida en moneda fuerte. Esto significa que: Los precios en dólares aumentaron sistemáticamente La economía se “dolarizó” informalmente sin adoptar el dólar como moneda Se perdió competitividad incluso después de una devaluación masiva Los consumidores argentinos enfrentan inflación “internacional” con ingresos locales Este fenómeno nos convierte en un caso anómalo donde la estabilización del tipo de cambio coexiste con un fuerte desequilibrio en los precios relativos por inflación en moneda fuerte, sugiriendo problemas estructurales profundos en la formación de precios de la economía.
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