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» Misionesparatodos
Fecha: 08/06/2025 11:25
El marplatense de 40 años y el español Marcel Granollers, juntos en el tour desde 2019, se consagraron en el Abierto de Francia; ninguno de los dos había obtenido un torneo major Como si ya no tuviera suficientes galardones para ser encumbrado como el mejor doblista argentino de la historia, Horacio Zeballos escribió un capítulo dorado en esta ciudad, el más valioso de su extensa carrera (22 temporadas como profesional). Con 40 años y en pareja con el español Marcel Granollers, de 39, conquistaron por primera vez un trofeo de Grand Slam. Sobre el polvo de ladrillo de Roland Garros, nada menos, el segundo grande de la temporada, derrotaron a los británicos Joe Salisbury y Neal Skupski por 6-0, 6-7 (5-7) y 7-5, en 2h22m. Cebolla es el primer jugador argentino en lograr un título major en dobles masculinos. Enrique Morea en 1946 (con el ecuatoriano Pancho Segura Cano) y Eduardo Schwank en 2011 (con el colombiano Juan Sebastián Cabal) habían sido los únicos argentinos presentes en finales del Bois de Boulogne; Javier Frana, con el mexicano Leonardo Lavalle, había caído en la definición de Wimbledon 1991. Sin embargo, Zeballos, nacido en Mar del Plata (la ciudad en la que se crio Guillermo Vilas) y formado en el Edison Lawn Tenis (el club construido por su papá, Horacio), derramó todo su talento en el Philippe-Chatrier. En tres minutos, Zeballos y Granollers, quintos preclasificados, les marcaron la cancha a los británicos, cruzándose en forma oportuna y rompiéndole el saque a Skupski. A continuación, sirvió el zurdo Zeballos y no corrió riesgos (2-0). “Vamos”, “es acá”, “ahora”, “es tuya”; el marplatense y el catalán, súper concentrados, se dieron ánimo todo el tiempo ante una pareja que pareció groggy. Es más, sacó Salisbury y cedió el servicio en cero (3-0). Zeballos y Granollers continuaron con efervescencia y, una vez más, hicieron añicos el saque de Skupski, nacido en Liverpool y campeón de Wimbledon 2023 con el neerlandés Wesley Koolhof, derrotando a... Granollers/Zeballos en la final. Con el reloj marcando apenas 24 minutos, Zeballos sirvió para set y lo cerró. Más tarde, ante la prensa, sin soltar la copa Jacques Brugnon, en homenaje a uno de los mosqueteros de Francia, Horacio contó: “Odio ganar 6-0 el primer set”. “Tendríamos que haber tirado un juego”, acotó Granollers. Y continuó Zeballos: “Obviamente, encantado, pero el 6-0 no es real y menos en dobles y en una final. Los otros van a sacar todo lo que tienen de adentro y uno tiene que seguir en ese nivel, que es casi imposible hacerlo. Lo que mejor hicimos hoy fue aguantar en la parte mental, en la que venimos trabajando muchísimo” Los británicos, octavos preclasificados, levantaron una chance de quiebre en el primer game del segundo set y finalmente se despojaron del mareo anotando el primer juego (1-0). Intentaron revertir la situación, pero Granollers y Zeballos sostuvieron la efectividad en el saque; además, cada vez que les tocó devolver lo hicieron con atención, sabiendo leer la dirección de los servicios. Los puntos fueron cortos y frenéticos. Con el techo retráctil del Chatrier cerrado debido a las fuertes lluvias, el londinense Salisbury sacó bajo presión, 15-40 y 4-4, pero los británicos se escaparon de las dos chances de quiebre y se pusieron en ventaja, 5-4. Zeballos sacó sin margen de error y defendió su turno (5-5). Los británicos volvieron a ganar el saque (6-5) y Granollers sacó sin tener que fallar, pero comenzó dubitativo, con doble falta; sin embargo, mostró personalidad para revertir pronto ese momento de dudas (6-6) y llegaron al tie-break. Con el score 3-3, Granollers falló un smash clave y los británicos recuperaron el servicio (4-3). El español erró una volea (5-3) y Salisbury conectó un gran saque (6-3). Granollers se lució ganando los dos puntos siguientes (6-5), pero le tocó sacar a Skupski y los británicos se llevaron el parcial por 7-6 (7-5). Zeballos y Granollers sintieron el impacto. Comenzó el tercer set y el bonaerense perdió su saque en cero. Los nervios empezaron a asfixiar. Salisbury sacó 0-40, salvó el primer punto de quiebre, pero no el segundo, tras una ajustada devolución de drive invertido de Zeballos. Salisbury, con el marcador 3-2 abajo, no calibró el servicio de la mejor manera, pero Granollers falló una volea sencilla y los británicos igualaron el score (3-3). Con Granollers sacando 15-40, Zeballos ganó un punto mágico, que quedará grabado para siempre, haciendo pasar la pelota rasante entre el poste de la red y el cajón (por encima de la placa colocada el primer día del torneo en homenaje a Rafael Nadal). Skupski sirvió 4-3 abajo, pero no le pesó (4-4). A Zeballos, a esa altura ampliamente el mejor de la final, tampoco (5-4). Salisbury volvió a sentir sudor frío, sacando 30 iguales, pero Granollers siguió sin colaborar con la causa (5-5). Fue allí cuando el argentino y el español caminaron por la cornisa, los británicos tuvieron un break-point que no supieron concretar y Granollers, aliviado, sostuvo el saque (6-5). Y fue Skupski, el mismo que había cedido el primer game del partido, el que volvió a fallar para que Zeballos y Granollers hicieran historia grande. Zeballos dejó de jugar singles en enero de 2019, tras alcanzar el puesto número 39 y conseguir la victoria más resonante de su carrera sobre Rafael Nadal (era 5°), para ganar el título del ATP de Viña del Mar en 2013. “Desde que era chiquito y hacía frontón en el club de mi papá que soñaba con ganar un torneo como Roland Garros. Parecía inalcanzable, pero realmente lo soñé”, dijo. Y fue más allá: confesó que le pidió consejos sobre cómo encarar la final a los fuera de serie que se cruzó durante la semana en el torneo. “Sabíamos que la diferencia estaba en la parte mental. Les pedí consejos a McEnroe, a Tim Henman, a Carlos Alcaraz, para ver si podía hacer algo diferente, porque ya nos habíamos quedado en las puertas en varias finales. Quería buscarle la vuelta. Pedí consejos a los campeones porque realmente quería ganar”, expresó. ¿Y qué le recomendó Carlitos, por ejemplo? “Todo lo que hablamos nosotros, me lo dijo Charly (Alcaraz) en pocas palabritas: ‘Andá a ganarla. Andá a ganarla. No te quedes con nada. Ganes o pierdas después quédate con la tranquilidad de que saliste a ganarla y no te quedaste con nada en el cuerpo’”, reveló Zeballos. Con 40 años y un mes, el zurdo es sólo el quinto tenista de la Era Abierta en obtener un título de dobles de Grand Slam teniendo cuatro décadas en el documento. Cebolla y Granollers tuvieron buena química desde el primer torneo que jugaron juntos, en agosto de 2019, en Montreal, ganando el Masters 1000 canadiense. Son una de las parejas más duraderas en el circuito de dobles. Desde que comenzaron a competir como pareja obtuvieron, al menos, un trofeo por año: ahora ya atesoran trece títulos, incluyendo ocho Masters 1000 y, por fin, un Grand Slam. En mayo del año pasado llegaron al número 1: Zeballos, así, fue el primer argentino en alcanzar la cima en el ATP Tour. Pese a ello, atravesó momentos incómodos al no ser incorporado por (el por entonces capitán) Guillermo Coria al equipo de Copa Davis y, en consecuencia, no actuar en los Juegos Olímpicos de París 2024, un hecho inexplicable teniendo en cuenta su jerarquía (regresó al equipo en enero pasado, con la conducción de Javier Frana). El zurdo argentino entrenado por Alejandro Lombardo y el diestro español se perdieron el último Abierto de Australia, en enero, por una lesión en el pectoral del catalán, cuando ya se encontraban en Melbourne para jugar. “Fue un momento duro, lo intenté, pero Horacio se quedó sin jugar. En ese momento sentí su apoyo. Hemos pasado momentos difíciles, pero de eso se trata, de entendernos”, agradeció Granollers. “Nadie se salva solo. El Eternauta”, aportó, con una sonrisa, el argentino, haciendo referencia a la serie de Ricardo Darín. Más allá de la desilusión del momento en Australia, no se apesadumbraron, se reincorporaron en marzo en Indian Wells y ganaron los títulos en el Challenger de Phoenix, en el ATP 250 de Bucarest y en el Masters 1000 de Madrid. Se les negaba el festejo en un Grand Slam: habían trastabillado dos veces en el último escalón de Wimbledon y una vez en el US Open. Pero fueron tenaces y el trofeo grande en París los coloca en otra dimensión. Para siempre. ¡El momento de la gloria! Zeballos y Granollers, los CAMPEONES de #RolandGarros. pic.twitter.com/APnLlmME5c — ESPN Tenis (@ESPNtenis) June 7, 2025 Por Sebastián Torok -La Nación
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