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» Diario Cordoba
Fecha: 08/06/2025 10:56
Entre otros sectores, la industria farmacéutica también está trabajando por reducir su impacto ambiental, y, según datos del propio sector, el 80% de las mayores compañías farmacéuticas del mundo han firmado compromisos de cero emisiones o de emisiones neutras a corto plazo; junto al objetivo de que la fabricación de medicamentos se haga de forma sostenible, con altos estándares en materia de huella medioambiental y uso optimizado de la energía y de la denominada economía circular. En este contexto, un consorcio europeo del que forma parte un equipo de investigación de la Universidad de Córdoba (UCO), junto a otras universidades y centros de investigación de Italia, Holanda, Bélgica, Reino Unido y Portugal; está trabajando para ‘revolucionar’ la manera en la que se fabrican los medicamentos a través del proyecto SusPharma, que busca cambiar el modelo de producción tradicional -basado en el uso de derivados del petróleo y una escasa automatización- por uno más verde, digital y circular a partir de residuos. La producción de medicamentos es muy compleja. / E. P. En concreto, este proyecto, financiado por fondos europeos con más de 6,5 millones de euros -de los cuales unos 640.000 euros están destinados a la UCO-, tiene como objetivo diseñar sustancias químicas seguras y sostenibles para su uso en fármacos, y también se centra en el desarrollo de nuevos métodos de purificación continua y en la realización de análisis para estimar el efecto de los nuevos métodos de producción farmacéutica propuestos. «Nuestro papel es clave, ya que somos los únicos en valorizar la biomasa» Respecto al papel de la UCO, que además de los investigadores ha aportado infraestructuras fundamentales para llevar a cabo los primeros ensayos desde finales del 2022; éste se centra en el desarrollo de nuevos catalizadores y técnicas de síntesis «que permiten transformar residuos de biomasa y plásticos en compuestos útiles para la fabricación de precursores de biopolímeros, biocombustibles y fármacos», como explica la investigadora que lidera este grupo de investigación cordobés, Alina M. Balu. «Nuestro papel es clave, ya que somos los únicos que tenemos la tarea de valorizar la biomasa, los residuos lignocelulósicos, y más concretamente la fracción llamada hemicelulosa», indica esta investigadora. De la hemicelulosa se obtiene el furfural, un compuesto químico identificado como ‘molécula plataforma’ que está en la composición de muchos fármacos, «con lo que si conseguimos preparar intermediarios derivados de esta molécula furfural podríamos ampliar el abanico de APIs o compuestos farmacéuticos activos, procedentes de fuentes renovables, de biomasa». Este equipo de la UCO ha conseguido desarrollar un catalizador eficiente que permite producir furfural y sus derivados de forma continua, con menos consumo energético y menor generación de residuos. Un desarrollo en el que también se trabaja en la preparación de una patente, a través de la Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación (OTRI) de la universidad cordobesa. «La producción de medicamentos suele ser muy compleja, poco automatizada y con un gran impacto ambiental», explica Olena Korchuganova, que también participa como investigadora en este proyecto de la UCO, por lo que «nuestro objetivo es ofrecer alternativas más limpias y sostenibles, aprovechando materias primas renovables y residuos industriales». En este proyecto internacional, cuya finalización se prevé para septiembre del próximo año 2026, también se sigue investigando para expandir el abanico de compuestos farmacéuticos derivados de furfural, tales como la citarabina, que se emplea en el tratamiento de algunos tipos de cáncer como leucemia y linfomas.
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